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El Principito

Animación. Fantástico. Drama Para que todo salga bien en la prestigiosa Academia Werth, la pequeña y su madre se mudan a una casa nueva. La pequeña es muy seria y madura para su edad y planea estudiar durante las vacaciones siguiendo un estricto programa organizado por su madre; pero sus planes son perturbados por un vecino excéntrico y generoso. Él le enseña un mundo extraordinario en donde todo es posible. Un mundo en el que el Aviador se topó alguna vez con el ... [+]
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Críticas 38
Críticas ordenadas por utilidad
28 de noviembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Había leído este libro hace muchos años y creo que aunque aquella vez causó un impacto, creo que no tanto como ahora.

Quizás no se mencione en premios importantes como la película animada del año, pero me parece una buena adaptación del libro, a pesar de que omite algunas partes de la historia, nos muestra trozos en un hermoso stop-motion con una delirante puesta en escena. Además que la historia alterna está muy bien relacionada y no sé cómo explicar esa sensación que te deja cuando te das cuenta de a quién o a qué se refiere cada personaje en la historia y dónde posiblemente "el principito" eres tú.
Nestorg12
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30 de diciembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Emocionalmente magnífico, su historia y su estética. Pero es una película dificil, muy complicado por su sensibilidad, lo dificil que es plasmar la obra en el cine. A mí me maravillo pero a mis hijas les costó engancharse de ahí lo de dificil, mezcla las tres historias y cuestan de seguir. Esta magníficamente hecha pero mi nota es una mezcla de todo lo que he comentado, podia ser mucho más de lo que nos ofrece. Dificil pero para mi grande. La recomiendo.
Megustaelcine
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22 de noviembre de 2015
16 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué se puede decir cuando tienen la técnica apropiada, los derechos de un cuento clásico y el presupuesto necesario para llevarlo al cine y terminan bailando sobre su tumba? Que son unos cobardes.

En las realmente escasas escenas en las que el libro es adaptado fielmente, de forma resumida y atropellada, se despliega una hermosa técnica de stop-motion que embelesa a cada fotograma. Cuidados detalles, bellos entornos y un increíblemente acertado diseño de personajes son, junto a una animación tradicional, de lo mejor de la película. Diría más bien que lo único. Son escenas que piden a gritos más presencia en el metraje, mucha, mucha más. Pero eso no sucede. Hacerlo habría sido lo digno, la adaptación definitiva, pero también sería arriesgarse, o al menos esos pensaron los responsables de la película, a que no gustara. Y tal vez por eso mismo han añadido a la historia artificios monstruosos que no sólo no aportan absolutamente nada a la obra maestra de Antoine de Saint-Exupéry, sino que además la enturbian hasta reducirla a un infantilismo sumamente cruel y manipulado.

Todo en la película está hecho para el supuesto público actual: Usar la animación CGI en lugar de la tradicional, reducir el uso del stop-motion a lo anecdótico e incluso añadir partes de a la historia para que haya un villano, un héroe y un bufón. En resumen, han convertido el libro de Antoine de Saint-Exupéry en una atracción de Disenylandia, con sus luces de neón y una guía para "dummies", no vaya a ser que a las niñas y a los niños les dé por pensar.

Tachan las hermosas metáforas del libro y las convierten en una ridícula imitación de los productos infantiles más pueriles; se quedan en la superficie y construyen encima otra historia donde hay villanos, héroes y la muerte no existe. La serpiente no tenía veneno, el cordero nunca salió de la caja y el principito crece.

Esta película es de cobardes, los valientes son los que abren el libro.
JaySherman
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27 de febrero de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Principito es la historia de una niña (voz de Mackenzie Foy), cuya exigente madre (voz de Rachel McAdams) prepara para vivir en el mundo de los adultos, motivo por el que desea conseguir que su hija entre en la reputada Academia Werth. Para ello, la madre idea un minucioso “plan de vida” para la pequeña que consiste en mudarse a una casa situada en un vecindario cercano a la Academia y elaborar un estricto y organizado programa de estudio durante las vacaciones escolares estivales donde no se deja nada al azar. Debido a la curiosidad de la niña, conoce a su excéntrico vecino (voz de Jeff Bridges), un bondadoso y rebelde anciano aviador que alterará los planes trazados por la madre porque mostrará a la niña, ayudado por unas hojas con dibujos y escritos suyos, un extraordinario mundo donde todo es posible.

Se trata de un mágico mundo que el propio aviador conoció hace mucho tiempo, a través del Principito, en un accidente aéreo en el desierto del Sáhara. La pequeña a través de su imaginación entrará en el universo del Principito para descubrir las rarezas de los adultos, redescubrir la importancia de su infancia y darse cuenta de la transcendencia del contacto humano y el amor en los planes de vida. Lo verdaderamente importante en la vida nunca desaparece y solo se ve con el corazón: “Lo esencial es invisible a los ojos”. El olvido es uno de los mayores riesgos que existen cuando comienza el camino a la edad adulta, se olvida lo maravilloso que era un sueño en medio de una puesta de sol, una flor en medio de un jardín, una rosa en medio de un pequeño planeta, una risa en medio del desierto, una reluciente estrella por la noche. Eso es lo que descubre la niña en su regreso a su propia infancia.

Para los aficionados a las curiosidades, la Academia Werth en la película lleva el nombre del escritor León Werth, a quien está dedicado el libro Principito (“Para Léon Werth, cuando era un niño pequeño”) y la placa de la matrícula del destartalado coche del aviador es STEX43, claramente una referencia al autor del libro: Antoine de Saint-Exupéry (de STEX), y el 43, el año en que el libro fue publicado por primera vez (1943). Oliver d’Agay, director de la Sucesión Antoine Saint-Exupéry, que gestiona todos los derechos de la obra del escritor y aviador francés, escribió en un mail a Los Ángeles Times en enero de 2016 que la película es un fiel reflejo del libro, “mostrando que la magia y el poder del libro sigue funcionando hoy en día” debido a que las dos historias están perfectamente ensambladas.

Aunque esta maravillosa película sea una historia sobre niños, pienso que el destino principal son los adultos con la intención de volver a despertar en ellos los recuerdos de su infancia y lo que significaba. Muchas de las ideas y conceptos que se desarrollan a lo largo de la cinta resultan demasiado complejos para ser asimilados en su totalidad por los espectadores mas jóvenes aunque, como soy una “rara” especie adulta, puede que subestime inconcientemente la capacidad comprensora de los niños.

Mark Osborne saca el máximo partido a la narración gracias a la libertad creativa que le da la prodigiosa combinación en el film de dos técnicas de animación distintas. Con el fin de diferenciar los dos relatos que se complementan en la película como si fueran una historia enmarcada dentro de otra historia, utiliza la animación generada por ordenador (CGI) para describir el presente, la vida y aventuras de la pequeña princesa y el anciano, mientras que la historia de El Principito es contada a través de animación stop-motion, creada enteramente en papel, un tributo de Osborne para respetar el trazado original de los dibujos de las páginas del libro de Saint-Exupéry. Hay que destacar que la fábula del principito se relata en la película como un recuerdo, no como una ficción. Esto es crucial para los propósitos narrativos de la película basados en el fresco recuerdo del anciano rememorado de forma intensa como lo haría cualquier niño.

CINEMAGAVIA
Eduargil
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9 de mayo de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Principito, de Mark Osborne, no es una lectura fiel de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, partiendo de esa base hay que ver el film. Osborne escoge algunos capítulos de la obra que dejó Saint-Exupéry para el recuerdo y hace en torno a ella un buen film sobre la importancia que tiene la infancia, la que debería ser la época más dulce para cualquier ser humano (que por desgracia para muchos no lo es).

Hay 2 maneras de leer la obra de Antoine de Saint-Exupéry, una es leer El Principito y otra es leer El Principito y leer sobre la biografía de Saint-Exupéry, el cual daba una gran importancia a la infancia, pues fue su época más dulce. Es entonces cuando se puede comprender que el film acierta en su contexto, que es la importancia de ser un niño con todo lo que abarca para poder ser un gran adulto sin dejar de ser un niño nunca, y esto lo representa perfectamente nuestra pequeña protagonista, a la que su madre quiere mecanizar su vida creyendo que le está haciendo bien.

La película empieza muy bien en su primer tercio, en su segundo tercio mejora aún más y en el tercer tercio baja el nivel, pero de excelente a bueno, nunca a menos. Esta película conmueve a quien todavía tiene ese niño en su interior, pues es quien sentirá la nostalgia y como adultos podremos razonarla perfectamente, siendo una película con una carga emocional importante. Un niño la puede encontrar divertida, buena o bonita, pero jamás podrá comprenderla porque nunca fue adulto y este libro, que es una auténtica maravilla, fue escrito en forma de cuento pero es un libro para adultos, una maravillosa reflexión sobre como cambia el mundo para quien crece, es decir, para todos.

Los personajes están muy bien desarrollados y bien marcados en su rol, son pocos y es un gran acierto porque una de las virtudes de este film es que no tiene ni personajes de relleno ni paja innecesaria en su historia. La historia va directa al corazón, el que tuvo una infancia maravillosa, como es su caso, sentirá pena por la niña a la que su madre quiere mecanizar como si de una máquina se tratase, como si no tuviese sentimientos tan sólo porque su madre olvidó lo importante que es la infancia y lo increíblemente maravilloso que es ser un niño, y a quien haya tenido la misma infancia o peor que la niña, le dará cierta tristeza y empatizará con ella. Sin duda alguna, es el anciano el más sabio de todos y el más lleno de vida, pues le basta mirar al cielo para ser feliz, a pesar de que la gente huya de él por ser diferente y tildarle de loco. Aunque como dijo el bufón en la colosal obra maestra RAN, del maestro Akira Kurosawa, "En este mundo de locos, estar loco es estar cuerdo". Pues eso, el más cuerdo es el anciano aviador.

La historia es una mezcla entre el libro y lo que inventa Mark Osborne y la verdad que funciona maravillosamente. Lástima que el último tercio baje el nivel que mantiene hasta entonces, porque entonces hubiese sido una obra maestra y atemporal. En ella se muestra de manera acertada un mundo de adultos que siguen una vida mecánica, persiguiendo siempre los bienes materiales y no dan importancia a lo realmente importante: las pequeñas cosas de la vida y que lo más importante no se ve con los ojos, se ve con el corazón.

La animación no es la mejor que se pueda ver pero se adapta perfectamente a lo que cuenta la historia, siendo todo un acierto ver los mismos dibujos que en la obra original.

Le doy un 7 sabiendo que pudo haber sido mucho más, pero la he disfrutado mucho y jamás me ha aburrido. Recomendable tanto para niños como para adultos, siendo estos últimos los que la van a disfrutar más, siempre y cuando aún conserven en su interior el niño que nunca se debe de perder.
Jab
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