Haz click aquí para copiar la URL

Masacre. Ven y mira

Bélico. Drama Película de encargo para celebrar el 40 aniversario de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial. Relata, a través de los ojos de un niño progresivamente endurecido por el sufrimiento, la matanza sistemática de los habitantes de las aldeas bielorrusas, más de 600, durante la guerra. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 10 22 >>
Críticas 106
Críticas ordenadas por utilidad
23 de noviembre de 2006
31 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que tenía algunas dudas antes de ver esta película ya que, tratandose de un encargo soviético para conmemorar la victoria sobre Alemania en la IIGM, me esperaba una sobredosis de propaganda y patriotismo. Estaba muy equivocado.
Al acabar la película tengo la sensación de haber estado transportado a los bosques de Bielorrusia durante casi 3 horas. He reido con los partisanos ante la preparacion de una fotografía, me he aterrorizado al escuchar los camiones alemanes al llegar, y todavía me dura el horror ante la aniquilación sistemática de los aldeanos en nombre del Reich.

No nos encontramos ante una obra de fácil digestión. Que nadie espere encontar aquí un film bélico al uso, pues la acción es inexistente y los silencios abundan mas que los diálogos. En la primera mitad el ritmo es quizá demasiado denso y la banda sonora llega a ser asfixiante, pero la magnífica ambientación de la cinta consigue que nos adentremos en ella de manera hipnótica. Hay buenas interpretaciones y otras que me parecen algo sobreactuadas, pero me las creo todas. La realidad tuvo que ser bastante parecida a lo que aquí se nos cuenta.

Quizás lo que mas me ha gustado es que los hechos no están exagerados y no hay exaltación patriótica, no se incide constantemente en la grandeza de la patria soviética ni se ensalzan los valores comunistas.

La historia transcurre en Bielorrusia, el territorio oriental mas castigado por los nazis. Cuando los alemanes se retiraron en 1944 mas de 2.500.000 de personas habían perecido durante la ocupación de esta república, uno de cada cuatro. La guerra de aniquilación que se llevó a cabo en este territorio empujó a las gentes a vivir en los bosques, creando un fuerte sentimiento de resistencia antes las barbaridades exterminadoras del nacionalsocialismo.
En todo el mundo es conocida la tragedia de la aldea de Katyn, donde 186 personas, entre ellos 76 niños, fueron quemados vivos en un granero donde previamente les habían reunido por la fuerza las SS. Katyn es el símbolo del sufrimiento de un pueblo, pues es solo una de las 600 aldeas bielorrusas arrasadas por los nazis junto con sus habitantes.
No nos podemos explicar como pudo desatarse tanta locura, pero la verdad es que ocurrió. Y no tenemos que olvidarlo nunca.
Chinaski
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
12 de diciembre de 2008
28 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al validador que esté leyendo esta crítica, le pediría que antes de no aceptarla por poner un taco en el título viera esta película o al menos leyera mis razones.
No creas que lo hago por capricho ya que he estado pensando en algún otro adjetivo que pudiera utilizar para el título que defina de una forma tan explícita y clara lo que este film me hizo sentir.
Pensé en poner “La desagradable realidad” pero se me hacía demasiado insulso porque no expresa toda la pena, rencor y desprecio que puedes estar sintiendo al verla.
También pensé en poner “La maldita realidad” pero con decir que algo está maldito no me llegaba ya que no remarca la parte de auto-negación de la realidad que nos ha mostrado el cine generalista sobre la segunda guerra mundial y a grandes rasgos sobre la guerra en general.

Elem Klimov se salta la norma básica del endulzamiento de la guerra para mostrarnos con crudeza lo que fue la resistencia en Bielorrusia a través de la mirada de un niño, en un claro guiño a la “Infancia de Iván” de Tarkovsky quizá con menos maestría pero con mucha más fuerza. Vemos las miserias y barbaridades que el ser humano es capaz de realizar, sin regocijarse en ello pero sin censurar.

Imprescindible para tener una idea general real de lo que se puede sufrir en una guerra. Recuerden es la realidad y a veces no es agradable.

PALABRA CLAVE: Real.

PD: pensé en ponerle un 9 debido a su excesivo metraje, pero el final es digno del 10 que le he puesto.
capacitivo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de septiembre de 2010
23 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si realmente eres una persona concienciada, y repudias la violencia y las atrocidades de la guerra, abstente. Sólo te vas a llevar un mal rato. No hay nada nuevo en la película; ningún dato que no conozcas ya; nada que te vaya a hacer cambiar de opinión. Sólo muerte, horror, desgracia, llanto...

Si aún así decides verla, te admiraras de la calidad de los actores, de cómo logran transmitir las fatalidades de la guerra. Te enfrentarás a una realidad cruda y sucia, muy sucia, llena de barro, hambre y miseria. La viven y te la hacen vivir; casi la hueles.

Pero si lees esto y aún no la has visto, estás a tiempo; no lo dudes, no la veas. Es como meter la guerra en tu casa.
ruanorosa
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
29 de julio de 2007
23 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Se puede hacer una crítica de recuerdos de hace veinte años, no de una película? Se puede cuando se quedan grabadas esas escenas: el rostro del niño protagonista, la chica violada (ese cargador), charcos, lanzallamas, música que es ruido o ruido que es una banda sonora, y la náusea y el dolor. No he vuelto a ver esta cinta desde entonces (aunque pronto iré montado en mi mula a buscarla a Bielorrusia).

Finales de los 80. Por la televisión echan películas como esta a las diez de la noche. Por aquel entonces la inocente adolescencia hace poco que se fue y empiezo a madurar, a ser un hombre. Este film te hace madurar, te saca de Disney, de Cocodrilo Dundee, de Indiana Jones y te lleva a un cine distinto de emociones duras y belleza, donde no siempre ganan los buenos, donde no se sabe muchas veces siquiera quiénes son los buenos o si los hay. Ven y mira: Apocalypse Now, Blade Runner, Kurosawa...

Y empiezas a plantearte que quizá uno tampoco es del todo bueno y que las cosas son más complejas de lo que parecen.

La película termina y yo me voy a mi habitación. Sentado en el borde de la cama, en mis auriculares suena "Gods of war" de Def Leppard y me digo que esa canción casa muy bien con lo que acabo de ver. El cuerpo te pide llorar o vomitar, o ambas cosas.
Tomwingo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de junio de 2011
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cita del Apocalipsis (de la cual Elem Klimov saca el título original del film) da una idea muy concreta de cómo puede describirse esta película. Lejos de todo espíritu patriotero o propagandístico (aunque sea una obra de encargo), más allá de su realismo duro y mugroso, “Masacre: ven y mira” es un film apocalíptico.

Y también de mucha plasticidad visual. Largos trávellings y movimientos de cámaras que terminan en planos impactantes (los cadáveres amontonados detrás de la casa de Florya, p.e.). Milagros de la steadicam, que también crea esa sensación “flotante” característica. Sensación progresivamente sugestiva y onírica. Incluso Alexei Kravchenko, el protagonista, fue sometido en algunas escenas a un estado de hipnosis.

Por eso “Ven y mira” es un film poético, en el original sentido de la palabra. No porque haya un embellecimiento o una estética estilizada de la guerra. Sino porque hay revelación auténtica de la misma a través de insólitas imágenes visuales, de metáforas. La secuencia de la aldea, filmada con un realismo aparentemente frío y objetivo, está plagada de dichas imágenes. Imágenes casi dadaístas que hablan más y mejor sobre la naturaleza de la guerra que los tiros y las explosiones, que los gritos y la sangre convertidas en tópico dentro del género. La espesa niebla de la que surge toda una división motorizada. El diminuto lemúrido, mascota del comandante. La sensual mujer chupando una langosta. El enano bufón del casco pintado y voz chillona. El soldado “ario” de gafas que se parece a Mortadelo. La vieja postrada, desdentada y sonriente. Son imágenes de la depravación, metáforas que sacan a la luz el peor lado de la naturaleza humana.

En la misma secuencia, la banda sonora consiste en una indistinta masa de ruidos. El zumbido del avión. La música völkisch que sale del altavoz. El griterío, distorsionado electrónicamente para que parezca un gemido animal y colectivo. Las notas de una fuga de Mozart en órgano, que prolonga la súplica horrorizada que sale del granero... que parece más una iglesia.

El efecto es estremecedor, asombroso. Y no es por el duro realismo. Sino por la poesía de lo depravado. La sobresaturación de impresiones que ahoga el sentido de realidad y abre las puertas del horror. Las del mismo Apocalipsis. “…Entonces había un caballo verdoso; el que lo montaba se llamaba Muerte, y el Hades le seguía. Se les dio poder sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con la espada, con el hambre, con la peste y con las fieras de la tierra”. (Apocalipsis 6, 8)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Especialista Mike
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 22 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow