Pi, fe en el caos

Como reza el título de esta crítica, esta peli es una paranoia total.

Tiene momentos en que sus diálogos son absolutamente geniales. La interpretación de sus actores, especialmente el protagonista y su profesor, son sencillamente maravillosas y llenas de matices, hasta cuesta creer que Sean Gullette (Max) haya desaparecido del panorama fílmico y no se haya convertido en una famosa estrella de Hollywood. La dirección del film es sublime, se nota que Darren Aronofsky es de los mejores directores independientes del cine actual, solo hay que ver todas sus pelis (a excepción de otra paranoia como "The fountain")

Y ahora viene su enorme pero...

"Pi", es exageradamente confusa y compleja. Realmente hay que reconocer que tiene momentos de tanta brillantez que llegué a pensar que estaba delante de una obra maestra del nivel de "Réquiem por un sueño" (sí, para mi lo es), pero en su contra tiene que hay momentos tan..., pero tan..., pero es que tan y tan... ¡raros! que te joden la peli por todas partes. Hay cabos sueltos que, yo por lo menos, no entendí ni de coña. Llamadme corto, simple o tonto si queréis... pero a mi me gustan las pelis más tirando a lo lineales, y esta de lineal tiene lo que yo de matemático... es decir, mierda pa ti.

Momentos de 10 / momentos de 0 = Media de 5.

Una peli más que pretende epatar a un público intelectualoide con unas matemáticas aplicadas al servicio de la bolsa y cuyos propósitos infinitos acaban en una solución muy determinada, el 0, la nada. Ver pi produce el efecto de contar ovejas. Así que ni me ha desbordado, ni me ha interesado, ni me gustan las pelis en b/n en el siglo XXI... la banda sonora es lo que menos molesta. Muy mala en mi opinión.

A ratos entretiene y atrapa al espectador, pero gran parte del tiempo se lo pasa uno preguntándose qué carajo le están contando. La música es de verdad insoportable, y no hace para nada juego con el tipo de película que pretende ser. Lo único a destacar es la fotografía, en un eficiente blanco y negro, y la actuación del protagonista.

Claustrofóbico film independiente que, al igual que otros muchos de este estilo, es un cúmulo de despropósitos sin sentido, con un final nada esclarecedor que le deja a uno con la sensación de que le han tomado el pelo. Matemáticas, religión, locura, dinero, poder... Toda esta amalgama está mezclada en un guión sin orden ni concierto, con el que nunca se sabe si el protagonista vive una realidad o un sueño. Una cosa es cine independiente bien contado sin necesidad de alardes en lo que a efectos especiales se refiere, pero en esta ocasión parece que la estética independiente se ha forzado para camuflar un mediocre guión sobre una buena idea que debería haber sido mejor explotada.

Las críticas de esta película son muy variadas, son aquellas películas que o te gustan o las odias toda tu vida, a mí no me ha gustado para nada, la historia de un matemático un pelín perturbado que busca un modelo o una lógica para la bolsa.
Algo absurdo a mi forma de entender (claro que yo no soy matemático).
Esta no es muy buena, tendremos que ver 'Requiem por un sueño' a ver que tal.