El solista

Una buena producción dramática que a pesar del potencial que se le presupone, cuenta con algunos errores que provocan que el resultado final no sea del todo satisfactorio. Joe Wright (Orgullo y Prejuicio - 2005) dirige con pulcritud esta cinta, donde otorga el peso de la producción en el desempeño de su dúo protagonista. Así, a pesar de las buenas intenciones por parte del equipo artístico, El Solista se topa de golpe con que el potencial con el que cuenta se limita al duelo interpretativo de Jamie Foxx (Collateral) y Robert Downey Jr. (Oppenheimer), pero es endeble a la hora de afrontar la historia sin tener que ser propagandística o encuadrar la desgracia del solista protagonista en la enfermedad que lo atormenta.

Dejando la obviedad de que se narra la historia de una persona enferma y todo lo que conlleva, esta es una producción amena, de fácil digestión que se ve sustentada por la pareja de actores que aparecen en cartel. Junto a ellos también encontramos a la siempre bien plantada Catherine Keener (Begin Again) y a Tom Hollander (Piratas del Caribe - En el Fin del Mundo). El Solista es una película bien realizada a la que engaña un guión que debería haber ido por otros derroteros menos sentimentales y haber afianzado más la manera de desarrollar una historia que, a pesar de estar bien narrada, le falta una pizca de ambición: cruzar esa línea que separa una película de cartel de cine de un telefilme. Aquí estriba la razón de su irregularidad, porque el poder de las actuaciones sigue ahí, pero la historia es simple y previsible, lo que convierte a El Solista en una cinta que podría haber dado más de sí si la historia hubiera estado más trabajada y haber profundizado en otros asuntos.

Y, aún así, el poder de atracción de esta película sigue vigente merced al tono con que está rodada y el entretenimiento que desprende desde su primer minuto.

La historia es insulsa, con el agravante de que dura casi dos horas. Lo único, que muy particularmente me salvaba de la frustración de no verle ningún futuro interesante a la trama, era lo guapo que es Downey Jr. y lo bien que sabe poner cara de despistado fatal irresistible. Pero a los quince minutos te preguntas si siquiera el director tenía claro si era un drama o una tragicomedia lo que quería contar. Porque entonces, para qué leches meter esa historia de la orina de los mapaches que no se soluciona de ninguna manera, señor Joe Wright?

Los personajes están totalmente borrosos, sólo se pretende ahondar en la vida del músico esquizo mediante soporíferos flashbacks (ah sí, de eso va la película, la historia basada en hechos reales de un prodigio esquizofrénico que acaba viviendo en la calle, y de un periodista que pretende sacarle de ella, sacando tajada de mientras). Pues bien, este buen señor tiene una pájara nada cinematográfica: no es peligroso, está más perdido que el barco del arroz, y le han colgado un deje absolutamente insoportable : hablar mucho y muy rápido con frases medio poéticas pero inconexas...

A pesar de los intentos faciales de expresar el dolor esquizofrénico del cooprotagonista, el verdadero drama de esta película son los estilismos que le han encasquetado a Jamie Fox y a algun otro homless que por allí pasaba. No había visto más trajes de lentejuelas desde que Sara Montiel hizo la publicidad para MTV. Tras el cuarto disfraz en escena nada tenía sentido.

Por otro lado, a esta película le deberían haber puesto de sobrenombre ¿Cómo odiar el nombre de Nathaniel en 117 minutos? la respuesta es fácil: haciendo que aparezca en el 85% de las frases del guión.

Mirando el lado humano, se supone que el MÁS que remarcado background de locura y suburbio debería afectar a nuestra conciencia social. Pero con su tratamiento de planos-edición se me hacían payasos en un circo, y eso me molesta aún más porque son verdaderos sin hogar al parecer.

Salvo como bueno, los planos aéreos cenitales del inmenso entrecruzado de carreteras de L.A. (pero con 3 ya me valen, no te sabes esa regla? la del 1, 2, 3 se acabo la repetición?) Y Si tengo que hablar de puntos de inflexión, giros de guión, o desenlaces dignos, mejor sigo hablando de lo guapo que es Downey Jr.

No pierdan el tiempo y váyanse a ver Shine.

Si se trataba de redenciones personales/musicales, me quedo -y cómo- con "Shine" la gran película protagonizada por un enorme Geoffrey Rush que contaba la vida del músico australiano -mentalmente complicado- David Helfgott.
Si se trataba de retratar la marginalidad en las grandes ciudades me quedo -por ejemplo- con "Central do Brasil" de Walter Salles, con una gran Fernanda Montenegro.
Si se trataba de mostrar el trabajo de un cronista/columnista de un diario de una importante ciudad, me quedo -por qué no- con "Sostiene Pereira" con el inmenso Mastroianni protagonizando un viejo periodista y su compromiso político contra el totalitarismo en Lisboa.
Si se trataba de mostrar y fotografiar Los Angeles, me quedo con la maravillosa "Short Cuts" de Robert Altman.
Si se trataba de aprovechar el gran carisma de Robert Downey Jr y el talento de Jamie Foxx me quedo con "Chaplin" o "Ray" respectivamente.

Es que... y bueno... La película no es mala, mas o menos se deja ver.. pero hoy estoy ODIOSO.

Drama que nos habla de la vida de un vagabundo violinista con esquizofrenia, y de un periodista que le conoce y que trata de ayudarle (mientras escribe sobre él en su periódico).

La verdad es que "The Soloist" es la adaptación de una novela que, a priori, contaba con una buena historia con potencial para hacer una película profunda, con sensibilidad y sentimentalismo. Contaba con una puñado de reputados actores destacando al dúo protagonista (Jamie Foxx y Robert Downey Jr.). Y también contaba con un director prometedor que ya obtuvo grandes elogios gracias a su anterior trabajo (Expiación). La verdad... es que esta película estaba hecha con la intención de ganar premios (para que nos vamos a engañar, es un producto de los Weistein).

Sin embargo "El solista" acaba siendo una oportunidad perdida. Un producto que desaprovecha la oportunidad de narrar una historia humana bonita (y es una lástima, porque "El solista" al menos nos enseña a ratos la cara de los Estados Unidos que nunca nos quiere mostrar Hollywood: la de la mendicidad... que es mucha).

La pena es que en ningún momento se deja de pensar que a esta cinta le falta algo. La película se queda a medias, no llega a ser ni excesivamente profunda ni excesivamente "tragicómica". Para poder transmitir lo que quiere transmitir Wright, hubiera necesitado una mejor elección de los momentos y diálogos (que se quedan en la anécdota frígida), hubiera necesitado una sensibilidad narrativa especial con sutileza en sus momentos, un mayor riesgo a la hora de elegir los silencios entre personajes, las escenas con simbolismo o conmoción, etc. En definitiva, cosas que lograran comprender al espectador la esencia completa de lo que significa vivir en la calle, lo importarte de una amistad tan inconcebible, etc.

Pero eso no se da. La cinta es poco arriesgada, excesivamente formal, con situaciones frías y distantes mal elegidas o ejecutadas (cuando pretende dar pena da risa, y cuando pretende dar risa da pena), con un ritmo lento con algún momento sentimental muy de vez en cuando, y con (para colmo) poca química entre el dúo protagonista que hace de su amistad algo forzadísimo y para nada natural.

En fin. Una pena sobre todo por Robert Downey Jr. que como siempre salva el pellejo con su actuación (siempre hace con sus protagonistas gente al menos mínimamente carismática). Pero la historia no cuaja, se eligen mal los momentos, y además la cinta no sabe en que centrarse (si en la formación de la enfermedad de Nathaniel, si en la vida del antihéroe Robert Downey Jr, si en los problemas de pobreza de Los Angeles, si en la vida rutinaria del psiquiátrico y sus pacientes, etc) sin profundizar en nada bien.

Lo mejor: Robert Downey Jr. que aporta una mínima frescura y dinamismo al film con su carisma.
Lo peor: Jamie Foxx en los primeros minutos (imposible creérselo en la primera impresión).

Steve López (Robert Downey Jr.), columnista de L.A. Times, conoce a Nathaniel Ayers (Jamie Foxx), un "sin techo" dotado magistralmente para la música, pero con problemas mentales.
Magistral Robert Downey Jr. como siempre y buen acompañamiento de Jamie Foxx, el resto del reparto no tiene peso en la película. Poco más se puede reseñar, el aspecto visual es correcto en general, aunque no me termine de convencer la dirección de Joe Wright.