Vota Juan (Miniserie de TV)

Reir por no llorar. Como estará el patio para que el respetable esté convencido de que más que una sátira de nuestros políticos es un documental de los mismos. Y ya se sabe que la realidad supera la ficción.

Una excelente selección de casting con Cámara en estado de gracia a la cabeza, guiones notables y actuaciones comedidas hacen que esta serie, heredera de otras foráneas (está todo inventado) pase por la turmix patria las vergüenzas de aquellos a quienes elegimos para que nos representen. Y como parece que la cosa no tiene arreglo nos los tomamos a risa. Mejor la primera temporada que la segunda. El incombustible Juan Carrasco y su equipo seguirá medrando en una tercera.

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Una serie muy absurda que aunque sea pasable no da para mucho más. La idea del guión puede dar para sketches graciosos cortos pero no para una serie.

Aunque la realidad viendo el mundo real da para pensar si los políticos realmente son así como en la serie porque visto lo visto tampoco son mucho mejores.

Al fin y al cabo esta serie ha dado para eso quedarse en movistar y poco más, no da para mucho más.

No conozco la serie Veep que se cita en otros comentarios, pero tampoco creo que sea necesario para enfrentarse a un análisis de este producto denominado Vota Juan. Mi decepción con esta serie, aunque se deje ver, quizá venga por el resto de series españolas que últimamente están emanando de las televisiones de pago. Y no me refiero a las que posean producciones más o menos caras, sino a cosas como Vergüenza o Mira lo que has hecho, que creo que como espectador nos hacen más exigentes de cara a otros productos de comedia.

Este Vota Juan no es desternillante, pero tampoco creo que sea una pérdida de tiempo, y a mí es que Javier Cámara me encanta haga lo que haga. En resumen, no está mal.

Coges dos grandes actores, les das un guión parecido y cambias el escenario y no sabes si estás ante 'Vergüenza' o 'Vota Juan'.

La serie, si te gustó 'Vergüenza', te va a gustar porque es un calco del personaje y sus actitudes pero en otro entorno. ¿Es divertida? Sí; ¿es distinta? no.

Con otro Javier por banda, Juan Cavestany y el equipo de guionistas perpetran un mismo humor, teñido de puntualidades para hacerlo diferente, pero que en esencia es lo mismo bajo otra capa.

La dejé en el tercer capítulo. Muestra un político torpe y mezquino, no solo en la política sino, lo que más me cabreaba, con su familia. No soportaba como metía la pata una vez tras otra y todo colaba. Si al menos fuera inteligente como Frank Underwood.. pero no, Juan Carrasco es un memo que parece increíble que haya llegado a donde está. Debería de ser catalogada como película de fantasía, no como comedia.

Encima viniendo de ser alcalde de mi ciudad.

En fin, que para ver malos ejemplos, la vida está llena de ellos.