Kubo y las dos cuerdas mágicas

Estamos ante una película para toda la familia, y de la mejor de las cuatro realizadas por los estudios Laika tras Los Mundos de Coraline (2009), El Alucinante Mundo de Norman (2012), y los Boxtrolls (2014) con una historia visualmente deslumbrante donde un niño llamado Kubo de un solo ojo atiende por las noches a su madre enferma que pierde lentamente su memoria, y visita los mercados de una ciudad costera por el día para ganar dinero relatando cuentos fantásticos. Un día su tranquila vida cambia cuando invoca por accidente a un espíritu del pasado que lo embarca en una aventura cuyo objetivo será salvar a su familia y para ello debe encontrar una armadura mágica que perteneció a su padre, un gran guerrero samurái. Kubo está acompañado en su misión por un mono (Voz de Charlize Theron) y un escarabajo guerrero (Matthew McConaughey, la primera vez que participa en una película de animación). Durante su búsqueda son perseguidos por unos dioses y monstruos.

Realizada con de la técnica stop motion en combinación con la vanguardista CGI da como resultado una rica variedad de efectos visuales que podemos disfrutar en innumerables escenas como por ejemplo en las que aparecen los dioses y monstruos ingeniosamente diseñados que nos traen a la mente las películas de la pionera empresa en stop motion de Ray Harryhausen.

Magnífica producción estadounidense que establece una visión fantástica del Japón medieval donde se recrea una rica historia de aventuras como resultado de la combinación de la cultura occidental con las tradiciones literarias y teatrales japonesas, quizás con el fin de mirar y entrelazar ambas culturas de nuevo como cuando Akira Kurosawa adaptaba las obras de Shakespeare al Japón del medievo y moderno y a su vez, ciertos realizadores occidentales se inspiraban en películas japonesas para el western. En Yojimbo (1961) tenemos un claro ejemplo lo que significó para Sergio Leone y el Spaghetti Western, e inclusive para el western clásico americano, donde el personaje que interpreta Mifune está lleno de similitudes con el interpretado por John Wayne en Centauros del Desierto (1956). Siguiendo con este paralelismo, Kubo y las dos cuerdas Mágicas utiliza un entorno japonés para mostrar al público occidental una manera diferente de concebir la muerte, el luto y la memoria, como también, la idea del ojo robado podría considerarse como un guiño a la mitología griega.

Basado en una concepción metafísica de la otra vida inspirado en las teorías de Shinto y en las tradiciones budistas donde las personas tras la muerte se convierten en un espíritu-deidad y protegen siempre a sus descendientes, la película ofrece una poderosa metáfora sobre la manera que llevamos en la memoria a nuestros difuntos como parte de nosotros mismos, que complementa y ofrece una alternativa atractiva a las creencias judeocristiana sobre el tema.

Como dato anecdótico, es la segunda vez que los estudios Laika contratan actores de la serie juego de tronos para utilizar su voz en algún papel principal, primero fue Isaac Hempstead (Bran Stark, el hijo paralítico de Eddard Stark) en el film Los Boxtrolls para dar vida a Eggs, y ahora Art Parkinson ( El hijo menor de Eddard Stark) en el papel de Kubo.

El resultado final es una historia maravillosa, emocionante y sofisticada narración, que divertirá tanto a pequeños como a mayores.

CINEMAGAVIA

Kubo and the Two Strings le da mil vueltas a los últimos estrenos de Pixar e Illumination Entertainment. No es difícil, porque en este verano es normal que los niños prefieran jugar con palos antes que ver la infantilísima Buscando a Dory o el coñazo de Mascotas. Mira que me parecía difícil que una película con perros animados pudiera ser aburrida, pero nunca debemos subestimar el poder del buenrrollismo dirigido a todos los públicos. Ha tenido que llegar el estudio Laika para ofrecer algo decente.

"Kubo y las dos cuerdas mágicas" es una excelente película de animación infantil. Sin embargo, es mucho más. Lo primero, siendo verdad, es el disfraz de algo más, porque esta joyita dirigida por Travis Knight deja clara sus intenciones desde su absorbente opening. Todos pueden disfrutar de las aventuras e infortunios de este pequeño trovador ambulante.

Laika Animation supera su propio listón para usar la mitología japonesa y los poderosos relatos de samuráis para hacer una aguda reflexión sobre muchas cosas. No es nada exagerada la comparativa que han hecho otras críticas sobre este film que establecen un paralelismo con las adaptaciones que el maestro Kurosawa hacía de las obras de dramas dinásticos shakespirianos en el Japón feudal.

Todo está bien construido en un film que nunca abure y presenta una dimensión espiritual compleja. Estéticamente, sobresale la pareja de hermanas confeccionadas como antagonistas de los protagonistas, un verdadero prodigio.

Cuanto menos sepan de antemanos de esta epopeya que se ve sin parpadear, mejor.

La misión de estos estudios era sorprender y entretener. A buena fe que lo han logrado con creces.

Kubo es una bellísima historia animada en la que muchos elementos entran en juego para demostrarnos el poder de un buen equipo de trabajo y la gloria que pueda dar un director a sus elegidos. No basta ver solo una vez Kubo. Su despliegue es el del arte mismo hecho detalles que se nos van inadvertidos cuando vemos el filme por vez primera. Y luego van apareciendo más y más cosas. También hay que ver, por lo menos, un detrás de cámaras, de esos que hoy YouTube nos beneficia a quienes queremos explorar el cómo detrás de los grandiosos resultados.

Brillante trabajo de animación, rozando lo sublime, espléndida en su técnica, usando el Stop-Motion,combinado con efectos digitales como nunca antes se ha visto, de una perfección (sorprendente en las expresiones faciales de sus personajes, increibles...!!!), un trabajo artístico más que destacable, hasta aquí, nada que reprochar...

Pero nos encontramos en la variante de la simplicidad y banalidad de su historia, previsible y vacua, que no llega a enganchar por lo plano de su proyección y sus problemas narrativos, esos excesos de fundidos en blanco y negro, seccionando la película a modo de capítulos, NO contribuyen a sumergir al espectador en la historia, que deja demasiadas lagunas argumentales como para imbuirse en su temática, demasiadas incógnitas no resueltas que confunden y no logran crear empatía con ninguno de los personajes y te mantiene a demasiada distancia como para llegar a disfrutar plenamente de este, repito, maravillo trabajo visual, dejando una sensación de vacío e incomprensión al finalizar que no compensa todo el esmerado trabajo artístico desplegado en su realización.

Entendemos la FANTASÍA en cine como algo ligero y tibio, algo por lo que todo puede pasar al estar exenta, supuestamente, de toda lógica, en este caso, a la falta de narrativa se le añade una serie de sin sentidos, amparándose en el "todo vale" que lastra definitivamente el conjunto, algo que se podría perdonar, como pasa en otros muchos trabajos de animación, si actuan los sentimientos, el instinto de contar la historia o encontrásemos algo más que destacable más cercano a mente y corazón, pero incluso, cuando pretende ser más humana, cuando intenta acceder a intentar darnos un golpe en lo más profundo, no lo consigue, viaja a la deriva intentando encontrar un buen puerto donde atracar los sentimientos, pero es en su confusión narrativa, repito, donde este trabajo naufraga, no conecta, no engancha...y al final, solo nos queda la sensación de haber presenciado unos fuegos artificiales muy bonitos, ESPECTACULARES, pero que no perdurará en el tiempo, de momento, aunque sospecho que "Kubo" acabará convirtiéndose en un film de culto a la vuelta de la esquina.

De todos modos, una película muy rica visualmente, que resulta entretenida en su justa medida y que hará recordar a las personas que ya no forman parte de tu vida, este es su mensaje, este es su dilema...

Dos meritorias nominaciones a los Oscar, como mejores efectos visuales y mejor película de animación.

Nota.- A destacar las tres o cuatro escenas de acción y lucha, vibrantes y ESPECTACULARES.

Saludos.