El temible burlón

Debo reconocerlo: Le estoy dando muchas vueltas a cómo evaluar películas de este tipo.

Son películas que fueron enormemente divertidas, pero cuyo visionado hoy en día deja patente el paso del tiempo. ¿Acaso no es así?

El Temible Burlón es una película de aventruas que fue concebida para entretener y entretuvo, pero ver desde la perspectiva actual una gran parte de las escenas de acción o humor que contiene genera más sonrisas que risas (la estupidez de las tropas, las formas de escapar de los sitios...)....digamos que ahora, con lo que ya hemos visto, "entretiene menos".

Lo mismo pasa con películas del estilo más actuales: Este género, como el de la ciencia ficción, es muy sensible al paso del tiempo. ¿Alguien piensa que una de las mejores películas de acción Indiana Jones no está envejeciendo ya y que dentro de treinta años será difícilmente recomendable?¿Se la recomendarás a tu nieto?....Cuidado con la respuesta, mira lo que pasa cuando un mayor despotrica de la música actual y te recomienda recuperar lo de "Saca el güisky cheli para el personal...."

En cualquier caso, tampoco estoy de acuerdo con Txarly, sentarse desde el siglo XXI para burlarse de lo que se hacía hace casi sesenta años es tan fácil como injusto. Además es incoherente, ya que, por ejemplo, dice que Metrópolis es fantástica y si utilizáramos su mismo criterio, se podría decir que es una película para sordos con una ambientación de risa, con todo el mundo sobreactuando y gesticulando como si estuvieran poseídos y en la que aparece una especie de hombre de hojalata que no se sabe muy bien qué hace allí.

No quiero/puedo medir esta película bajo la misma escala que las actuales.

Para mí: Excelente película para su época (8.5), a la que le tengo mucho cariño, a la altura de Indiana Jones para los de la generación del 70, que califico como Interesante porque lo es, pero no como "Buena" o más, aunque lo sea, porque a mí mismo no me gustaría que me la recomendaran con un 8 para que vaya a alquilarla antes que cualquier película de aventuras más actual con peor valoración:

Parque Jurásico (6,15)
Un horizonte muy lejano (5,9)
Robin Hood Costner (6,4)
Últimos días del eden (5,9)
1942 (5,7)
Leyendas de pasión (6,4)
El Hombre de la máscara de hierro (5,9)
El Zorro (5,8)
Space Cowboys (5,8)
El mundo nunca es suficiente (5,3)
La momia (6,1)
Océanos de fuego (6)
El último samurai (6,6)

Para mi gusto El temible burlón es la mejor película de piratas que se ha hecho. Sigue conservando el mismo encanto que tenía cuando la vi de niño. Desde luego mucho mejor que esos tostonazos mastodónticos que son los piratas del Caribe. Se trata una entretenidísima cinta de aventuras con grandes dosis de comedia, reforzada por su excelente banda sonora y unos geniales Burt Lancaster y su compañero de correrías Nick Cravat que realizan personalmente todas las espectaculares piruetas que hay en la película gracias a su pasado circense. También destaca la presencia en el reparto de un joven Christopher Lee.

Por todo ello hay que hacerle justicia al Temible burlón subrayando que se trata de una gran película mal que les pese a algunos.

Todo un clásico del cine de piratas y de aventuras. Otra vez Burt Lancaster nos muestra grandes proezas acrobáticas, junto a su inseparable amigo de profesión circense Nick Cravat, en esta trepidante y divertidísima aventura en alta mar.

He de admitir que Robert Siodmak es un director cuyas películas no me resultan molestas, me fascinó con Forajidos, me inquietó con A través del espejo, y ahora me ha vuelto a entretener con El temible burlón. Un film cargado de humor y de enérgica acción, en el que destaca una conseguida dirección artística, que recrea a la perfección la ambientación de la época, tan colorista que junto a un brillante cromatismo muy típico de la década de los cincuenta, hace que los colores resulten especialmente llamativos.

Como curiosidad, para las escenas de batalla se usaron 900 extras en una filmación que tuvo lugar en la isla de Ischia, en Nápoles. La producción fue bastante complicada, ya que el guión no estaba terminado antes de comenzar el rodaje.

El Pirata Rojo y sus hombres capturan un galeón cuyas armas planean vender a un rebelde llamado El Libre.

Robert Siodmak reúne a los protagonistas de "El halcón y la flecha", Burt Lancaster y su fiel amigo Nick Cravat, en uno de los films de piratas por antonomasia, que despliega un gran espectáculo de acrobacias y humor al estilo cartoon, excelentemente coreografiado. Una obra maestra del cine de aventuras, jovial y dinámica, concebida para disfrutarla sin prejuicios.



"Ningún hombre puede ser un buen pirata si no está dispuesto a vender a su amigo, a su novia y hasta a su propio padre."

Siguiendo la estela del éxito de “El halcón y la flecha” rodada en estudio y con un modesto presupuesto, su productor y protagonista Burt Lancaster, volvió con un film similar pero esta vez rodada en escenarios naturales y un mayor presupuesto, rodada en la isla de Ischia (Italia). Para semejante proyecto contrató al cineasta Robert Siodmak, antes habían trabajado juntos en “Forajidos” y “El abrazo de la muerte”, dos grandiosos films de cine negro, y que no se encontraba en su mejor momento profesional. Waldo Salt autor del guión, no pudo figurar en los créditos, fue defenestrado del film por ser declarado comunista y en consecuencia “blacklisted” por el execrable McCarthy. El guión tuvo que ser revisado y suavizado por Roland Kibbee.

La película abandona el planteamiento político principal de Salt, pasando a un segundo plano y centrándose exclusivamente en las tretas de un astuto pirata y su tripulación. Apoyándose en la transformación que obra el amor en un pícaro pirata, descarado y gozosamente amoral, quien después de proyectar “la compra”, venta y reventa de armamento y de “carne rebelde”, se alía con los isleños para luchar contra el poder tiránico que les oprime, enfrentándose con los vasallos de la realeza española entre los que reconoceremos a Christopher Lee, de ceño fruncido y adustas maneras de villano. Desde el comienzo del film queda claro el tono de parodia que va a imperar en esta historia situada en el siglo XVIII, y que comienza con un barco real español encontrando a otro velero lleno de cadáveres a los que la muerte ha sorprendido en las posturas más absurdas.

El film repite con los dos actores principales de “El halcón y la flecha”, Burt Lancaster y Nick Cravat que habían comenzado su carrera artística en el mundo de la acrobacia circense. Estupenda fotografía y secuencias corales muy logradas. Por supuesto, el enfoque es prioritariamente cómico. No hay que olvidar que una de las maneras más eficaces de destrozar las opiniones o los comportamientos que a uno le disgustan es precisamente burlándose de ellos, dejándoles en ridículo. Y a ello la película se entrega con fruición. Es un film que matrimonia ironía y parodia, un film lúdico y colorista, una buena muestra de una de las desviaciones más románticas del clásico cine de aventuras. Un sano divertimiento cargado de aromas añejos.