La venganza de Ulzana

Unos indios apaches huyen de la reserva, haciendo salvajadas a su paso por los poblados de colonos que se encuentran. Sin orden ni control, su único objetivo es aniquilar todo, arrancando el corazón y violando a las mujeres americanas. Esta visión de los indios que ya estaban en esas tierras cuando llegaron los conquistadores parece justificar las buenas maneras de los inmigrantes europeos que se hicieron con la plaza a base de luchar.

Resulta curioso que, hoy en día, apenas queden nativos americanos en EE.UU., mientras que en Latinoamérica hasta hay tribus aborígenes todavía. “Unos crían la fama y otros cardan la lana”. 25 universidades había en latinoamérica cuando se abrió la primera en EE.UU. Catolicismo contra anglicanismo, con Dios o Jesús como trasfondo.

En la película se enfrenta la praxis de McIntosh, un explorador experimentado que conoce a los apaches como la palma de su mano, con la juventud de un oficial, hijo de un clérigo, que es fiel a la religión y la ley.

Los escenarios naturales son bonitos, y se contraponen con lo que se acostumbraba hacer en los spaghetti western de los 60. Parece que los créditos del final quieren decir “este es un auténtico western, de los de pata negra de Ford y Hawkes”.

Film de indios con un desarrollo lineal salvo en un par de estrategias del guión que se hace entretenido, muy buena aportación de Burt Lancaster y bastante floja la del resto del reparto. A la actuación de los indios no se les puede pedir mucho, sólo tenían que poner cara de indios y dar unos cuantos saltos y disparos, y es la única interpretación que hacen (salvo la del indio aliado que está bien). Las escenas de acción son de lo más básico que se despacha, bastante sanguinarios con los animales por cierto, pero pasable en cuanto a la acción. En general si no fuera por la falta de sentido que le veo al desenlace, sería una película de indios tirando a buena, pero con este hándicap del final para mí insalvable no le puedo dar el aprobado.

Interesante e impactante, (debido a la cantidad de violencia que contiene), western crepuscular que firma el gran Robert Aldrich, autor de westerns tan memorables como "Veracruz", o "El último atardecer", y en el que se nos muestra a un otoñal Burt Lancaster en un papel oscuro y repulsivo, muy alejado de los papeles de pícaro salvador de almas cándidas que le dieran fama, (El temible burlón, El halcón y la flecha)...
Impactantes escenas y un regular reparto en el que sólo destacan el televisivo Lloyd Bochner, (Hong Kong, El Equipo A), y Richard Jaeckel.
Una película sencilla que tan rápidamente se ve, como se olvida.