True Detective (Miniserie de TV)

No suelo ver series, pero en el caso de True Detective hice una excepción. Primero por la repercusión que tuvo, excelentes críticas la alaban y aquí, en Filmaffinty posee una de las notas más altas (¡8,5!). Segundo los actores que salen, por un lado tenemos a Matthew McConaughey, un actor que ha subido el nivel de su trabajo como la espuma y se ha transformado en un intérprete de método. Después está el célebre actor, normalmente secundario pero no menos excelente interprete, Woody Harrelson.

Matthew McConaughey

No empezó mal su carrera (Tiempo de matar, Amistad…) pero como les pasa a muchos acaban realizando bazofias sin interés cinematográfico, absurdas y facilonas comedias casi todas ellas románticas que rozan la vergüenza ajena y lo único que hacen es degradar la carrera de un actor. La prueba está en películas como: Planes de boda, Cómo perder a un chico en 10 días, Los fantasmas de mis exnovias y ridiculeces por el estilo. Con Mud (2012) dio el salto y maduró hacía un tipo de interpretación más curtida y experimentada. Un año después está el dramático y buenísimo filme Dallas Buyers Club en el que sin duda ofrece (al menos para mí) su mejor interpretación. En 2014 se enfundará en la oscura y sombría vida de Rust Cohle, un obseso y ofuscado detective que hará todo lo posible y más, por descubrir sus pesquisas.

Woody Harrelson

Por lo que respecta a Woody Harrelson siempre he pensado que es un gran actor, con sus más y sus menos. Ha interpretado de todo y ha hecho buenas y no tan buenas películas. Casi siempre de secundario. En todo caso, ahí queda la serie Cheers, un referente de los 80 y los 90, como también están la divertidas y simpáticas comedias Doc Hollywood (1991) y Los blancos no la saben meter (1992). También aparece en películas más serias como: La cortina de humo (1997), Welcome to Sarajevo (1997), La delgada línea roja (1998), No es país para viejos (2007), Siete almas (2008), Transsiberian (2008)… Como actor principal tiene un par actuaciones lo bastante sublimes como para estar nominado: Asesinos Natos de Oliver Stone (1994) es una de ellas, después está El escándalo de Larry Flynt de Milos Forman del 1996.

Matthew McConaughey y Woody Harrelson en True detective

Matthew McConaughey y Woody Harrelson se alían como productores de True Detective. La serie es despampanantemente buena, para nada tiene el formato “tipo serie”, quiero decir, que hay una gran diferencia entre ver El Mentalista, Dexter o House por decir algo, a ver la serie que nos ocupa. En True Detective te da la sensación de estar viendo una película de 480 minutos. La calidad visual no es de serie, ni de telefilme, sino más bien, es el resultado una buena película además con presupuesto.

La historia, la trama, el guion son buenísimos, bien pensado, todo ocurre por alguna razón aunque esa razón sea minúscula, todo cuerda como las piezas de un puzle que encajan sobre poderosas y tensas imágenes que jamás antes habías percibido en ninguna otra serie. Quizás The Wire, Treme o The Corner (las tres de David Simon) así como la mítica y glorificada Los Soprano pueden estar a la altura.

El mundo que rodea a los detectives Rust Cohle (Matthew McConaughey) y Martin Hart (Woody Harrelson) es denso y espeso como la niebla, y lúgubre como el ambiente que envuelve el austero paisaje del estado de Louisiana, Nueva Orleans y demás estados sureños promovidos por el fanatismo religioso, la brujería y el misticismo más salvaje y grotesco. La pedofilia, los pantanos, el sexo duro, los cochambrosos bares de carretera, los moteros de los bajos más fondos, los policías corruptos, las mentiras, la infidelidad, los tacos, el alcohol, las drogas, la violencia… todo entra en juego como si de una ruleta rusa se tratase y todo queda bien empaquetado en esa américa profunda que tantas nauseas da.

True detective sigue el patrón de películas como Seven del gran David Fincher con esa atmosfera oscura y tenebrosa. En Seven como en Zodiac por ejemplo, apenas se ve la luz del sol, siempre es de noche o llueve. Los interiores, descuidados y sucios son iluminados con luces más bien tenues que irradian poco o nada. En True Detective pasa algo similar, la serie es apagada, el color utilizado es oscuro mostrando un entorno prácticamente siniestro. Como bien dice el crítico Carlos Boyero: “True detective es deudora de Seven y puede sentirse orgullosa de su descendencia”.

El guionista, creador y también director de la serie es Nick Pizzolatto, un novelista (neo noir) que habrá que seguir muy de cerca. De la misma manera y forma digo lo mismo para su otro director, Cary Joji Fukunaga del cual ya pude ver en el 2009 el filme Sin nombre y ya me pareció una más que buena y respetable película.
En definitiva, True detective lo tiene todo para convertirse en una de las mejores series de la historia, por lo menos, la mejor del S.XXI.
La puesta en escena es inmejorable, el guion es brillante, retorcido y su historia (del mejor film noir) asombra en cada capítulo.
La banda sonora es inmejorable, sobre todo el tema principal de los créditos iniciales. Soul, blues, jazz, rock sureño, electrónica ambiental abrazan ésta serie que la hacen aún mejor. Al final de cada capítulo aparece un tema diferente al anterior. Todos muy bien seleccionados y muy acordes con las secuencias. La música se convierte (sin que casi te des cuenta) en un protagonista más.
Las interpretaciones son portentosas tanto la de Matthew McConaughey como la de Woody Harrelson.

-Dirección: 9,5
-Guion/Historia:9,75
-Fotografía: 8,5
-Interpretaciones: 9
-Banda Sonora: 9,5
-Producción: 8,5
-Sensación/satisfacción personal: 9
-Entretenimiento: 9

Total: 9,1

Se repite, la historia, una y otra vez, alguien allá afuera matando, asesinando, alguien que da la orden, que paga y financia crueles actos inhumanos; también, quien investiga, quien busca un culpable, quien no comprende como tal grado de maldad existe; están los que callan, son simples observadores, saben o no que pasa, pero no indagan, no les importa, les es indiferente. Al final es la misma vieja historia del bien contra el mal, que nunca acabará, y que talvez nunca empezó porque es la historia en si misma.

-Cada temporada es independiente. Lo único en lo que coinciden es que son historias de intriga protagonizadas por un detective, un ambiente turbio e irrespirable y unos títulos de crédito muy buenos.

-La T1 es la mejor de las dos que se han hecho (está confirmada la tercera pero sin fecha) aunque la segunda también me gustó, pero menos. Ese es su principal problema, no aguanta la comparación.

T1.

-Matthew McConaughey, en el papel de detective, la protagoniza de manera espléndida. Es sin duda uno de los atractivos de la serie. El actor está en estado de gracia.

-Tiene una fotografía cautivadora. La acción está situada en Louisiana y solamente nos falta oler para sentir el sur de EE.UU., todo lo demás está reflejado maravillosamente.

-Personajes muy complejos con frases lapidarias, trama de intriga muy bien estructurada y buena banda sonora.

-Obra maestra el final del cuarto capítulo con un plano secuencia de 6 minutos. Imprescindible.

T2.

-La trama y los personajes son inferiores a la T1 y eso lo sufren todos los actores:

En comparación con Matthew McConaughey en la T1, Colin Farrell interpreta bien su personaje pero es más mediocre.
Los secundarios como Vince Vaughn tampoco brillan.

Soy elbuscadordeseries.wordpress.com

Junto con La pasión de Cristo, El hombre elefante, Los expedientes X, Apocalypto y Mushishi, se encuentra en mi Olimpo interior, en un altísimo pedestal, esta grandiosa serie. No hay adjetivo para describirla mejor. No alcanzan los adjetivos sinónimos a esté para describirla como se merece.
Un Neo - Noir insuperable. Una historia contada millones de veces, y que será contada muchas, muchas veces más. Porque dividiendo su forma en partículas cada vez más pequeñas, hasta la más pequeña cuerda, encontraremos rodeada de un negro vacío, la vieja historia de el Bien contra el Mal.

Hoy, Septiembre de 2018, acabo de terminar de ver esta fabulosa serie, luego de haber recibido innumerables comentarios positivos sobre ella, y debo decir que no me decepcionó. Es, sin lugar a dudas, una de las mejores series que he podido ver.

Creo que la gran virtud de esta mini serie (o superpelícula?) es saber contar UNA historia, y resalto la palabra "una" porque su trama no es nada que no hayamos visto o leido con anterioridad, pero es narrada, interpretada, y visualizada de una manera magistral. Y es que para entender dicha maestría y éxito, es necesario comprender que la serie se sostiene fundamentalmente de 3 patas:

-INTERPRETACIONES: la ubico en primer lugar porque considero que sin las estupendas actuaciones de Matthew McConaughey, Woody Harrelson y Michelle Monaghan esta serie jamás podría haber sido lo mismo. Los tres cumplen de los mejores papeles que les vi a cada uno, destacando indudablemente por encima la de McConaughey, quien es verdaderamente el centro de esta historia. Y es que su papel es exquisito, sus transformaciones físicas y existenciales a lo largo de la narración, sus discursos filosóficos-nihilistas (en boca de otro sonarían ridículas, tal como sus creadores contaron) y su capacidad de expresar dichos cambios es algo que nadie debería dejar de ver.

-GUION: aquí está la clave de todo. Una historia interesante y atrapante que, en esencia, no es algo que jamás hayamos visto, pero contada y desarrollada con tanto talento y sentido del ritmo que se convierte en condición necesaria para entender el desarrollo y evolución ya no solo de la trama sino también de sus personajes y pensamientos. La decisión de mezclar dos espacios temporales distintos termina siendo muy funcional para el desarrollo de la historia. Aquí seguramente sea necesario destacar el hecho de que un solo director se hiciese cargo de cada episodio.

-AMBIENTACION: esta historia impacta e incomoda en gran medida gracias al trabajo de ambientación, fotografía, montaje y audio que se hizo. Las locaciones asfixiantes y tóxicas de Lousiana, tétrica como la historia que se narra, son necesariamente el escenario ideal para ella. Sus pantanos, sus nubes de toxicidad, y ese aire a distopía y abandono de toda salubridad contribuyen a que todo sea mucho más creíble, a tono con los pensamientos de Rust. Finalmente no podría olvidar esa MAGISTRAL escena secuencia de unos 6 minutos, con lo tanto que me gustan. Es algo que realmente hacen a uno flipar en su sillón.

Mensión especial deberíamos hacerle a ese tono filosófico existencialista-nihilista que envuelve a la serie y que, lejos de ser meros y vacíos discursos pretenciosos tomados de Nieztche o Camus, abarca y empapa cada momento de la historia. Los planteamientos y cuestionamientos que se hace Rust, la "mogijatería" hipócrita de Martin y el papel de la Iglesia en tantos temas horrorizantes son algo que se aprecia y agradece en cada episodio.

Con todo esto, la considero una obra de culto que todo cinéfilo y seriéfilo debiera ver, y lamento no ver más seguido productos de tanta factura como este.