La gran belleza

Una obra transcendente, un bello poema visual que hipnotiza. Poco más me atrevo a decir. Es una película para verla, sentirla y disfrutarla. Al final, uno no sabe muy bien que pensar al respecto, pero queda fascinado, pues todo es elegancia y ritmo y parece contener mensajes que van más allá de la mera experiencia consciente. Por mi parte, más de una vez he buscado escenas concretas para revisitarlas, como la escena final, que nunca me cansaría de visualizar, perfecto colofón a un bello poema. Sorrentino, sin duda, es un artista revolucionario del cine. Lo confirma en “La juventud” y en sus dos excelentes series “El joven papa” y “El nuevo papa”.

No tengo mucho que explicar, porque la experiencia de asistir a un pase de esta película no se puede traducir a palabras. Habrá a quien le parezca esto y lo otro y lo de más allá. Yo hacía años que no asistía a un derroche de creatividad y de sensibilidad tan poderoso, a una forma de cine que creía olvidada, más cercana a la poesía o a la música que al periodismo que hoy se ha apropiado de todo discurso. Todo ello con una contundencia visual, un humor, una socarronería y una inteligencia desbordantes.
Gracias Paolo!

Paolo Sorrentino se ha convertido en un director que ha retratado con acierto Italia en films como "Il Divo". De la mano de un decepcionado escritor y periodista, Gep Gambardella, asistimos en su esperada última película a una decadente sociedad poderosa, llena de pomposidad y en cuyos personajes superficiales hay debajo deseos más profundos. Es cierto que el film recrea excesos, pero también es majestuoso en el buen sentido. No me resulta especialmente emotiva, pero es de esas que su visionado es atractivo y, en algún momento, se aprecia la gran belleza a la que alude el título. Sobresalientemente realizada, cuenta con un arranque que te deja sorprendido, tiene unas escenas de fiestas muy bien logradas y aparte destaca la interpretación del actor Toni Servillo. Presente en festivales como los de Sevilla, Cannes y nominada en premios de asociaciones USA como mejor film extranjero, esta melancólica y grandilocuente propuesta triunfó en los recientes premios del cine europeo.

En si misma la pelicula, a mi modo de ver, no es muy interesante ya que no cuenta ninguna historia ni pasa nada en ella que valga la pena mencionar. Sólo hay fiestas de personas que sólo viven pero solamente con ver los maravillosos, grandiosos y sublimes antiguos edificios de la gran ciudad de Roma me basta.

Paolo Sorrentino realiza un gran trabajo inmortalizando ,como en un documental pero en mejor calidad, la gran ciudad de Roma. Ver sus edificios, jardines me transporta a la gran pelicula de Fellini Dolce Vita.

Una de las mejores películas del año si no fue la mejor,
como dice el titulo es una gran belleza esta película,
y también las imágenes hermosas.
Un buen trama muy bien llevada con momentos de comedia muy buenos,
pero sin perder el eje central de la película.
Un toque de excelencia a toda la basura que nos venden desde el norte,
un toque de vida que nos deja esta gran película.

Excelente