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M, el vampiro de Düsseldorf

Thriller. Intriga Un asesino de niñas tiene atemorizada a toda la ciudad de Berlín. La policía lo busca frenética y desesperadamente, deteniendo a cualquier persona mínimamente sospechosa. Por su parte, los jefes del hampa, furiosos por las redadas que están sufriendo por culpa del asesino, deciden buscarlo ellos mismos. (FILMAFFINITY)
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Críticas 148
Críticas ordenadas por utilidad
15 de noviembre de 2008
31 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando David Fincher rodó Se7en difícilmente podría imaginar que su película supondría no sólo el rescate de un género que había caído en las catacumbas de la serie z, sino que abriría camino a una serie de thrillers policíacos cada vez más truculentos y anodinos cuya plasmación visual no dejaría de ser un mero ejercicio de imitación y cuya motivación final no sería otra que la puramente recaudatoria. Precisamente el mismo Fincher daría un significativo portazo a lo que había iniciado con Zodiac, una película más interesada en los aspectos propios de la investigación criminal y la influencia psicológica del criminal en la cotidianidad que en mostrar los crímenes propiamente dichos.

El valor de Lang reside en que fue el primero, el gran precursor, no sólo en realizar una película sobre un psicópata, sino en mostrarse interesado en las complejidades de su personalidad y retratarlo, no como un ente ajeno al cuerpo social, sino como un producto más surgido de el.

Ya en su primera secuencia, Lang nos muestra lo que realmente le interesa consiguiendo crear tensión con elementos tan sencillos como el eco de una voz en una escalera vacía o continuas elipsis temporales en forma de reloj de cuco que marca el inevitable destino de la niña raptada. Finalmente concluye con una sucesión de planos cortos donde el simbolismo de un plato vacío, una pelota en un descampado y un globo entre hilos eléctricos son capaces de generar una mayor desazón que una imagen más explícita.

Todo ello sirve como mera introducción al mundo decadente de la Alemania pre-nazi. Un mundo reflejado a través de la paranoia popular ante la invisibilidad del asesino y el fracaso contínuo de la autoridad policial por hallarlo. Aunque ello nos podría remitir hacia un cierto desencanto ante el estado no es menos cierto que no se duda en mostrar los esfuerzos policiales en la identificación y captura del criminal. Así se obvia el discurso clásico narrativo y se pasa a un inteligente uso de la voz en off, mientras se nos muestra visualmente todo el operativo puesto en marcha. Lo interesante es que no se limita a una mera descripción sino que hay insertos que nos remiten a una modernidad que adoptan en la actualidad series como C.S.I.

Tambien se añade una trama paralela que conforma otra de las novedades que rompen el esquema clásico del cine de la época: la búsqueda del asesino por parte de las asociaciones criminales. Algo que evidentemente puede ser sorprendente pero que en absoluto es gratuito, en tanto que establece una relación metafórica con su visión del ascenso del nazismo, ya que los criminales o el sindicato, como ellos mismos se llaman, aparentan poner de relieve el fracaso del estado y como servicio sirven al pueblo en la búsqueda de mayor seguridad, cuando en realidad están sirviendo sus propios intereses delictivos. (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
LennyNero
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27 de abril de 2010
31 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que el cine le debe mucho a Fritz Lang. Forma parte de la historia como pionero, pero las bases que presentó son las mismas con las que los demás edificarían su propia leyenda. Fritz Lang fue uno de los primeros maestros y en concreto "M" es una película cuya recomendación ha permanecido en mi personal lista hasta el día de hoy. Con este título Lang describe sin saberlo, 1931, la maldita década en la que Alemania padecía de todos los males que mal mezclados y con peores nombres propios desembocarían en la peor tragedia en Europa del siglo.

Pero también señala una historia, en tres actos como apuntan muchos usuarios y cuyas partes vienen bien descritas y mejor comentadas en las críticas mejor valoradas de la lista. Muchos en algunas lineas valoran el papel de Peter Lorre, yo lo elevaré desde aquí a la mayor altura posible. Su interpretación final me ha dejado impactadísimo, sus palabras, sus gestos, la convicción con la que vomita su monólogo es escalofriante, me ha dejado peor de lo que creía y me ha hecho subir inevitablemente una nota que para mí se lo debe todo a este hombre. El juicio de los hampones tiene mucho de moralista, tanto se puede opinar sobre lo justo y lo injusto como la enfermedad psicótica del criminal, pero es que cuando Peter Lorre se ve sin escapatoria y confiesa ser un enfermo, en ese momento, hablando en plata, los huevos se me han caído al suelo... Lo que he visto, intentar escapar y gritar, compadecerse, gesticular, llorar, es ahí cuando mis ojos sin pestañear me han indicado que eso, el llanto lamentable del gato cazado, es lo más grande que he visto en mi vida en cuanto a interpretación de un actor.

Mi pequeña crítica quiere ser un homenaje a Peter Lorre, coincideremos todos en que el nombre de Fritz Lang se menciona cincuenta veces más...
Luisito
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1 de marzo de 2008
27 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una de las películas más brillantes que he visto. Es sorprendente que en 1931 ya existiera un cine con un trabajo tan profundo de los personajes y un guión tan complejo y redondo. Es sorprendente que haya tanto cine con guiones simplones y personajes unidimensionales (buenos que son muy buenos y malos muy malos), cuando ya desde 1931 se había hecho una obra con personajes tan complejos y una historia tan refinada y sutil. Capaz de decir tanto con tan poco, como una escena con una pelota girando o un globo flotando en el aire; escenas que muestran en pocos segundos tanta información y tanto terror. La antítesis sería ese cine que para asustarte te tiene que mostrar ingentes litros de sangre y monstruos terribles que gritan apareciendo de repente. Fritz Lang por el contrario no ofende a la vista, sino que la cautiva, la hipnotiza con sus múltiples tomas. Una película llena de imágenes poéticas y gran contenido, diálogos trabajados con esmero y llenos de sabiduría y profundidad. Películas como esta no hay muchas en la historia del cine, es increíble que con semejantes antecedentes se sigan produciendo y viendo hasta el cansancio tanto churro holywoodenses... En fin, un filme que ningún cinéfilo se puede perder.
Enoc
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18 de septiembre de 2006
32 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Increíble de principio a fin. Acabo de verla y es apuballantamente entretenida. Nunca pensé que una película filmada en 1931 pudiera tener no ya la calidad técnica que tiene (eso se da por hecho, viendo al director) sino una actuación sobresaliente de Peter Lorre y un guión inmejorable. Creía y daba por sentado que el cine anterior 1938 sostenía un aire romántico para los entendidos, que admiraban las diferentes propuestas de hacer cine pero cayendo en tecnicismos y sin llegar al espectáculo, ocio y reflexión que consigue esta obra.

En fin, si este film se rodara este mismo año, estaría entre las 5 mejores seguro pero teniendo la edad que tiene, el mérito es asombroso. Se suele calificar a este tipo de obras de atemporal y tienen razón.
Alberto66
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2 de diciembre de 2008
21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y nos lo demuestra con este clásico, precursor de películas como Seven, La hora de la araña y muvhas más. Y es que con esta película se inventó el ya gastado género de los asesinos en serie que tantas películas han dado de sí. Lo bueno de esta película, me refiero a lo que marca su estilo, es que tras el telón de una historia de asesinatos, niños muertos y todo esto, hay algo cómico, al contrario de Seven, en la que todo era lúgubre y muerto. Estas dos películas tuvieron un estilo que las nuevas películas de asesinos en serie no son más que inspiraciones en la fotografía de Seven y asesinos que dejan algo al lado de sus víctimas. Es algo que piensan que impacta a la gente, pero la verdad es que impacta más un asesino que mata por matar y deja el muerto y ya está, que no que va dejando postalitas de su tía la Bartola cuando hizo top-less en una playa de Desmugañanzo, Cuenca del norte. Porque a veces es la espontaneidad o el hecho de que el asesino mate por hobby lo que hace que la película adquiera por si sola ese tono lúgubre, sin necesidad de tener que oscurecer el escenario. Y eso es algo que en esta película se consigue, que se puede decir que es cómica, pero no que es una película de risa, porque M el vampiro puede ser en ocasiones más oscura y maléfica que Seven, aun teniendo elementos cómicos, y eso es algo que el amigo Fritz hace de maravilla, por no decir dos palabras que forman una palabrota. Mr. Lang aquí juega con nosotros, nos da una lección de que el cine de los años 30 es muy bueno, y lo hace que con toda la profesionalidad que puede, dando como resultado esta joya.
Altamente recomendable. Sobre todo para los amantes del cine de crímenes, para amantes del cine en blanco y negro o para fans de Fritz Lang.
Próxima parada: Metrópolis.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pabloski
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