Nieve negra

Thriller argentino que conseguí reunir a los tres actores de ese país más famosos de las últimas décadas, Leonardo Sbaraglia, Ricardo Darín y Federico Luppi, que por cierto, realizó aquí su último papel, ya que fallecería en el 2017. La nota española la pone la guapa Laia Costa, una actriz que está haciendo carrera en el extranjero porque en su país no la quieren, sospecho. Me parece que es demasiado dulce, angelical y femenina para el prototipo de mujer fuerte y empoderada que ahora se pide constantemente. Pero siguiendo con "Nieve negra" resulta que también se ha rodado en Andorra y en unos flashback salen hablando surrealistamente en catalán.

Dicho esto, la película cuenta, además de con un atractivo reparto, con un buen planteamiento y una ambientación llamativa por agreste, en un remoto rincón de la Patagonia. Por ahí intuimos un misterio que con todo medio adivinamos nada más leer la sinopsis. Sin embargo, "Nieve negra" como que naufraga a los diez minutos. Resulta desesperadamente lenta, los silencios son excesivos, los diálogos son muy cortos y banales, y lo que es la trama casi desaparece en medio de la nieve. Diría que la película se queda permanentemente en la presentación y no termina de arrancar hasta un final exagerado y poco creíble que tampoco nos sorprende mucho. Flojita y fea.

Oscura, fría, pausada,previsible, endeble, morbosa, lamentable, irregular, pretenciosa e insoportable producción de suspense con las tradicionales intrigas familiares en las que el pasado tendrá mucho que marcar en el presente de sus relaciones.
Pocas son las auténticas sorpresas que he encontrado en esta producción Argentina que cuenta con muchos de sus referentes internacionales como gancho comercial.
El formato y la forma de desarrollar el argumento, hacen intuir demasiadas cosas y por el camino va perdiendo el interés necesario.
Nieve negra, deja la intriga sepultada por la plomiza ambición de sus responsables.
Si valoras tu tiempo, da un paseo de dos horas, creo que es más saludable que ver Nieve negra.

Película lenta, muy lenta. Para echarse la siesta, a parte una actriz como Laia Costa fatal aunque al final de la película despierta. No recomiendo gastarse 8€ para ver este pastelón. Exteriormente atractiva, pero interiormente solo los 10 últimos minutos son buenos. No me desagradan las películas lentas, pero esta a parte de serlo los diálogos son cortos, simples y aburridos, si no te lees el argumento antes de verla no te enterarás de nada. No os gastéis 8€ en ver esta basura. Espero que nadie se sienta ofendido :D

Nos llega esta película de Martín Hodara como una muestra más del excelente cine que se realiza en Argentina. El espectador sabe que algo grave, envuelto en silencios, culpas y enfermedad mental, ha pasado. La propuesta de reflexiones en interesante: la paternidad cruel, castradora del hijo, la rivalidad entre hermanos, el incesto, las misteriosas lealtades y vínculos familiares, nos mantienen interesados. Todo este universo de posibilidades de indagación queda en suspenso, ahogado por otra pasión mayor: el mantenimiento del estatus social que propicia el dinero. Pasamos de Freud a Marx borrando un nombre escrito en un papel de estraza. Bien narrada e interpretada deja un cierto sabor a decepción.

“Nieve negra” se presenta como un oscuro drama lleno de secretos escondidos, de cuentas pendientes y de rencillas sin resolver. Todo parte, como tantas otras veces, de una herencia y una oferta que se complica por la presencia de esta pareja de hermanos con diferentes intereses. Hondara construye una atmósfera turbia e incómoda para encuadrar la historia, aunque no tan agobiante como en un principio parece. Este paisaje de la Patagonia argentina tiene gran importancia, pero no juega ese papel decisivo, pudiendo la narración localizarse en cualquier lugar remoto del planeta. A pesar de todo, influye en los protagonistas y en los precipitados acontecimientos.

Estos protagonistas que guardan secretos inconfesables son Sbaraglia y Darín, dos figuras argentinas que prometen un duelo de altura con un par de papeles que necesitan de mucha implicación por su parte. De este tour de force tan interesante entre ambos depende en buena medida el éxito de la historia. Y aunque ambos están acertados, se les podría pedir un punto más, una marcha que llevara hasta el límite este suceso que les cambió la vida, pero no hay apenas oportunidad de ver este dolor contenido por el propio desarrollo de la película. También al guion se le podría pedir más aristas a unos personajes algo planos. El tercer vértice en Costa, mirada neutral entre los hermanos que va ganando importancia según avanza la historia. Laia ya no es una sorpresa y compite de igual a igual con los argentinos, incluso robando algún que otro plano sin apenas pretenderlo.

“Nieve negra” es una interesante película que tira de numerosos flashbacks para narrar de forma paralela presente y pasado, y en ningún momento resulta complicado de seguir. Un meticuloso montaje permite al espectador disfrutar y entender al mismo tiempo. Hay una correcta película a la que le falta arriesgar algo con el desarrollo, pero cuyo intrigante final y sus posibles lecturas hacen olvidar que a la película le falta algo de metraje.