Cuidado con los extraños

Sorprendente en cierta medida, no te esperas para nada cómo va hilándose, porque al principio piensas que son los típicos asesinos en serie que se cuelan en una casa a jugar... y resulta que a ratos parece una comedia.

Me gustó el planteamiento, los protagonistas tienen unos buenos papeles y saben cómo llevarlos. Se ven ciertas escenas mórbidas normalizadas, no hay demasiada sangre y es fácil de ver.

En un género donde cuesta cada vez más y más sorprender, cuidado con los extraños es una película única en su especie, de la cual más disfrutaréis cuanto menos sepáis de ella.

Una película que empieza siendo de terror, con un desarrollo algo clásico ya, pero que acaba abrazando un poco la comedia siempre desde el punto de vista del espectador. No encontraréis gagas, ni grandes estridencias, pero el tono final de la misma es una agradable sorpresa para una película que te hace ver en todo momento que te lo estás pasando bien a pesar de estar viendo una película de terror.

Y como he dicho, cuanto menos sepáis de ella mejor os va a entrar, por lo que mejor callar y simplemente recomendarla de principio a fin.

“Cuidado con los extraños” es el resultado, loquísimo, de combinar dos films con muy poco —más bien nada— en común, tales que “Solo en casa” (“Home Alone”, 1990) y “Funny Games” (ídem, 1997). En efecto, Chris Peckover, que tiene una pinta de energúmeno curiosa, se traviste de Chris Columbus y Michael Haneke para regalarnos una gozadera vitriólica, refrescante vuelta de tuerca al subgénero “adolescentes en celo brutalizados”. Y encima con ambientación navideña, perfecta para estas fechas.
Lo que empieza como trama de acoso y derribo de ese santuario del “American Way of Life” en que se erige el hogar familiar, especie de “trespassing horror” al estilo de “Los extraños” (“The Strangers”, 2008) o “The Purge: La noche de las bestias” (“The Purge”, 2013), no tarda en volverse traslación (post) millennial de las barrabasadas de un Daniel el travieso en mitad de un brote psicótico. El súbito giro argumental le sube la tensión a una historia que empezaba a deslizarse por derroteros algo convencionales, con serio riesgo de hundirse en la irrelevancia o, peor aún, en el —por desgracia— acostumbrado absurdo.
A partir de entonces la película crece exponencialmente, lo mismo que la interpretación de su protagonista, un querubín llamado Levi Miller que sólo por su papel como Luke Lerner ya se ha ganado unas cuantas decenas de años en las calderas de Pedro Botero. Cuánta maldad puede ocultarse tras un par de angelicales ojos azules y un jersey de Papá Noel.
En fin, muy saludable dosis de humor negro, utilísimo antídoto contra los excesos glucosacáridos en que solemos incurrir durante las fiestas, y bizarro entretenimiento a disfrutar en sesión doble con, pongamos por caso, “Gremlins” (ídem, 1984). Ya estoy tardando.

Entretenidísima y sorprendente película protagonizada por Olivia DeJonge, Ed Oxenbould (a quienes también podemos ver en la magnífica película de Shyamalan “La visita”), y Levi Miller, un actor que apunta maneras. La trama nos sitúa en la época navideña, cuando Ashley (Olivia DeJonge) llega a casa de Luke (Levi Miller) para cuidarlo, pero lo que prometía ser una noche tranquila con pizzas y pelis en un ambiente navideño tranquilo, cálido y acogedor, da un giro de 180 grados convirtiéndose en su peor pesadilla. Aconsejo verla sin saber nada más sobre ella para no perder el efecto sorpresa a medida que se desarrolla la trama.

Película más que disfrutable con los ingredientes perfectos, slasher navideño, humor negro, historia atrapante con buenos diálogos en la que todo está entrelazado y no hay nada de relleno. Tiene los elementos idóneos genialmente utilizados de forma justa y necesaria. Y muy buen trabajo de los actores que hacen que te pases toda la película en tensión e impotencia, y que además no pierde el ritmo en ningún momento, imposible aburrirte o predecir lo siguiente que va a pasar.

En un principio nos puede recordar a “Solo en casa” y aunque contenga referencias a ella no tienen nada que ver.

Perfecta para ver en Halloween o en Navidad.

Imprescindible para los amantes del género.

Interesante, pero ya está. No hagamos de esta película una obra de culto instantánea por que films como "Tu eres el siguiente" o "La Purga" están mucho mejor. Sin ser una mala producción, lo cierto es que a pesar de entretener la mayor parte del metraje, se queda un poco corta tanto en los personajes como en la trama. Better Watch Out es un producto suave, por lo que es una buena opción si tienes 14 años y quieres iniciarte en el género del terror intrusivo. Para los que tenemos mas experiencia, nos resultará un poco aburrida, pero no insultante, por lo que su visionado no te matará. No es para tirar cohetes, pero entretiene.