Un mundo normal

Diálogos: inteligentes y acertados en bastantes momentos.
Tema principal de la banda sonora: muy agradable y uno de los aciertos de la película.
Planteamiento de la historia: interesante.
Escenas en las que sale Bonnie (el perrito): estupendamente rodadas, teniendo en cuenta la dificultad que siempre supone trabajar con animales)

Interpretación del actor protagonista: muy mediocre, destroza con su vaciedad el principal soporte del guión y priva al espectador de poder haber disfrutado de un personaje rico en matices (que cualquier intérprete con sensibilidad y ganas de hacer bien su trabajo habría aprovechado).

En resumen: en mi opinión, una película que podría haber sido "Nuestro último verano en Escocia" a la española, pero que se carga la pésima actuación de Ernesto Alterio.

A mi personalmente el regreso de Achero ha sido por la puerta grande, es simplemente un grito "desesperado" al AMOR.
Sus personajes son eclécticos, mezclando habitualidad con excentricidad y esa mezcla está perfectamente lograda sin llegar a ser vulgar.
La recomiendo para toda la familia.
Igual he reído que me he emocionado.
pd_ una madre es una madre!

Con Ernesto Alterio me ocurre lo mismo que con Antonio Banderas. Se me escapa a qué se debe su encumbramiento, cuando, para mí, son pésimos actores, con una pésima dicción. Sin embargo, vuelvo a intentar darles una última oportunidad... y vuelvo a salir defraudada y, francamente, cabreada, prometiéndome a mí misma que "ésta será la última vez".

El director de la magnífica "El Bola" nos ofrece una historia de escaso interés, bastante pretenciosa en sus intenciones didácticas y morales, a pesar de lo cual, podría haber resultado una comedia ligera y, en momentos tierna, de no ser por el protagonista que, como alguien comenta aquí, puede representar el alter ego del director (no se tiene en mucha estima si ése es el caso), al menos físicamente. Seguramente, no había visto su incalificable actuación en "Orígenes secretos" o "Ventajas de viajar en tren"...

Película inclasificable y no porque su argumento sea algo metafísico ni mucho menos, pasa que no es comedia pero tampoco drama, es decir deambula entre hacernos reír y llorar pero no logra hacer ninguna de las dos cosas. La trama cuenta como una madre le pide a uno de sus hijos, un director de teatro recién separado, depresivo y sin saber que rumbo dar a su vida, que cuando ella muera sea tirado su cuerpo al mar (pero sin cremar). La cuestión es que la cosa se complica cuando efectivamente muere y éste debe cumplir la promesa haciendo un viaje con su hija y el cuerpo de su madre a la ciudad natal de la misma. En ese viaje uno imagina que quizás debería ser de redención, acercamiento y conocimiento entre padre e hija pero poco de eso ocurre, sólo se desarrollan conversaciones sin importancia y hechos en muchos casos irrelevantes que poco aportan al film. Dentro de las actuaciones Ernesto Alterio, mas allá de su peinado que aquí no lo favorece, ha hecho cosas mejores, Gala Amyach, quien es la hija del director en la vida real, esta correcta y Magui Mira en su breve aparición le sobra como para sobresalir de todos.