Happy Feet: Rompiendo el hielo

Efectos de animación buenísimos. Muy conseguidos los movimientos de baile de los pingüinos.
Película entretenida, divertida por momentos y con moraleja final como suele ser habitual en en todas las películas de animación.
Merece la pena verla.

No diré que Happy Feet sea una gran película, pero al menos el Oscar lo gano merecidamente frente a la mucho más aburrida Cars.
El comienzo de Happy feet recuerda mucho al documental El viaje del emperador, y no estoy seguro de que eso me parezca algo bueno. Afortunadamente pasados unos minutos la película adquiere un ritmo y una energía contagiosos, dejándose llevar por una historia tan sencilla como eficaz. La música juega un papel importante en el desarrollo de la acción y hay que reconocer que cada número musical resulta mejor que el anterior.
A mitad de película se produce un giro argumental que a mi me convence poco y me distancia de la historia, pero en cualquier caso el ritmo no se pierde en ningún momento.
Hablar de la perfección técnica sería una obviedad, si no fuera porque no todas las películas de animación pueden presumir de ello, y en este caso Happy Feet puede hacerlo con todo merecimiento. Pese a ello la presencia real de humanos al final de la película no me termina de convencer del todo.
No es Buscando a Nemo ni Los Increíbles pero si es de lo mejor estrenado en el 2006, que no ha sido un gran año de cine de animación.

George Miller ha vuelto tras 8 años de ausencia al cine (su última peli fue Babe: El Cerdito en la Ciudad) y sorprende a todos con una historia de pingüinos en el formato de la animación. Algunos dirán que este cineasta australiano cuyo prestigio lo ha ganado gracias a su trilogía de Mad Max se ha vuelto loco pero sin duda tras haber escrito las dos pelis de Babe, el Cerdito Valiente y haber dirigida una de ellas, Miller tan solo ha continuado dando su toque (en ocasiones oscuro) al cine familiar con ciertos vaivenes y claroscuros.

Happy Feet cuando la he visto ya venía con el prestigio de haber ganado el Oscar a la mejor peli animada del 2006 y con la bendición de buena parte de la crítica americana que prefería esta historia ecologista de pingüinos cantarines y danzarines en vez de Cars de John Lasseter. Tras ver ambas creo que no hay duda que Pixar sigue sacando años-luz de ventaja al resto de las compañías de animación ya que aunque Happy Feet es una peli bastante divertida y lograda, ni por asomo llega a los grandiosos logros técnicos-artísticos y argumentales de las historia de la Pixar.

Sin embargo, la historia tiene ciertos méritos. Miller le ha dado un carácter bastante cinematográfico a la historia y nos mueve en el mundo de los pingüinos emperadores como si viajáramos encima de una cámara. No busca los planos fijos sino busca dinamismo y ritmo, como su personaje protagonista. Este es el mejor logro de Happy Feet, su dinamismo, sobre todo en la primera parte de la historia donde nos muestran las dificultades de nuestro prota al cantar y como disfruta bailando, pese a que sabe que eso le hará distinto respecto a lo demás. También es loable la intención ecologista de Miller. Está claro que es un alegato pro-naturaleza. "No hay que cargarse el planeta" es lo que nos cuentan, y nos lo venden bien, tal vez demasiado bien.

Pero dicha historia resulta bastante coja por varios motivos. El primero es que es demasiado previsible, el segundo es que sus personajes no terminan de cuajar y ninguno consigue el carisma que le da la Pixar a sus personajes. Ninguno de ellos quedará para siempre en la retina de algún niño o adulto-infantil como yo. El tercero es que aunque la cuestión musical funciona, el resto de géneros cojea y a mitad de narración terminamos por ver que la historia deambula como si fuera un iceberg hasta que termina por derretirse. Esta sensación se agudiza sobre todo en los últimos 15 minutos y toda la frescura de antes termina por desaparecer.

Es una historia que vale la pena ver pero aún en Estados Unidos o en otros lugares (salvo Japón y alguna excepción como Aardman) están muy lejos de los genios de la Pixar

Con respecto a la animación muy bien, la banda sonora estupenda pero a mi la historia no me terminó de encajar, me parece a falta de algo que aún no se especificar que es.Quizás sea ese empeño en mostrar a toda costa esos fuertes mensajes ecologistas y conservacionistas, que buscan crear conciencia sobre los efectos de la intervención del hombre en los ambientes y vida de la fauna salvaje.
La película incluye las voces de Elijah Wood, Robin Williams, Brittany Murphy, Hugo Weaving y Nicole Kidman.
Happy Feet es una pelicula caracterizada por reutilizar canciones famosas del pasado (como también lo hace la película Moulin Rouge, donde también participó Nicole Kidman). Dichas canciones se modifican y se versionan para coincidir con la trama, el escenario o el estado emocional de los personajes.
Ganó el Oscar a la mejor película de animación del 2007. ¿No había más competencia?

Voy a llamar a los de la Academia para que me expliquen porqué les dio un Oscar a "Happy Feet". Lo único bueno que tiene esta película es que los protagonistas son pingüinos y los pingüinos siempre son monos, sobre todo cuando no tienen todavía el pelaje característico y sólo tienen plumas.

Por lo demás, la historia es muy pesada y avanza a trompicones. Lo "mejor" son los saltos temporales, que son tan misteriosos como el Área 51 e inexplicables. Una vez el pingüino está aquí y a la siguiente está allí, pero es que vuelve de allí a aquí de la misma forma.

La animación deja bastante que desear, sobre todo en los momentos en los que el pingüino baila. El humor brilla por su ausencia, menos por fortuna los pingüinitos con acento cubano.

"Happy Feet" es una película de animación que aburre y un sinsentido constante.