El Álamo: La leyenda

El Álamo, versión John Lee Hancock, empezó ya con desventaja, como les ocurre siempre a las películas que son remakes de cintas famosas, o que simplemente se deciden a contar la misma historia. En este caso, está el recuerdo de la película dirigida y protagonizada por John Wayne. Palabras mayores.
Pero el problema principal de El Álamo no es tener que luchar contra las (injustas) comparaciones. Su principal problema es que su capacidad para emocionar es escasa, muy escasa, y que todo su impresionante despliegue de medios (la reconstrucción de la misión, los decorados, el vestuario, el maquillaje, los efectos visuales de batalla...) no le sirve de mucho para lograr calar en el corazón del espectador. Todo nos suena a ya visto, y a cartón piedra, y su tufillo patriotero tampoco es una ayuda. Además, sorprende lo mal que está un señor actor como Dennis Quaid, que se pasa dos horas con cara de enfado y mirada asesina (ver su final, cuando decide cuál va a ser el destino de Santa Anna).
Por suerte, otros actores como Billy Bob Thornton, Jason Patric o un sorprendente Jordi Mollà sí logran encontrar la humanidad de sus personajes, hombres que se comportan como hombres (aunque esta afirmación igual ahora se puede considerar machista, pero bueno, me han entendido: hombres como se entendía esa palabra en tiempos pasados) por la libertad de su tierra, Texas. Además, la cinta es entretenida y puede servir para dar a conocer este episodio de la historia texana, mexicana y estadounidense al público menos iniciado en la materia. El siglo XIX en Estados Unidos es fascinante. Busquen más información si les interesa.
Pasable, pero daba para mucho más, sin duda.

Lo mejor: El despliegue de medios del que hace gala, el entretenimiento que al menos proporciona y la interpretación de Billy Bob Thornton, Jason Patrick y Jordi Mollà.
Lo peor: Es cartón piedra en su grandilocuencia y fallida emotividad. Y, para qué negarlo, la sombra de la cinta de John Wayne es alargada, muy alargada.

Es cierto que ocurrió así. Primero vi esta y luego la de John Wayne.

Por ello, le tengo mucho cariño a este películón, que lo es. Me enamoré de muchas escenas de la película que muchas veces me he acabado creyendo que era yo su protagonista. Por otro lado, la fotografía es excelente (algunos exteriores están muy logrados). Los actores cada uno cubriendo su historia y su rol de una manera magistral.

Pero, además de impactarme los hechos narrados en este film, lo que me acabó enamorando de ella fue la pedazo banda sonora que se marca Carter Burwell ("El degüello", la versión de "La zandunga", la maravillosa "Last night"). Esa banda sonora me hizo tener a mí los sueños más bonitos de mi vida y me ayudó a sobrevivir a mi vida.

Jo, como amo este film. Muy representativo en mi vida para siempre.

Pues eso, patriotismo estadounidense hasta empachar al mismo Charlton Heston. Y por si fuera poco, maniqueo. Estos mexicanos... viene otro país, les roba un estado ¡¡y encima pretenden recuperarlo!!

La película en cuestión, entretiene, pero se desarrolla de una manera tal, que da la sensación de que no acaba de arrancar. A mi modo de ver, o sobra contenido argumental, o falta metraje. Sinceramente, creo que con un poco más de duración, el film quedaría mucho mejor. No obstante merece la pena verla. En algunos momentos se transmite una sensación de aislamiento y desasosiego, próxima a la película de John Wayne. Esta, evidentemente sigue siendo mejor.
El contenido patriótico, es totalmente compresible. Texas fue y sigue siendo uno de los Estados emblemáticos de los EEUU, y el Alamo constituye toda una seña de identidad para los norteamericanos. Por ello, es necesario ver la película desde una perspectiva adecuada. No solo se hacen películas patrioteras y propagandísticas en Estados Unidos.

Esta película del género histórico-bélico no se puede catalogar como mala, pero tampoco es un claro exponente a la virtud. Al principio, la verdad es que cuesta conectar con la trama y más si no tienes las básicas nociones históricas para saber quién es uno y quién es otro y cuál fue su papel. La verdad es que este tipo de películas me gusta, porque luego me meto en internet y amplío la información, con lo que a la vez tengo una mejor comprensión de la misma y aprendo historia.
La película en sí empieza cuando llegan al Fuerte Álamo, desde ahí hacia atrás todo es un argumento bastante pesado e inconexo, la cual utilizan para mostrarnos los personajes principales y sus caracterizaciones, pero lo hacen sin enganchar al espectador. En cierto modo, esto es necesario, pero lo podían haber hecho de otro modo, no sé....
Las escenas de lucha... ni fú, ni fá... se disfrutan bastante (sobre todo los cañonazos) si tienes un home-cinema como Dios manda, pero no son para nada espectaculares y no es muy espectacular a la vista tampoco que sean escenas nocturnas (nada que ver con las batallas en formación que se pueden ver en El Patriota, por ejemplo).
Lo más humano de la película es el comentario que le hace un esclavo negro al otro mientras están en el pozo que les han mandado cavar (y que no reproduciré por no chafarle la escena a alguien). Me parece de una gran calidad humana y un claro ejemplo de lo que habrían de sentir esas gentes en esos tiempos difíciles.
En definitiva, no me gusta el papel de malos que se le da a los mejicanos, pues para mi son los auténticos héroes de este filme y no los americanos. Vale que el general es cruel como él solo, pero estaba haciendo lo correcto: recuperando lo que es de Méjico, para Méjico. Por lo tanto el enfoque tan patriótico (comprensible por otro lado, visto el bando que ha realizado la película es americano) no me termina de enternecer.

Pero bueno, en general es una película-espectáculo con historia de por medio que no decepciona en lo que al disfrute en una tarde aburrida se refiere. Lo bueno es, eso, que te abre la mente para indagar en la historia de El Álamo y aprender más sobre lo que has presenciado gráficamente.