Pequeña Miss Sunshine

Esta loca, irreverente, fresca, excéntrica y divertidísima comedia fue AMOR a primera vista para mi, un amor que se reforzaría con las más de 30 que la pondría en bucle después. Hasta confirmarse como un mantra vital, un modus vivendi, en definitiva una filosofía de vida que no es la socialmente marcada, una rebelión contra las normas preestablecidas. Como a veces decimos con mi querido amigo Adri, que compartió alguna que otra tarde de dvd disfrutándola conmigo y al que le descubrí una de sus bandas sonoras favoritas, es la filosofía del "SER GORDO" en la vida, entiéndase esto, no sólo a nivel físico, no se trata de eso, ser un gordito a nivel mental, un NERD, un inadaptado, sentir siempre que eres esa pieza del puzzle que no encaja y aún así importarte 3 narices.

Le tengo mucho cariño porqué además recuerdo que me la recomendó rotundamente uno de mis mejores amigos, mi gran mentor y compañero de muchas aventuras, Darío, una de las personas más geniales y brillantes que conozco.

Así que evidentemente, amo esta película por muchas razones pero las que ahora importan serían que se trata de un muy magnífico debut, de una comedia screwball (alocada, excéntrica) dentro del género road movie. Los Hoover, son una familia poco común en la que el tío Frank acaba de intentar suicidarse tras ser abandonado por su novio, el abuelo esnifa cocaína, el padre fracasa dando discursos sobre cómo no fracasar y tener éxito, el hijo adolescente lee a Nietzsche y guarda un mutismo absoluto. Olive, la pequeña es seleccionada para participar en un concurso de belleza en California, así será como dentro de una destartalada furgoneta Volkswagen amarilla, se dirigen hacia el Oeste en un tragicómico periplo de tres días lleno de inesperadas sorpresas. El debut de Olive será el detonante de un cambio profundo en esta familia de inadaptados.

Citando a Paul Dano en un momento de la peli: "la vida es un concurso de belleza tras otro..." No sé si será eso, pero supongo que merece la pena todo el sufrimiento...

Una declaración de intenciones que llegan a puerto y convierten en oro la mercancía de la que partían. Cómo redondear una idea, cómo reflexionar con corazón. Un planteamiento que deja de serlo y a la par no puede ser más fiel a sí mismo.
Unos personajes que chocan y casan.
En pocos minutos vemos a uno de los personajes leer Así habló Zaratustra de Nietzsche, no tardarán en hacer ver a qué se debe.
Quiero dar ejemplos concretos de escenas que me han parecido sublimes y de una coherencia superlativa. Pero lucharé con mi impulso condicionante y dejaré que cada uno vea esta película como buenamente se le proyecte (en varias de sus acepciones).

Una película con alma, con verdad.
Con un efecto nada común en tiempos contemporáneos, y es la virtud de dormir las extremidades, que ni por un segundo se mueven o molestan para ver cuántos minutos quedan de película. Porque no hay segundo en el que me distraiga en agentes externos a la película, a esta familia y su meta.
Y eso es un verdadero triunfo.
A veces, ni siquiera en conjunto, se llega a lo que se piensa que es triunfar, sin embargo, está película no solo quiere, puede. Y toda la reflexión que permite la película rodea la idea que enfrenta Éxito y fracaso. Pues bien, decidan ustedes lo propio tras ver este metraje.



Y, como acotación; me abruma, rompe y remedia la actuación de Toni Colette, en un papel aparentemente más discreto, acompaña a la película, subraya y marca el tono de determinadas escenas y/o mensajes para mí claves de la película. Muecas que no llegan al segundo y dirigen al espectador hacia el lugar y carácter del posterior panorama.

La familia unida puede con todo, o así es cómo interpreto yo la película.

Se trata de una rocambolesca y divertida comedia en la que las situaciones más ridículas y estrafalarias para llegar a un concurso de belleza infantil son narradas con buen ritmo y nunca caen en la grosería barata (aunque esto no significa que no haya referencias sexuales durante la película, que las hay). Historia sencilla bien guionizada y narrada para pasar un rato agradable.

Todas las familias presentan disfuncionalidades; sólo superándolas o siguiendo por caminos distintos cuando las diferencias son irreconciliables podemos progresar como personas. Esto es así.

Para disfrutar.

Un viaje que reúne a toda la familia para hacer feliz a una niña, a pesar de que la unidad es inexistente, y mas bien son vidas dispares. Un film cargado de ilusiones y sueños, todo ello para que esta niña pueda ganar un concurso de belleza. En el transcurso de este largometraje ocurren diversas circunstancias que hacen que esta familia esté más unida que nunca, y puedan superar sus miedos, rencillas y también se acepten así mismos.

Recomendable para verlo en familia, aunque no se convertirá en esta película en una de mis favoritas.

NOTA: 6 (entretenida)

Creo que era imposible reunir a un grupo más disfuncional en una furgoneta: un abuelo adicto a la cocaína, una niña que no está hecha para los concursos de belleza infantiles, pero aun así su pasión es concursar en ellos, un tío cuya vida ha ido cuesta abajo y sin frenos y ha acabado en un intento de suicidio, un padre que no concibe el perder como una opción y solo ve a los ganadores y un hermano emo que no habla ni una palabra. Menudo grupo se ha juntado.

La historia de la familia Hoover comienza cuando a Olive (Abigail Breslin) la llaman para participar en el concurso Pequeña Miss Sunshine en Redondo Beach. La familia de la pequeña formada por su madre Sheryl (Toni Collette), su tío gay Frank que acaba de intentar suicidarse (Steve Carell), su ambicioso padre Richard (Greg Kinnear), su silencioso hermano Dwayne (Paul Dano) y su abuelo/entrenador Edwin (Alan Arkin), se ven obligado a viajar desde Alburquerque para que Olive participe.

Me he visto en la obligación de mencionar a los seis actores protagonistas porque lo cierto es que todos realizan un gran papel. Cada uno tiene una personalidad, una motivación, un objetivo y un obstáculo. Pero ver como la familia se sobrepone a cada obstáculo que le ponen delante es muy satisfactorio. Al final, todos piensan "a la mierda con todo" y es ahí cuando la película gana. Todo esto en un marco de una buena comedia dónde a pesar de contar con Steve Carell, que ya es un especialista en este género, no es el foco principal.

Sin embargo, siento que la película podría haber dejado de lado la comedia un rato y haberle dado un poquito más duro a los concursos de belleza infantiles. Si, la película tiene un pequeño momento donde dejan más o menos ver que la gente que está allí no está del todo bien, pero me habría gustado ver a los directores ponerse en una posición más sólida contra una práctica que es denigratoria para las pequeñas.

Menos mal que siempre estará Olive para recordarnos que da igual lo que te digan, que no puedes hacer algo sin sufrir haciendo cosas que no quieres. Todo es proponérselo, y Pequeña Miss Sunshine centra todos sus esfuerzos en lanzar ese mensaje. Un mensaje con el que todos estamos de acuerdo y que además por el tono de la película, el proceso de recibirlo se hace liviano y disfrutable.