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Romper Stomper

Drama Hando es el líder de una banda de skinheads que impone el terror en el centro de Melbourne apaleando a la población local vietnamita, por considerarla un claro ejemplo de la impureza racial en Australia. Finalmente, los vietnamitas deciden hacer frente a sus agresores para demostrarles que no están dispuestos a sucumbir al miedo. (FILMAFFINITY)
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Críticas 27
Críticas ordenadas por utilidad
8 de marzo de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En mi opinión, una de las mejores películas sobre los neonazis, contada con seriedad, desde dentro de la banda, con violencia, propia de muchas de estas personas y con la seria y sucia participación del duro R. Crowe, una espectecular interpretaciòn que consigue aguantar las partes mas pesadas de la cinta, que lógicamente las tiene, pero está claro que es una buena apuesta para ver si te apetece un poco de cine independiente, te llevarás una clara sorpresa porque también tiene un buen toque dramático.
stikma
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9 de mayo de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Precedente directo de la aclamada American History X cuya factura de cine independiente otorgó la libertad al director, Geoffrey Wright, de crear un personaje tan carismático y personal como Hando, encarnado por un Russell Crowe aún en forma que transmite toda la agresividad y odio necesario para dar vida al cabecilla de un grupo de desalmados skinheads. Desarrollándose en Melbourne, ciudad australiana (al igual que la nacionalidad de la película), se nos narran las andadas de un grupo neonazi cuya actividad es la lucha activa contra los vietnamitas, denominados de forma peyorativa 'paquis', que han establecido su vida en las calles de los protagonistas. La incursión en el grupo de una chica dulce y muy maltratada por la vida, Gabrielle (Jacqueline McKenzie) cambiará el rumbo de la agrupación fascista. La estética, el montaje y el vestuario acompañan en perfecta armonía el tipo de narración rápida manteniendo la atmósfera hostil que engulle tanto a los personajes como a la historia, dándole ese toque sucio, de cine underground, que tan bien cubre las necesidades del guión y mensaje social a mostrar. El montaje, muy necesario para hacer el retrato de las personalidad de los integrantes de la historia, juega un papel fundamental al ser tosco e incluso doliente, empleando muchísimas transiciones bruscas y cambios drásticos de tomas para recrear el carácter insano e irregular, así como de la forma de vida que mantienen, de todos los personajes principales, plagados de dudas y absolutamente perdidos en una empresa que se les engrandece respecto a sus expectativas. La banda sonora que se suele utilizar en estas películas es tan predecible como necesaria para colocar al espectador en el contexto social adecuado, basándose en melodías ruidosas con letras cargadas de odio provenientes de grupos de extrema derecha, de la corriente del Oi! como Führer Führer de John Clifford White, pero lo mejor de esta película es que los momentos en los que se emplea una música totalmente adversa a la mencionada, son las que contienen mayor impacto visual, creando segmentos verdaderamente poéticos cuyo rigor se mantiene gracias a la música clásica. La interpretación de Russell Crowe probablemente sea una de las mejores de su carrera, haciendo dúo con Daniel Pollock como Davey (el cual no está a la altura del registro interpretativo que conlleva su papel), creando un duelo escénico de personalidades, destacando también la corta aparición de Alex Scott como Martin, padre de Gabrielle. Destaco la estupenda labor de vestuario, aún estando falsamente documentada (los skinheads fascistas utilizan tirantes y cordones blancos, en lugar de los rojos que los emplean los SHARP's) por no estar condicionado exclusivamente a un estereotipo de ropa, y destacando la referencia que se hace a Nina Hagen con el atuendo de Samantha Bladon. A nivel general, Romper Stomper echa un vistazo del funcionamiento de las personas que tienen el odio como forma de vida, haciéndose un visionado rápido, muy entretenido y, parafraseando a Derek Vinyard (Edward Norton): 'la vida es demasiado corta para estar siempre cabreado.'
Tiggy
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6 de abril de 2006
9 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acostumbrados a ver películas sobre las grandes productoras, en las que siempre (o casi siempre) se impone el interés de "tener un final feliz" para ver que no somos tan malos (véase la película cuyo nombre he puesto como título). Los malos se acaban convirtiendo en buenos y todos contentos.

Sin embargo, Rwight es capaz de plasmar en la pantalla un film realmente interesante. La estética, el maquillaje que utilizan, la banda sonora, los diálogos y, como no, a mi parecer el gran papel que protagoniza Russell Crowe, junto a McKenzie y Pollock, hacen de ésta una gran película sobre la cultura Skin Head neofascista.

Una película dura, cruda, pero realmente buena. No tiene un final feliz, pero seguro que te gusta como acaba.
vespero
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20 de marzo de 2011
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y es que es una película cortita, rápida, que no da tiempo de mucho así que tiene que estar cargadita. ¿Qué, como lo haces cuando ves después de hora y media que solo tienes violencia? Haces un final irónico, inolvidable y tan inteligente como el de Romper Stomper. Los perseguidos y odiados y masacrados chinos, acaban al final, transformándose en la presa grabando en cámara de video al cazador cazado. Lo tienen todo, el incendio de un coche, un asesinato y una pareja enamorada cubierta de arena y sangre, a partir de ahora, todos para director de cine. Y es que Russell y su verruga salen aquí impresionantes bestidos al estilo LA NARANJA MECANICA, menos la chica que va mas prima de pipi calzas largas y sobrina de agatha ruiz de la prada con safari-moño incluido que no parece gustarle mucho a ningun de sus amores (Russell lo insulta sin reparos, DANIELL POLLOCK se lo quita sutilmente). Que Davey viva en un casa- granero con un corazon no le quita masculinidad si termina de cargarse a diez chinitos. Aunque más bien, esos acaban con ellos, escondiéndose esos ultimos donde pueden. Una pelicula agresiva, con chicas estilo gotico (¿que pintan ahí?) y tinte a medio hacer incluido. Machos insensibles y agresivos, que, no soportan a los que no son blanquitos ¿Qué hacen en nuestro pais? Y tambien una bonita historia de amor, en la que la mujer se tiene que decidir entre un hombre que se la olvida cada diez minutos y solo la quiere “por el placer de su compañía” contra otro que pone en juego su vida para coger un abrigo del que esta enamorada, que le robo el primero.
¿Es una película de nazismo? Si. ¿Es un anuncio de hora y media de tatuajes? También. Y es que el nazismo, bien se puede llevar en la sangre o en un tatuaje.
BRAUT
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8 de octubre de 2017
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El australiano Geoffrey Wright (responsable del slasher "Cherry Falls" (2000) en el que aparecía la malograda Brittany Murphy), dirigió en un temprant 1992 ésta cinta de pandillas callejeras de estética skin protagonizada por un aún desconocido Russell Crowe y que interpreta a Hando, líder de un grupo de cabezas rapadas de Melbourne.

La película toma dos líneas argumentales distintas pero relacionadas con en el entorno hostil que se produce en la difícil convivencia en un colectivo tan inestable como el de una pandilla callejera, y más si se trata de un grupo de skinheads. Un film parecido a éste podría ser la posterior "Pariah" (1998), de Randolph Kret aunque más influenciada por "American History X" (1998) de Tony Kaye. Pero "Romper Stomper", por anterior a éstas, no se toma muy en serio el problema de fondo (su posición contra los inmigrantes vietnamitas a quien creen que les quitan el trabajo cuando ellos no dan ni un paso en éste aspecto para conseguir uno) y el conflicto entre Hando y su mejor amigo Davey (interpretado por Daniel Pollock) por la chica que entra en sus vidas, Gabe (Jacqueline Mckenzie) una niña rica que sufre de los abusos de su padre. Dos líneas argumentales distintas que acercan a la película al género de thriller pero que también demuestra los grandes pasos de Russell Crowe a una fama anunciada que no se produciría hasta tres años más tarde interpretando a un psicópata generado por un programa informático en "Virtuosity" (1995) de Brett Leonard.
Natxo Borràs
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