Sucesor designado (Serie de TV)

Dejando de lado las naturales protestas que siempre aparecen con este tipo de productos; de que si es una propaganda gringa, de que si se parece a 24, y cosas por el estilo, ya hablando de la serie como tal, debo decir que me pareció entretenido y el capítulo se pasó rápido.

La historia se centra en dos frentes, por una parte, vemos como el protagonista, una persona normal, sin mucha experiencia política, se enfrenta a una nueva situación y deberá adaptarse y mostrar fortaleza frente a sus colaboradores y frente al mundo, en este nuevo reto de dirigir una nación en medio de una nueva guerra. Por otro lado, tenemos lo que concierne a la CIA que investiga el origen de estos atentados.

Si bien aparecen varios clichés, como el típico hijo adolescente rebelde, uno que otro nacionalismo del tipo: “Tenemos el mejor servicio secreto”, y que además los diálogos no son geniales, si hay que reconocer que es un producto que cuenta con la calidad de este tipo de producciones, es decir, buen presupuesto, buen casting. Para los que nos gusta un drama lleno de acción y giros inesperados, esto tiene esos ingredientes y con ese propósito es hecho.

Temporada 1: Entretenida y enérgica serie. Desde su primer episodio, “Designated survivor” engancha al espectador y no lo suelta ni un instante. Un guion sólido, unos actores correctos y un ritmo trepidante, hacen de esta serie un excelente pasatiempo. Una serie que probablemente no será la más galardonada de la temporada, pero que seguro dará que hablar.
Kiefer Sutherland hace un gran papel como presidente Kirkman y consigue que nos olvidemos de que poco tiempo atrás era el agente todoterreno Jack Bauer. Los actores secundarios también hacen un muy buen trabajo.
En conclusión, "Designated Survivor" es una buena serie y espero que podamos disfrutarla muchos más años.

La temporada 2 desafortunadamente fue de más a menos y dejó de ser el buen thriller que fue en su primera temporada. (La cadena ABC la canceló).

Netflix, consciente del potencial de la serie la resucitó para una tercera temporada que, aunque irregular, tenía grandes momentos, sobre todo en sus últimos episodios.

No se pierdan la primera temporada. Y la tercera es un buen cierre.

Es tan insoportablemente panfletaria que me recuerda a la Guerra Fría de los sesentas. Además es poco o nada creíble por lo recargada que es. Al presidente de EE UU le pasa de todo y todo junto, es como en los dibujitos animados donde el tipo va caminando y siempre tiene la nube negra encima con el rayo cayéndole. Y poco creíble porque se personifica al presidente mas o menos como si fuera Mahatma Gandhi, que digo Gandhi, como si fuera San Francisco de Asís!!! Déjense de joder... Y por supuesto, como panfletaria que es, EE UU es la nación más beatífica y honrada sobre la faz de la Tierra y los otros son a cual peor que el otro, o sea, más malo no se consigue. La actuación de K. Sutherland, siendo benévolo digamos que es correcta aunque hace gala, como siempre, de su inexpresividad, si pusieramos un androide a actuar sería mas o menos lo mismo. La serie va de mayor a menor y a la mitad de la segunda temporada no la soporté más y la dejé de ver. Hasta ése momento era medianamente entretenida a pesar de toooooodo lo malo que tenía. En fin... si no tienen nada mejor que ver....

Completada la tercera temporada -y cancelada la serie de aquí en más-, quisiera resaltar que a diferencia de opiniones leídas y recibidas, diciendo que una vez descubierta la conspiración de la primera temporada, el resto pierde atractivo, no comparto la opinión. En principio, presentar la remotísima hipótesis de que a consecuencia de un acto terrorista quede al frente del gobierno de USA un "Designated Survivor" -sobreviviente designado por el presidente en ejercicio y que deberá encontrarse en la Casa Blanca (o fuera del ámbito de reunión) en ciertas ocasiones en que toda la línea sucesoria constitucional esté en un lugar común (en este caso, el Capitolio)-, la idea es tan insólita como veraz. Nunca ha ocurrido; así como tampoco que sea justamente el designado (Kiefer Sutherland) un miembro ajeno al Congreso -arquitecto, secretario de vivienda en situación de renuncia- quien no pertenece a ninguno de los partidos históricos; los cuales -después del independiente George Washington-, se han alternado siempre en el gobierno. Y ello, abre un abanico de posibilidades de abordaje de la multiplicidad de situaciones a enfrentar desde una óptica no convencional, motorizada por la personalidad del nuevo presidente -un cincuentón increíblemente "idealista y principista"- que debe completar el mandato y cuyas posturas ofician de disparador de incesantes cuestionamientos a los tradicionales métodos de acción "del sistema bipartidista". Anquilosado bipartidismo que tiene diferencias ideológicas entre sí, pero que también tiene "formas de convivencia aceptadas y aceitadas" mutuamente con altísima resistencia a ser subvertidas.
Siendo éste el meollo de la cuestión de principio a fin, no considero necesario extenderme más en los hechos y personajes intervinientes, ya que a mi criterio el valor singular de esta serie está justamente en eso: la presentación de una alternativa "ahistórica" que deja lugar a numerosas disputas, reflexiones, decisiones y elaboraciones político-filosóficas que siempre mantienen un adecuado nivel de lenguaje. Y que son, como mínimo, muy interesantes.
¿Hay debilidades? Por momentos sí; aunque no conspiran para que el resultado final permita decir que es una serie recomendable. No será la incomparable "The West Wing", ni la inefable "House of Cards", pero es una buena discípula.

No las tenía todas conmigo con esta serie y menos después de ver House of Cards. Me puse a verla y capítulo a capítulo me fue enganchando de manera brutal. La historia es trepidante desde el primer minuto. Eres un secretario de vivienda acabado, te ponen de superviviente designado (una formalidad por si desaparece dramáticamente todo el congreso y hay que asegurar la continuidad del gobierno) y te conviertes de la noche a la mañana en el hombre más poderoso del mundo.

Acción, intriga, política, terrorismo, actualidad y eso si, mucho patriotismo americano. Una serie muy interesante que esperemos nos depare mucho más. Muy buena trama y un Kiefer Sutherland fantástico.

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