Trainspotting

He de admitir una cosa, soy un ferviente fan de Irvine Welsh, hasta el punto de haberme devorado casi todos sus libros (incluso algunos que dejan bastante que desear). Y he de admitir, que Trainspotting como adaptación... ES UNA AUTÉNTICA MARAVILLA.

El libro tiene demasiados personajes (Kelly, Stevie, Rab) cuyas historias se entrelazaban con las de los personajes que aparecen en la película. Así que John Hodge, decidió meter sus historias a otros personajes. Y es todo un acierto. Se evitan un exceso de personajes (como si ocurría en el libro) y todos los personajes tienen su conflicto personal.

Y ahí está el otro acierto de la cinta. Todos los personajes (salvo Diane, que para ser sinceros en la novela tampoco tenía un impacto mayor dado que también estaba el personaje de Kelly) tienen una misión y unos objetivos claros. Sufren de diferentes problemas y tienen que superar diferentes obstáculos.

Hay escenas (la entrevista de trabajo, la última parte del film e incluso la escena dónde Mark y Diane se conocen) que son muy fieles, al libro. Y al decir muy fieles, me refiero a que han cogido prácticamente lo mejor de todas ellas. Por otro lado, escenas como la del retrete, que en la novela están contadas con desparpajo, funcionan a las mil maravillas en la pantalla (una metáfora audiovisual fantástica).

Y es que, ahí está el otro acierto de Trainspotting. Los medios. El hecho de que la película no cuente con una millonada de presupuesto (según tengo entendido el presupuesto fue ínfimo) le da un toque de realismo sucio a la cinta, que funciona a la perfección. Y todo eso también gracias a un reparto en forma (McGregor nunca ha estado mejor, al igual que Lee Miller, mientras que Carlyre y McKidd se comen la pantalla cada vez que aparecen) y a una dirección hábil.

Y es que creo que esta es una de las pocas películas que muestran la sucia realidad de la juventud. Nada de bailes de fin de curso, follarse tartas y demás. Aquí el problema no es progresar sino subsistir. Y ahí es donde la película también gana enteros. Los personajes se meten en problemas serios, sufren de obstáculos que los amenazan con no volver a ser quiénes eran (pese a que son veinteañeros).

Por cierto, creo que es una de las pocas películas, que muestra con bastante realidad, la crudeza que puede ser llevar un tiempo sin echar un casquete y que el resto de tus amigos lo hagan de manera habitual. Todo un acierto.

En fin, imprescindible verla. A algunos les abrirá los ojos, a otros les sorprenderá y a otros les dejará destrozados. Sea como sea la película no deja indiferente. Y eso es que algo especial tiene.

Película que, a mi parecer, se colmó de méritos para considerarla “de culto”. Tiene ciertas características que la convierten en una buena película, y no sé a cada cuál mejor: en primer lugar, el montaje. El frenetismo de la película es vertiginoso. En segundo lugar, la fotografía. Las tomas de cámara frente a ese ritmo trepidante que mencionaba hacen imposible que despegues los ojos de la pantalla. En tercer lugar, por supuesto, la canción icónica “Underworld” de Born Slippy. La sigo escuchando 25 años después de su creación y sigue sonando actual, como la misma película, que ha envejecido excelentemente (quizá no hacía falta una segunda parte, ¿no?). Y en cuarto lugar, un Ewan McGregor que apuntaba maneras y que se llevó con Trainspotting algún premio a mejor actor revelación. En definitiva, una magnífica dirección, una vez más, de Boyle.

Ahora bien, y para terminar, aunque muchas veces coincido con él (en el fondo más que en las formas) discrepo con el comentario de Boyero: “Junto a DRUGSTORE COWBOY la película más veraz que se ha hecho nunca sobre el mundo de la droga”. En fin, no sorprenderá que diga que “Cristina F.” o “Requiem for a dream”me parecen mucho más creíbles, pese a que no creo que esa fuera la intención principal de Boyle.

Trainspotting (1996), dirigida por Danny Boyle y basada en la novela homónima de Irvine Welsh, es una película visceral y desgarradora que expone la vida de un grupo de jóvenes adictos a la heroína en Edimburgo. Esta película no solo es un retrato inquebrantable de la adicción, sino también un examen crudo y a menudo perturbador de la alienación y la decadencia de la sociedad contemporánea.

La trama sigue a Mark Renton (interpretado de manera magistral por Ewan McGregor) y a su grupo de amigos, incluyendo a Spud (Ewen Bremner), Sick Boy (Jonny Lee Miller), Begbie (Robert Carlyle) y Diane (Kelly Macdonald), mientras luchan contra la adicción y buscan una salida de su rutina autodestructiva. La película presenta de manera vívida los horrores y las tentaciones de las drogas, así como sus efectos devastadores en la vida de los personajes.

Lo que hace que Trainspotting sea una obra maestra es su estilo visual distintivo, su edición rápida y su banda sonora memorable. Danny Boyle utiliza una variedad de técnicas cinematográficas, incluyendo cámaras en ángulos inusuales y montaje frenético, para sumergir al espectador en el mundo caótico y desordenado de los personajes. La música, que incluye temas de Iggy Pop, Lou Reed y Underworld, contribuye de manera significativa a la atmósfera de la película.

Ewan McGregor ofrece una actuación destacable como Renton, un personaje complejo que oscila entre la desesperación y la determinación de cambiar su vida. El elenco en su conjunto brinda interpretaciones impactantes que hacen que los personajes sean convincentes y memorables.

Trainspotting es, en última instancia, una película sobre la lucha por la redención y la posibilidad de encontrar un camino fuera de la adicción. Aunque contiene escenas impactantes y perturbadoras, también tiene momentos de humor negro y una mirada crítica a la sociedad contemporánea.

En resumen, Trainspotting es una película que desafía al espectador y lo confronta con la realidad brutal de la adicción. Es una obra maestra del cine independiente que ha dejado una marca perdurable en la cultura cinematográfica y sigue siendo una poderosa exploración de temas profundos y oscuros.

Nota: 9/10

¿En qué estaría pensando el autor de esta obra literaria? ¿O el lector que al estar inmerso en ella se propuso llevarla al cine? No sé si fue el propio Boyle (cuyas otras pelis me parecen algunas verdaderas obras maestras) o si realizó esta peli por encargo. Lo cierto es que vengo a hacer la crítica de Trainspotting después de hacer la de Fargo, las cuales he visto en los últimos días y las dos me han parecido auténticos tostones, y que una peli de escasa hora y media parezca un tostón no es para nada buena señal. Esta peli, no demasiado mal interpretada, tienes un par de momentos o tres que hacen la película insoportable para mi gusto. Verdaderamente escatológica. Sigo en spoiler:

No cabe duda de que Trainspotting es una película sorprendente, para bien o para mal. Su principal fuerza es que no deja indiferente a nadie gracias a un par de escenas de verdad por lo grotescas que resultan o lo verdaderamente sobrecogedoras que son, la convierten en un film llamativo. Ahora bien, rescatando algunos de estos pasajes (véase por ejemplo la famosa escena del bebé trepando por las paredes) he de decir que no me parece para tanto. Es curiosa, sí, pero no una obra maestra como muchos afirman. Es de esas películas sobrevaloradas que por lo que sea un determinado sector apunta como joyas inconmesurables. Para mí "Trainspotting" no es tal cosa. He de decir que partía de la base de que el tema no es de mi gusto por lo tanto no me impliqué demasiado en la trama, también he de decir en su contra que la utilización de según que otra escena escatológica me repugnó tanto que hace que tache dichos fragmentos como innecesarios y algún que otro bastante ridículo. Para mí no pasa de ser una película curiosa y reconozco muchas de las virtudes que posee y que por ello a mucha gente le pueda parecer buena, ya que realmente no es mala, pero no es una película que volvería a ver por gusto, tiene sus momentos, pero el resto ni fu ni fa incluso se me hizo a ratos algo aburrida. Pasable sin más.