Anvil - El sueño de una banda de rock

Aunque uno no conozca a Anvil ni su escena, todo lo que hay que saber para ubicarse queda descrito en los primeros minutos, antes de los créditos de inicio, en una presentación brillante que deja irremediablemente enganchado e informado de cuanto hay que saber para entender lo que se va a contar.
A partir de ahí, la verdad del Rock; años y años de trabajo y sacrificio que nunca se ven reconocidos, el rechazo de la industria, pírricas victorias, una constancia impermeable a cualquier ataque de realismo, y, en el caso de Anvil, una ilusión que les llevan a seguir en ello donde el 99% abandona.

Más que un documental, puede abordarse como un drama, pues no muestra fotos aisladas que den a conocer una realidad, sino una historia a la que el rodaje de esta película ha llegado en el momento justo para captar en el punto en el que significa algo que trasciende la historia de un solo grupo para convertirse en un tributo al espíritu de los perdedores del rock heavy, con un hilo conductor firme y cronológica y dramáticamente coherente hasta el gran final, un acertado retrato de los personajes, y la historia de una gran amistad que muchos dramas no son capaces de brindar disponiendo de todo el metraje para ello. No sé si algunas escenas son exageradas o fingidas o si realmente la cámara simplemente estaba allí en el momento exacto; en cualquiera de los dos casos, son extraordinarias.

Se pasa por los huevos al más conocido documental "Lemmy", quien, por cierto, es uno de los que aparece hablando sobre Anvil, así como Slash, Lars Ulrich, y algunos otros de renombre.

A pesar de que escucho y he escuchado mucho heavy, he de reconocer que no conocía a esta banda más que de oídas. Por eso me ha encantado ver este emotivo documental, que nos descubre la realidad que se esconde detrás de las bambalinas para muchos grupos.

Y me ha gustado el documental especialmente porque responde a una pregunta que siempre me he hecho: ¿qué fue de...?

- De los "otros" Héroes del Silencio, los que no son Bunbury
- De los "otros" Rodríguez, que no son Calamaro ni Roth
- De los Trogloditas de Loquillo

De alguno de los Héroes escuché que había montado una tienda de discos en Zaragoza, quizás otros se reconviritieron en músicos de estudio o pudieron reinvertir sus rentas vía royalties, SGAE o lo que fuera en otros negocios.

Pero eso son músicos mainstream. ¿Y qué hay de los que ni siquiera en los buenos tiempos se pudieron forrar, por ser su música minoritaria? ¿Qué fue de Ángeles del Infierno? ¿Y Muro? ¿Y Bellabestia? ¿Y Panzer? ¿Y Banzai? ¿Y Sobredosis, Sangre Azul....?

Lo más probable es que se convirtieran en unos juguetes rotos de la industria de la música, como Anvil. Triste destino para alguna de las bandas que compusieron varios de los mejores temas heavies de los 80 en España.

Yo, al menos, viendo este documental y escribiendo esta crítica, me acuerdo de ellos, y me pregunto, qué hay, amigo, al otro lado del silencio.

Como documental he de admitir que está bien hecho y pasas un buen rato viéndolo, pero si conoces la historia real de la banda de primera y sabes de primera mano cómo han funcionado en los últimos 25 o 30 años, hay muchas cosas que cuentan que no son en absoluto ciertas.
Nunca llegaron a la cima porque, seamos honestos, además de que su música está muy lejos de ser tan buena como otras bandas de la época, han sido y siguen siendo un desastre.
Puede que hayan tenido algo de mala suerte pero sobre todo han tomado malas decisiones y no han sabido forjarse una carrera en el negocio.

Como adicto total a ese estilo musical como no hay otro (el Metal, claro ¿cuál si no), no me ha pasado precisamente desapercibido este trabajo sobre las vidas de estos dos mendas que se convierten con facilidad en tus colegas. Soporta el metálico dúo el peso de todo el documental con una entereza y sobriedad que asombra. Me ha gustado.

Sin embargo, noto una excesiva inclinación a lo dramático, con algún gesto pre-llanto algo forzado, y la sensación acentuada de que los tipos no lo éstán pasando bien. Y no sé hasta qué punto eso es cierto, porque al fín y al cabo tienen sus trabajos, aunque modestos, y sus familias. Lo que les pasa es que se les ha quedado dentro eso de no triunfar. Espero que este documental les ayude a conseguir lo que, nada más que por su fe e insistencia, sin duda merecen.

Estupendo documental que funciona, sobre todo, por la ternura que despierta el protagonista. Excelente retrato del otro lado de las bandas de rock, esas que no venden millones de discos y que no pueden vivir de la música aunque se dejen la vida en ello. Una historia de perdedores.