Odd Thomas, cazador de fantasmas

Pasó con Joel Schumacher, y ahora le está ocurriendo a D.J. Caruso o Stephen Sommers. Los facturadores de blockbusters o cine de entretenimiento de los últimos (¿diez-quince?) años parecen haber quedado fuera del juego de Hollywood para dar paso a otro tipo de profesionales más centrados en el cine digital, menos físico. No hablamos -en ninguno de los casos anteriores- de grandes realizadores, nada más lejos, pero si algo es innegable es que sus películas aludían a cierta fisicidad, aunque no renunciaran al uso de los efectos especiales y las cromas, claro.

El caso de Sommers es particularmente curioso, porque fue responsable de una monster movie a la antigua usanza como "Deep Rising" (1998) y luego facturó su mejor película, "La momia" (1999), en mi opinión una de las cumbres del cine de aventuras de los últimos 20 años. Luego empezó a temblarle el pulso con "El regreso de la momia" (2001), la dominguera "Van Helsing" (2004), que se salvaba ligeramente por el carisma de Jackman y la delantera de Beckinsale, y "Gi.Joe" (2009), su último éxito. Que ahora llegue "Odd Thomas" y ni siquiera se vaya a estrenar en cines dice mucho de cómo en pocos años la industria ha cambiado. Tampoco es que tengamos que llorar su pérdida, eso sí: se trata de una floja cinta de fantasía ligera que adapta la novela homónima de Dean Koontz.

La historia nos la sabemos, porque la hemos visto hace pocos meses en "El alucinante mundo de Norman": un joven hipersensible tiene la habilidad de ver a los espíritus (o demonios), cambiando que aquí nuestro 'héroe' los caza. En medio de todo este escenario sobrenatural surge una especie de urgencia hectoplásmica en la medida de la primera "Men in Black", dándose inicio a toda una investigación que nunca se hace realmente interesante. El problema del film es no saber definirse entre el tono más serio o el cómico, quedando como un ejemplo amorfo de mezcla de intenciones. No ayuda para nada que encima llegue a ser aburrida y que lo único que la hace disfrutable (el genial personaje de Addison Timlin) termine por ser el motivo de la traición mayúscula del guión, en un giro que es tan fácil de prever como molesto por haberse llevado a cabo. Entiendo que exista una demanda de este tipo de cine más 'cercano' y menos infográfico en lo que respecta a cine fantástico, pero... cuando no funciona, hay que decirlo. Y este es el caso. Tampoco molesta verla, pero desde luego puede evitarse.

Odd (que así se llama el prota) es un chaval que ve a los muertos y tiene un par de huevos. Odd en español significa Raro, y así nos lo hacen saber en todo momento, gracias a diálogos llenos de chispa y de gente maja la mar de salada.

Al principio de la peli Odd, que por si no lo saben, significa raro, nos hace saber que su madre estaba como una cabra porque tenía el mismo don que él, pero él, que es más espabilado, lo utiliza para hacerse amigo de los muertos, o si es el caso, para reírse en su cara. Pero no sólo eso, el don de Odd el Friki también le hace ver sueños en los que gente muerta que aún no ha muerto le avisa de que pronto va a morir. Además hay gente viva que tiene sueños premonitorios repentinos y que milagrosamente trabajan con él, porque sino vaya putada. Por suerte es un pueblo pequeño y sin atascos.

Por otro lado, tenemos a los Acechones, que son unos espíritus malignos con forma de Alien, aunque más transparentes (claro, porque son espíritus. Qué tonto por mi parte), que resulta que si saben que les ves, hacen que mueras, aunque ellos no interfieren en las muertes, sólo van a por la sangre. Sin embargo, parece ser que hacen excepciones y a veces, aunque saben que los ves, hacen como que no saben que los ves, y en lugar de acabar con tu vida, te vacilan un poco, en plan "a ver qué haces, listo".

Todos los detalles sobre los muertos, los otros espíritus y demás parafernalia de ultratumba, los conocemos gracias a la sabiduría de Odd, el extravagante. Por ejemplo: un muerto no puede hablar, pero puede flotar sobre las aguas; tampoco te puede pegar, pero si es para darte un beso o para poner la mano en el hombro, no hay problema con los tocamientos. También están las reglas ya comentadas sobre los Acechones, que supongo que se llaman así porque se le ha ocurrido a él, ya que no se ha leído un libro en su vida al respecto (que nos cuente), ni se nos menciona que lo haya ido aprendiendo gracias a otros como él (o a su señora madre, la de los cuchillos). Pero qué bien cocina el tío, vaya malabares, y encima es todo un fucker, sino mira a Stormy Weather, que se pirra por sus huesos desde bien pequeñita, porque como es raro.

¿Y al final qué pasa? Pues que ni Más Allá, ni más acá, ni leches. Si se avecina una matanza en el pueblo, llamamos a la Asociación Nacional del Rifle para que nos preste un arma y nos defendemos todos.

Odd, eras más raro cuando te dedicabas a regalarle sillas a tus novias que ahora conduciendo motos sin casco...

Un poco de allí y un poco de allá con ambiente juvenil. "El sexto sentido", la serie "Entre fantasmas" y un parecido incluso físico con el protagonista de "Kick ass".

Poco se puede decir de esta película con un público tan claro. Entretiene, esta bien hecha, no se hace pesada y te mascan todo para no dejar nada en el aire. Dentro del género juvenil se puede situar más en la mitad superior de la tabla que la inferior.

Un producto pasable sin mucho que destacar. Para pasar la tarde sin pretensiones es una buena opción.

Qué harías tú si tuvieses los "poderes" del amigo Thomas? Pues seguramente lo que él hace en toda la película. La verdad es que el protagonista resulta convincente, aunque la caza de fantasmas parezca -por el final- más bien el Asalto a la comisaría del distrito 13...Siempre sobrio Dafoe, aliens transparentes que anuncian muerte, y unos policías a lo Harry el fuerte...En fin, una película con demasiados vaivenes, para mi gusto.