El cuarto protocolo

Basada en la novela de Forsyth (con él de coguionista), un rutinario pero salvable thriller de espionaje ambientado en la guerra fría por el que un oficial del ejército ruso (Brosnan) viaja y se instala en Inglaterra, con el objetivo de cumplir una misteriosa misión al lado de una base militar norteamericana... Indisimulado carácter anticomunista, tópicos por doquier, pero al menos una historia comprensible y más o menos interesante con un buen duelo Brosnan/Caine que sostiene la función sin arritmia ni especial brillantez alguna.

Sinceramente no tenía muchas expectativas con esta película, por eso creo que me ha gustado tanto. Es una película de espías y de intriga que se desarrolla de forma bastante razonable y creíble con pocas dosis de acción. El argumento es bueno, aunque algo "clásico" hoy en día, pero no te lo presentan desde el inicio. Hay alguna laguna por la película, pero se puede perdonar. Las interpretaciones, efectos especiales y música tienen un buen nivel.

Totalmente rcomendable, 9/10.

La historia sigue un esquema un tanto similar a esa otra gran y famosa obra de Frederick Forsyth llamada "Chacal".
Aquí la persecución internacional tiene menos personajes, pero el objetivo del soviético de turno (un Pierce Brosnan desconocido por entonces) es bastante más peligroso.
Lo mejor de todo, sin duda, es la presencia de Michael Caine como protagonista. El actor siempre encajó bien en este tipo de intrigas, con más trama que acción en este caso.
En cuanto al que fuera James Bond, aquí es, por el contrario, un malo de libro. Es un tipo absolutamente frío al que lo único que le importa es su misión, y que, como todo psicópata, oculta a la perfección su mala leche. La verdad es que Brosnan lo hace bien aunque no sea su papel más acostumbrado.
La trama, sin ser tan buena como la de la mencionada "Chacal", mantiene el interés en todo momento, gracias al talento del autor para contar este tipo de historias.
No es la película más famosa de la manida guerra fría, pero se puede recomendar principalmente por sus actores.

Buena película de espías / acción. Se sitúa a mitad de camino entre la serie de Bond y las películas de espías más psicologistas, tipo "El topo" de Alfredsson.
La tensión muy bien construida desde el primer momento y unas interpretaciones considerables. Caine desarrolla su papel con el piloto automático, pero hay que reconocer que borda este tipo de personajes de agentes británicos cínicos, eficaces y rebeldes.
Y Brosnan no desmerece. Su frialdad va muy bien con el sanguinario agente soviético al que da vida.
Junto a ellos el resto de personajes no brilla demasiado, pero es cierto que es sobre ellos dos sobre los que pivota la película.
Es cierto que hay ciertos mecanicismos en el desarrollo de la trama (el propio autor de la novela, el exitoso Frederick Forsyth firma el guión) para una historia que ya nos han contado muchas veces.
Pero por lo demás se disfruta muy bien. Han pillado muy bien el espíritu de la época (mediados de los años 80) y merece mucho la pena, bien sabido que no es más que entretenimiento.
Una debilidad personal: la actriz estadounidense Joanna Cassidy, que está en pantalla apenas 10 minutos, pero está soberbia y bellísima como ingeniera soviética eficaz y fatal.

Una película de espías con todos los ingredientes necesarios para entretener, aunque es bastante previsible en cuanto a cómo evolucionará la historia y también en la parte propagandística. No hay que olvidar que se realizó en el 1987, poco antes del colapso de la Unión Soviética, pero sigue siendo un fruto más de la guerra fría entre, en este caso, el Reino Unido y dicha potencia. El maniqueísmo es manifiesto, los ingleses (y los estadounidenses) son nobles, inteligentes y pacíficos, mientras los rusos, en especial algunos altos mandos y agentes, son violentos sanguinarios implacables.
Sería muy interesante ver alguna película de espías realizada en la Unión Soviética para recibir otra perspectiva de cómo se representan allí tanto los propios soviéticos como los del lado estadounidense o el inglés. No creo que aparezcan los españoles, porque en aquella guerra fría, y en la caliente actualmente con Rusia, teníamos un papel secundario más bien como seguidores de la potencia que nos toca.
* Lo mejor:
La acción y el misterio propio del género.
La fotografía de exteriores, aparentemente de diversos lugares de Europa.
* Lo peor:
La propaganda maniquea de la guerra fría.