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El caso Heineken

Drama. Thriller. Acción Narra la historia del "secuestro más famoso del siglo": en 1983, el magnate de la cerveza Alfred Henry Heineken es secuestrado, junto con su chófer, por una banda que exige 50 millones de dólares por su libertad. (FILMAFFINITY)

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Críticas 27
Críticas ordenadas por utilidad
4 de diciembre de 2018
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Hay sucesos reales que superan a la ficción de las mentes más calenturientas, ciertamente y el secuestro del dueño de la marca de cervezas Heineken es uno de ellos. Este suceso ocurrido en la década de los 80 era carne de película y así ha terminado siendo, pero lo que era difícilmente imaginable es que algo tan traumático y a la vez tan interesante acabase siendo semejante tostón y semejante aburrimiento
De thriller tiene poco, la verdad, porque la emoción no se ve por ningún lado y de drama humano tampoco es que tenga demasiado, que digamos, a pesar de los denodados esfuerzos del director para que empaticemos con los secuestradores. Se notan demasiado las ganas que tiene el directo para representar a la víctima como a un cabrón cerdo capitalista y a los secuestradores como personas que se han visto abocadas al crimen, intentando escapar de una realidad que los oprime y los aliena. Un fallo garrafal que tiene el film, a mi forma de ver, de un director no demasiado talentoso como se vio en la saga Millenium.
Del reparto tampoco se puede destacar gran cosa: el otrora grandísimo Anthony Hopkins se ha acostumbrado a hacer papeles que no valen un duro. Ha pasado de ser una garantía de calidad en las películas a ser casi un lastre por sus ganas de engordar la billetera; la carrera de Sam Worthington ha caído en picado a la espera de que las secuelas de Avatar lo saquen del ostracismo en que se encuentra y John Sturgess ha hecho buenas películas pero yo ya las confundo porque no distingo muy bien su careto de no saber por dónde le vienen los palos.
En definitiva, una película muy aburrida
Ford Farleine
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29 de mayo de 2019
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Terminando de ver “Kidnapping Mr. Heineke” (2015) de Daniel Alfredson con Anthony Hopkins, Jim Sturgess, Sam Worthington, Ryan Kwanten, Patrick Kearns, entre otros. Película de acción y suspense belga, basado en el libro “De ontvoering van Alfred Heineken” (1987) de Peter R. de Vries y en el caso real del secuestro de Alfred Henry Heineken, magnate holandés de la cerveza, y una de las personas más ricas de Los Países Bajos, cuyo caso conmocionó a la sociedad europea de principios de los 80, por el que se pagó un rescate de $50 millones, siendo el mayor rescate jamás pagado por una persona. El filme reconstruye al detalle todas las fases del que, para la opinión pública fue “el secuestro del siglo”: La planificación del rapto, la feroz persecución por parte de Interpol y la tensa lucha psicológica que mantuvo Heineken con sus secuestradores. Como producción, es la 2ª ficcionalización cinematográfica del caso, ya que en 2011, el holandés Maarten Treurniet retrató los sucesos en “De Heineken Ontvoering”; por lo que esta producción tiene el punto de vista de uno de los secuestradores, Cor van Hout, el cual está basado en entrevistas con él y Willem Holleeder en 1986, durante su arresto en un hotel en Francia. Como dato, ambos le pidieron a de Vries, el libro no se publicara hasta después del juicio, Por lo que el autor agregó varios capítulos adicionales sobre eventos posteriores. Así tenemos una historia interna de la planificación, ejecución, resentimiento y caída final de los secuestradores; pero el desarrollo adolece de psicología, y se decanta por una acción sin misterio, sin tensión ni estrés, y se centra en cómo la crisis económica afecta a un grupo de amigos, por lo que el fondo es tratado superficialmente y no se decide a desarrollar en profundidad ninguna de las vetas argumentales que propone. En definitiva, nos quedamos con ganas de ver más de la relación entre secuestradores y secuestrado, más sobre la personalidad de Freddy Heineken, y más sobre los conflictos internos que atraviesan los inexpertos delincuentes. Sobre los actores, Anthony Hopkins hace de Anthony Hopkins, creo que desde Hannibal Lecter no ha hecho algún papel memorable; Jim Sturgess es re-plano, y solo Sam Worthington tiene un interés que ni el guión ni el director se decide en explorar… ya ni hablemos de los demás. Es cierto, el filme nunca aburre, pero tampoco deslumbra ni arrebata, no toma nunca ningún riesgo, no entra en metáforas ni en realidades más allá de las causas y son dejadas de lado; y se decanta a lo seguro. De hecho, no tiene inventiva al ser un filme de ficción, basado en hechos reales, o de capacidad crítica por todos los temas de época mostrados. No es casual que Peter R. de Vries, autor del libro en que se basó el filme, no asistiera al estreno de la película, porque no estuvo de acuerdo con el resultado final. Según él, sintió que los eventos descritos en la película eran muy diferentes del secuestro real como lo había descrito en su libro. Y por extraño que parezca, de Vries había aceptado participar en la realización porque sentía que la primera película sobre el famoso secuestro anteriormente citada, tampoco había sido precisa con muchos de los hechos históricos. Para muestra, lo más básico, las botellas verdes de Heineken utilizadas en la película, no son correctas, pues en ese momento Heineken solo se vendía en botellas marrones; y según los créditos finales, Freddy Heineken murió en 2003, pero en la realidad murió en 2002. Lo que sucedió fue un giro espectacular de los acontecimientos, pues 2 hermanas de Willem Holleeder, Sonja (Jemima West) y Astrid; junto con una de sus ex novias, se volvió contra él, y dio declaraciones a la policía sobre su participación en la ordenación de varios homicidios, entre ellos, el de su ex hermano y cuñado de sangre, Cor van Hout en 2003. Willem se había convertido en un líder del inframundo holandés; y a partir de 2015, él está bajo custodia en espera de juicio por sicariato, sin embargo, no en relación con el caso de Cor van Hout. Total, para bien el filme resume lo básico y no dura más de 100 minutos; y para mal, el filme es absolutamente convencional. “Hay 2 formas por las cuales un hombre puede ser rico, tener un montón de dinero o tener un montón de amigos, pero nunca puede tener ambos”
RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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23 de mayo de 2020
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Los críticos fueron contra esta película al parecer (como ya lo han hecho otras veces). Y es cierto que no hace nada especialmente bien. Pero la dureza de la crítica tampoco parece justificada. La verdad es que hace todo de manera mediocre y genérica.

Quizás el mayor pecado sea que luce holgazana, como sin entusiasmo por realmente cargar de fuerza y emoción al film, inteligencia o chispa en el diálogo de los personajes, o alguna vuelta de tuerca o sorpresa en la trama o en la forma de ejecutarla.

Se cuenta una historia sin más, y eso es para mí mediocre, no un asco. Habiendo dicho eso, es tan genérica que no la recomiendo, para ser sincero.
BlindSeeingEye
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4 de octubre de 2021
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Basada en el rocambolesco secuestro del magnate de la cerveza Alfred Heineken en los años 80 esta co-producción con nombres internacionales se limita a cumplir el trámite de ser una película entretenida sin más. Eso sí, cuenta con una gran actuación del veterano Anthony Hopkins (El Padre) como el poderoso Heineken.

Dirige el sueco Daniel Alfredson (Milenium) que aporta escenas realistas de acción y un estilo sobrio a la hora de ejecutar su dirección con planos secos y fríos. Además, intenta aderezar la obra adentrándose en el extracto social de la época mostrando familias necesitadas, acercándose un poco, repito un poco, a Ken Loach y su cine de denuncia. Pero lo que realmente importa aquí es el secuestro y el desarrollo de la caza de estos personajes que se encuentran es esa situación de necesidad. Liderados por el competente Jim Sturgess (Asylum: El Experimento) y Sam Worthington (Avatar), la banda de maleantes "forzados" cumple seriamente con lo que les exige el guión, sin que ningún actor haga deméritos para quejarse de él a la hora de calificar esta entretenida película.

Es una cinta que sabe usar el tempo y se deja ver hasta el final, con interesante producción basada en la Amsterdam de los 80, pero que no se queda en la retina salvo por un gran Hopkins y el darnos a conocer el caso del secuestro del señor de las cervezas, un hecho que merece ser oído y visto en una época en que cada vez nos cuesta más aprender y conocer sobre nuestro pasado. Aunque sea un secuestro que nos cae lejos en el tiempo y en la distancia, dejó constancia de ser uno de los que mejor se ejecutó y, al mismo tiempo, dejó constancia del buen hacer de la policía siguiendo la pista de los secuestradores.
Siferval
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12 de mayo de 2023
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Un caso real, que siempre da mucho juego. Está bien hecha, se ve bien, se deja ver. Actores poco conocidos. Sale bien el secuestro, incruento, con pago del rescate. Todo parece que salió bien. Y sin embargo el director es capaz de transmitirte la idea de que algo va a salir mal, que no lo van a conseguir.
El problema es que no saben qué hacer con el secuestrado una vez que han conseguido el rescate.
La película no narra cómo la policía es capaz de saber dónde estaba secuestrado. No se explica y la vedad es que queda raro. Sí sabían donde estaban pero no cómo habían llegado hasta allí...
Es un director para mi desconocido, es la primera película suya que veo, no está mal. La información que he consultado por internet dice que la policía siempre subo dónde estaban porque habían recibido una nota anónima comentando los detalles. Pero tampoco se dice aquí quién puede ser ni por qué. El caso es que, al parecer, hubo algunos de los secuestradores que sí llegaron a París y luego a América, concretamente a Paraguay. Todos cayeron antes o después. Y no se sabe por qué ni quién pudo chillarse, porque todo indica que estuvo muy bien preparado todo.
ÁAD
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