Verdadera obra maestra, llena de ternura, que bucea en el alma humana. Resulta especialmente interesante su carácter autobiográfico, es la experiencia que vivió su director, Claude Berri (fallecido recientemente en 2009).
Saber que ocurrió en realidad te reconcilia con el ser humano, ya que dentro del desastre, la traición y la maldad que asoló a la Humanidad durante el nazismo, existía la capacidad de evolucionar y crecer como personas. Lo esencial para vivir es querer y que nos quieran. Vamos, que el amor neutraliza los prejuicios.
Claramente recomendable. Por cierto, la música, es preciosa.

Es un argumento sencillo, de siempre, con interpretaciones sinceras y brillantes, sin excesos ni para el humor, aunque hay humor. Todo está adecuado a su época, pero no anclado en el pasado.

Les Influye a los personajes la presión social, pero en cada fotograma se abre paso el desenlace. Almibarada, por qué no, es dulce y eso refuerza la historia preciosa que se cuenta. No sigo.

Cine clásico e imprescindible que animo a ver. Un oasis.

Es lo que cuentan, tal cual es. Logran hacerte vivir todo el proceso sin excesos, con unos actores brillantes, especialmente Harry Gilby (Charlie). Esta película visibiliza y normaliza una de las cosas que más inteligencia aporta a la humanidad, el respeto a quien es diferente a ti. Muy didáctica para el ámbito escolar por ser sencilla y convencional.
Nacho B.

La participación de Lola Marceli y Lourdes Bartolomé en esta película da sentido al argumento. Es un acierto que esté interpretado por ellas. La película muestra dos maneras de entender la vida, cuando no se pone fácil, una la de “La Spagnola” (Lola), insatisfecha, dolida, despechada... Otra la de Manola, su hermana, vital, positiva, aire fresco. En medio Lucía, la hija adolescente, que se debate entre la compleja relación con su madre y lo atractiva que supone la actitud de su tía ante la vida.

Me asusto al contemplar en esta película lo que significa el amor para Haneke. Para él cuidar de una persona con la que siempre has compartido tu vida, tus deseos, tu hija... es dar de ti sólo lo imprescindible. Vamos, más sentido del deber y obligación que amor. Tal vez lo que él quiere es redimir todos los pecados cometidos hacia Anne a lo largo de esa vida porque la misma protagonista verbaliza que él es “un monstruo, aunque bueno”. De hecho, la maltrata dándole un sonoro bofetón.
No hay ni pizca de ternura en ese hombre erigido en enfermero que sólo cumple con su deber y muestra más ternura por una paloma que por su esposa.
Al terminar de ver el film vas a informarte sobre el director y lo entiendes todo mejor. Haneke nació en la Austria del Anschluss con Hitler en su máximo apogeo y totalmente apoyado por una masa de austriacos corrientes. Tiemblo al pensar en su educación. De hecho, él mismo en su película “La cinta blanca” nos enseña sin pudor cómo eran y de dónde venían las personas que le educaron a él.
Algunas críticas muestran asombro y aprecian que sea un hombre el que toma las riendas de la situación. Yo pienso que el que este hombre haga lo que se debe hacer, no hace excepcional una situación que debería ser normal y natural si ha habido verdadero amor. Da pena pensar que esta película haya tenido más éxito por mostrar lo que la mayoría cree una situación excepcional que por lo que cuenta en realidad.