Amor

Me asusto al contemplar en esta película lo que significa el amor para Haneke. Para él cuidar de una persona con la que siempre has compartido tu vida, tus deseos, tu hija... es dar de ti sólo lo imprescindible. Vamos, más sentido del deber y obligación que amor. Tal vez lo que él quiere es redimir todos los pecados cometidos hacia Anne a lo largo de esa vida porque la misma protagonista verbaliza que él es “un monstruo, aunque bueno”. De hecho, la maltrata dándole un sonoro bofetón.
No hay ni pizca de ternura en ese hombre erigido en enfermero que sólo cumple con su deber y muestra más ternura por una paloma que por su esposa.
Al terminar de ver el film vas a informarte sobre el director y lo entiendes todo mejor. Haneke nació en la Austria del Anschluss con Hitler en su máximo apogeo y totalmente apoyado por una masa de austriacos corrientes. Tiemblo al pensar en su educación. De hecho, él mismo en su película “La cinta blanca” nos enseña sin pudor cómo eran y de dónde venían las personas que le educaron a él.
Algunas críticas muestran asombro y aprecian que sea un hombre el que toma las riendas de la situación. Yo pienso que el que este hombre haga lo que se debe hacer, no hace excepcional una situación que debería ser normal y natural si ha habido verdadero amor. Da pena pensar que esta película haya tenido más éxito por mostrar lo que la mayoría cree una situación excepcional que por lo que cuenta en realidad.

Gran drama humano, realista y duro desarrollado con el clásico estilo de Haneke de ritmo parejo y algo monótono (no en un mal sentido), pero que tiene la virtud de ir en aumento en cuanto a intensidad, manteniendo una atención constante aunque si no se ve con la suficiente atención y paciencia puede llegar a sentirse demasiado larga o tediosa debido a sus escenas simples que se extienden buscando crear una atmósfera, transmitiendo el drama que los personajes viven y exprimiendo hasta la última gota de sentimentalismo y emoción de la historia, lo cual puede considerarse poco original ya que se concentra exclusivamente en retratar la crudeza de la situación del personaje de Emmanuelle Riva, a lo que se le podría criticar también de ser muy reiterativo, aunque de eso precisamente consiste la trama y lo logra con efectividad. Las actuaciones son excelentes y la dirección tan sobria como atinada y encantadora. Altamente recomendable.

"Amor" es una película para emocionar, más que para pensar. El film tiene la factura formal de Haneke, grandes planos y sobriedad formal para relatar situaciones que son verdaderos puñetazos.

Una de las mejores cosas, en mi opinión, es que la película prácticamente en ningún momento cae en la sensiblería. A pesar del título, Haneke no nos presenta una pareja movida por una "sosegada pasión", ni por un baboseo engolado. No se aprecia una especial complicidad o admiración entre los personajes. Más bien se trata de dos ancianos que, con el tiempo, y tras toda una vida juntos, han aprendido a conivir. Apenas hay referencias a su vida pasada o a su juventud. La única concesión, desde mi punto de vista, es la figura de la paloma.

Tampoco el argumento puede considerarse especialmente rebuscado. Haneke nos muestra una historia desgraciadamente muy habitual y conocida por todos en nuestro mundo. Es más, los protagonistas parecen disfrutar de una posición económica más o menos desahogada, que permitiría sobrellevar estas tragedias cotidianas de una forma menos insoportable que para muchos mortales.

La trama carece de cualquier intriga, todo es un gran flashback. Desde el principio podemos conocer qué va a pasar.

Tampoco existe una preocupación por presentarnos unos personajes especialmente simpáticos. Es más, en algunas escenas el personaje de Trintignant llega a resultar antipático.

Y, dicho todo esto, lo cierto es que la película me ha sacudido, me ha removido algo muy dentro. Serán las grandes interpretaciones. O el dominio del espacio. O la música, que emociona y hiela a la vez. O el sonido, que llega a integrarse en los propios diálogos. En fin, será el "toque Haneke". Es muy fácil empatizar con los personajes, no puedes evitar sufrir con todos y cada uno de ellos. Y todo es puro miedo: a la enfermedad, a la soledad, a la falta de libertad... El amor se manifiesta en la muerte, y la muerte termina siendo un acto de amor.

Supongo que después de ver la película no sé nada que no supiese antes. Quizá me pueda servir para entender mejor a las personas que puedan estar a mi alrededor, o para ser más tolerante. En realidad, es como si me hubiesen estado dando bofetadas durante todo el metraje.

Una gran peli.

Por lo que he visto del cine de Haneke, si tenemos que hablar de un hilo conductor en su obras ese es el de la incomodidad y el desasosiego, que provoca en el espectador. Mientras estás en la sala de cine, aun siendo consciente de la genialidad de su autor, no puedes evitar sentirte ahogado en la oscuridad de la sala, y deseoso de que esa experiencia acabe y puedas salir a la calle y respirar aire puro.

El problema, o la virtud, de este film, es que si bien en los anteriores obras de este autor, esa incomodidad estaba circunscrita a aspectos de la vida por los que quizás uno nunca se vea obligado a transitar, en este caso, somos todos, absolutamente todos, los interpelados ante una obra que es un espejo de lo que puede ser y suceder con nosotros, sin que nada podamos hacer al respecto, de ahí lo excepcional y terrible de la misma.

Haneke hace un ejercicio magistral, mostrándonos con realismo, sin adornos, el inexorable deterioro de una mujer, y el comportamiento de su marido, que es el único que la reconoce como tal. No creo que sea casual, que estos papeles esten interpretados por Riva y Trintignant, porque al igual que el hombre asiste al terrible deterioro de su mujer, los espectadores que amamos el cine hemos visto a estos intérpretes, y podemos seguir viéndolos, en su exuberante juventud interpretando películas como "Hiroshima Mon Amour" en el caso de Riva, o "Z" en el caso de Trintignant, donde aparecen bellos y llenos de vida, frente a lo que son y a la vez interpretan en esta film.

Terrible, tremenda, real, respetuosa y no exenta de sensibilidad y multitud de matices y pequeños detalles que la engrandecen. La realidad , en su vertiente más desoladora, y el arte, nunca estuvieron tan unidos, contándonos y mostrando ante nuestros ojos, lo que puede ser, o a lo mejor, será.

“Amour” es una película muy dura incluso en algún momento terrorífica ( sobre todo en la segunda mitad) y no porque aparezcan fantasmas o asesinos con un gran cuchillo sino porque muestra la evolución de una enfermedad en una pareja de personas mayores y es inevitable el pensar que algo así me puede pasar a mi , o a ti , o a tus padres , abuelos etc.… y eso no es fantasía ni ciencia ficción, es una película que no recomendaría a nadie e incluso diría que quien la vea probablemente lo pasara mal pero pienso que es una película necesaria y útil que te obliga a pensar en cosas de las que nadie quiere hablar y que se evita ver.