Gandhi

El actor y director Lord Richard Attenborough, natural de Cambridge, siempre ha destacado por sus interpretaciones bajo el mando de legendarios realizadores como David Lean (Sangre, Sudor y Lágrimas), Otto Preminger (El Factor Humano) o de más contemporáneos como Steven Spielberg (Parque Jurásico) o Kenneth Branagh (Hamlet). Así también es recordado en su papel secundario en “La Gran Evasión” (The Great Escape, 1963) de John Sturges.

Su carrera de director destaca por la innata necesidad de elaborar “biopics” (Chaplin) o hechos de la historia (Un Puente muy Lejano; Grita Libertad) trabajados con una minuciosidad rigurosa que ha acabado contrariando respuestas por parte crítica y público lamentando el derroche de superproducción que supone cada una de sus películas, citando éstas últimas. Si exceptuamos, entre otras, “Magic”, obvia película de terror psicológico donde Anthony Hopkins se ponía bajo sus órdenes interpretando a un paranoico ventrílocuo.

“Gandhi” tal vez se cuenta entre una de las superproducciones de éste hombrecito de aspecto bondadoso que pretendía relevar a David Lean del trono de lo más magnánimo en cuanto a gran espectáculo. Es incuestionable el hecho de que no reparó en gastos y que Hollywood no le quitó el ojo de encima otorgándole ocho estatuillas de la Academia, inluyendo mejor película, director y actor principal (mérito al sobresaliente Ben Kingsley).

La película cuenta los inicios del apodado “apóstol de la no-violencia” como abogado en Sudáfrica, siendo testimonio directo de las injusticias del gobierno contra los hombres de color y sus vías pacíficas para revocar leyes segregacionistas, su capacidad para alzar las masas así como su regreso a la India, país que desconocía debido a su educación enteramente británica y su enfrentamiento con el país colonizador; así como su propio pueblo que representaba a una gran mayoría hindú contra una minoría musulmana, a los que consideraba a todos hermanos.

La lucha de Gandhi se inclina cada vez a un plano más espiritual (sus ayunos como arma para disolver los enfrentamientos que él mismo ha provocado como levantamiento) mientras su figura se convierte en objetivo de interés por todo el mundo, preocupado más por la II Guerra Mundial y sus consecuencias.

Entre el reparto participaron actores de la talla de Candice Bergen, Martin Sheen, Trevor Howard, John Gielgud, John Mills, Edward Fox y un todavía desconocido Daniel Day-Lewis.

Sin discutir la calidad que tiene la película ni la interpretación majestuosa de Ben Kingsley, sí me gustaría decir que sobran por lo menos 30 minutos de metraje.

Gandhi de Richard Attenborough, es un drama biográfico basado en la vida del líder espiritual. Dirigida con un ritmo lento y pausado, es interesante por la trama en sí, y por saber sobre la vida de Gandhi, aunque es algo soporífera y tediosa, realizada de modo personal y objetivo, y bien trabajada en múltiples detalles, es de gran talla técnica, pero carente de pasión.
La fotografía, es alusiva a la India y sus paisajes, bella, espléndida y rica en matices, y desde luego inspiradora y atractiva para el público, que se transporta in situ por su excelente trabajo de imágenes. Y la música, es evocadora y sugerente del país, con sonidos autóctonos de principio a fin, y usando canciones rítmicas e idóneas a la trama, que gustan por ser melódicas y apropiadas para el film.
Las actuaciones, son verosímiles, cumplidoras y correctas. Con Ben Kingsley oscarizado por su sobresaliente papel, y con notables actuaciones de Roshan Seth, Martin Sheen, Ian Charleson, Edward Fox, Candice Bergen, y con la curiosidad del pequeño papel realizado por el primerizo Daniel Day-Lewis. Los cuales emplean una narrativa sugerente, académica y equilibrada, que gusta escuchar por ser impoluta y educada, usada en particular por el personaje principal con tono afable, acogedor y afectivo.
El guion, es biográfico y basado en la vida de Gandhi, con toques interesantes que nos hacen aprender sobre la vida del líder espiritual, por lo que es realista, provocadora e inspiradora por su "pacifismo", aunque algo larga y tediosa para digerir sin bostezar. Resaltando también los planos y movimientos sobrios y bien trabajados en un lúcido trabajo técnico, y unos vestuarios y caracterizaciones totalmente evocadores, en una excelente y oscarizada labor, por la dirección artística y vestuarios, que literalmente te trasladan al lugar.
Por lo que, en definitiva, la considero una obra biográfica e imperecedera, por sus 8 oscars que la avalan como gran trabajo técnico, pero que carece de pasión y emoción a la hora de calar en el espectador. Y además es muy lineal y más parecida a un documental que a un film. Recomendable para los que quieran documentarse sobre la vida de este líder singular, y para los que busquen grandes superproducciones. Pero desaconsejada para los que no quieren cintas lentas, interminables y carentes de altibajos que enganchen la total atención del espectador.

Notable biopic que nos ilustra sobre la figura de Mahatma Gandhi, líder espiritual y político, que fue capaz de aunar a las masas de un país muy dividido, tanto en lo religioso como en lo cultural, racial y de clases, como era la India, en la época del colonialismo británico. Estupendamente interpretado por Ben Kingsley, nos muestra a un Gandhi, recién licenciado en Derecho en Gran Bretaña, cuyas dos preocupaciones en la vida son, la Verdad y la Justicia. Hombre inteligentísimo y astuto, demostró ser un gran estratega, a la altura de los grandes generales de la Historia y con su política de no violencia y resistencia activa, generó no pocos problemas al gobierno de turno, primero en Sudáfrica y luego en su país India. Esta película nos narra muy bien quién fue Ghandi, lo que pensaba, los ideales que tenía y cómo pensaba llevarlos a cabo...( sigo en el spoiler ).

Tarde ha llegado a mis manos este film, pero más vale tarde que nunca. Me ha encantado. Un fenomenal repaso por la vida (obra y milagros) del señorito
Gandhi, que, aunque ya lo comenta el Attemborough, no cubre totalmente lo que fue la gran vida de éste hombre, lo hace muy pero que muy bien. Siempre interesante, consigue mantenerte atento y tomarte ese intermedio musical a la antigua sólo como descanso para los ojos... una vez más interesante muy interesante, y muy bien hecha (para mi gusto la mejor de R. Attemborough), que todos deberiamos ver de vez en cuando para recordar que hubo alguien que lucho por lo que realmente se debe luchar, y cómo se deben hacer las cosas: "la fuerza de la razón"