Matar a un ruiseñor

Ya lo han dicho todos. Es una de esas películas que te dejan un hálito de esperanza de encontrar el bien en el ser humano. Lástima que hayan pasado mas de 40 años y aún hoy sigamos esperando que las cosas cambien para bien.

Con todos mis respetos hacia la que está considerada una obra maestra del cine norteamericano, "To Kill a Mockingbird" supuso en su día una gran decepción para mí. Tras una puesta en escena correcta y unas interpretaciones brillantes (nada sorprendente en un Gregory Peck en estado de gracia) se oculta un guión sencillo y pueril, más propio de una fábula navideña o un libro de cuentos infantiles que del considerado gran drama judicial norteamericano. Tras una lenta primera parte que es casi un remake de Tom Sawyer o alguna novela sobre la chavalada del pobre sur estadounidense, aparece el tema judicial, que es tan solo una pequeña parte (apenas una escena o dos) que se cierra de forma abrupta cambiando el tema de la película y desorientando al espectador. La parte final, más dinámica, encierra el drama propiamente dicho, aunque a pesar de todo no se consigue rescatar la película de la marejada de tópicos y lugares comunes en la que está atrapada, quizás el defecto más grave en mi opinión: desde los personajes hasta los diálogos, todo se ciñe a una sencillez y candidez impropios de una película que quiera aportar algo al género. Puede que en los cuarenta esta temática (respetable abogado blanco que defiende de oficio a un pobre trabajador negro acusado injustamente) fuera revolucionaria, pero siendo como es ya de los sesenta, me parece una película anacrónica, fuera de lugar en el cine que se hacía por aquel entonces. En ese sentido, sin atreverme a decir que sea una película mala -que no lo es en absoluto-, me parece una película más, normalucha, sin demasiadas pretensiones. Quizás mi error fue crearme expectativas debido a las notas y críticas de Filmaffinity y a multitud de críticas y referencias verdaderamente positivas que podemos encontrar por aí. Quizás me esperaba una película más centrada en el tema judicial y que estuviera a la altura de clásicos legendarios del género como "12 angry men" o "Witness for the prosecution", ambas anteriores en el tiempo. Ni que decir tiene que "Matar a un ruiseñor" no les llega a la altura de la suela del zapato, especialmente cuando comparamos la calidad temática y literaria de los diálogos de ambos clásicos con los de la cinta de Mulligan.
Por ello, aunque "Matar a un ruiseñor" es una cinta que se debe conocer, por formar parte de la historia del cine, no entiendo el motivo por el que entró, en su momento, en el canon de películas clásicas.

LO MEJOR: La interpretación de Gregory Peck, muy alabada -y galardonada- en su época.
LO PEOR: Los diálogos, especialmente los de la parte del juicio: simples, llanos, sin belleza literaria ni originalidad ni chispa ni nada. Basta comparar el tan insulso como celebrado monólogo de Finch en el juicio con cualquiera de las intervenciones de Charles Laughton en "Testigo de cargo" para hacernos una idea de a lo que me refiero con calidad literaria, belleza estética y ritmo.

En una paseo a orillas del Báltico (en la ciudad de Malmö, Suecia), leí en una placa metálica situada entre unas rocas ( algunas de ellas estaban pulidas)sobre las que el mar descargaba su espuma:
"DIAMONDS ARE IN EVERYWHERE"
yo no sé si esto es así siempre, pero sin duda éste es un caso.

Me he acabado de leer el libro de Arper Lee y seguidamente me he visto la película. Si el libro me encantó, la película me ha maravillado. Es pura poesía, unas interpretaciones soberbias, un Aticus que sólo puede ser interpretado por Peck.
La película sigue muy fielmente el libro y te da una sensación de armonía y paz, de grandeza del protagonista.
En fín películas como esta hace muchos pero que muchos años que no se hacen.
Muy recomendable, mejor si no te has leído el libro.
FANTASTICAk, es la primera votación a la que he calificado de MUY BUENA

Fantástica fotografía. Me encanta como comienza la película, se adivina lo magistral en cuanto a la fotografía de esta obra, por otro lado un comienzo cargado de simbolismo, es realmente sugerente y te deja adivinar que en ésta película lo realmente importante son los detalles y las pequeñas cosas.
Con respecto a las actuaciones, decir que Gregory Peck está muy correcto, sin embargo he de discrepar al respecto de algunas críticas que destacan los papeles de los niños, pues en mi opinión sólo el niño hace un gran papel, la niña sobreactúa en muchas escenas o más bien rectifico, actúa a destiempo, como es el caso de poner la cara de asombro-tristeza-miedo-otras tantas unos segundos después del momento oportuno y así lograr estropear casi la totalidad de sus primeros planos haciendo que resulten artificiales y poco creíbles.
Yo destacaría de éste film aparte de lo dicho la cantidad de mensaje que transmite, y ya no me refiero al principal acerca del racismo en torno al cual gira la trama sino a toda una serie de ejemplos de buena educación, buen hacer, civismo, respeto por uno mismo y por los demás, etc. Tantos valores que por desgracia la sociedad actual ha dejado en el olvido y dignos de recuperar, poner en práctica e inculcar a los nuestros.
A pesar del modesto siete de mi puntuación, es por todo lo dicho que me resulta altamente recomendable esta película, tanto para mayores como para pequeños. Espero que la disfruten como yo y que al igual que a mí les motive a intentar reconstruir los pilares de buenos principios y educación sobre los cuales se empezó a fundamentar la sociedad occidental en la que vivimos.