El retorno de los malditos (Las colinas tienen ojos 2)

La película, en sí, no aporta nada de nuevo al mundo del terror, pero teniendo en cuenta eso como punto de partida, es bastante entretenida vista desde el punto cinematográfico, yo realmente me lo pasé bien visonando esta película, hay escenas que te lo hace pasar mal, el final está también correcto, precedible pero bueno todo es prececible hoy en día en el cine.
Entiendo las malas puntuaciones porque no a todos nos gustan los mismos géneros e igual que yo puntuaría mal una película de Woody Allen ellos puntuan mal esta.
Pienso que la gente que no le gusta el genero no debería ir a verlas al cine, ya que logicamente se llevan decepciones.

Seguramente si hay algunas películas que merecían un remake eran las dos cintas que dirigió Wes Craven de "Las colinas tienen ojos". En la primera, pudo contar con el francés Alexandre Aja que con su puesta en escena y con sus escenas desagradables, supo hacer un buen entretenimiento. Para la secuela, el creador de Freddy Krueger cuenta con otro director europeo (alemán en este caso) que al igual que Aja, realizo una película que tuvo un gran éxito en Sitges. Weisz no aporta nada, simplemente se limita a potenciar las escenas desagradables que posee el guión de Craven y repartirlas por todo el metraje y seguir con la mania de las películas de terror de presentarnos a unos personajes tan memos como odiosos.

Siguiendo la historia por donde se quedo en la primera, aunque no repita ninguno de los actores de aquella, ahora la familía que se salvo se lo contó a los militares y ellos establecieron allí una base para investigar. Pronto son liquidados. Luego llegan los protagonistas, una serie de soldados que van a proveerlos de los materiales y se encuentran con ese panorama desolador. Así, nos introduce el guión de Craven en la película y sin ser una historia original, si que por lo menos es una excusa perfecta para esta secuela por encima de las habituales estúpideces que se inventan por allí cuando quieren escribir el guión de una secuela. Pero, ni el director consigue meterme tensión en el cuerpo (puedes imaginarte cuando uno puede morir o ser atacado, o simplemente cuando un compañero se acerca por la espalda asustando a su otro compañero) ni nada. Hemos llegado a un punto en que parece que dar miedo es meter escenas asquerosas y repugnantes como con la que se inicia esta película y no lo es. Cuando veo una de terror quiero asustarme, si me da asco ya es otra cosa. Pero si no me asusto mal vamos. Y esta secuela no lo consigue. En la primera, Aja por lo menos consiguió meterme tensión en el cuerpo.

Si a eso le sumas unos actores malos, el mismo recurso de siempre en la utilización de la música, los disparates en forma de escenas que se suceden en la película de principio a fin ya acabas muy harto de esta película.

La primera es innegablemente una de las mejores películas de terror de los últimos años, así como también uno de los mejores remakes que supera por mucho a la original. Pero esta nueva película lejos de querer mantener el renovado espíritu de la “franquicia”, trata de acercarse a la infumable secuela del film dirigido por Wes Craven. Solo que en vez de estereotipados adolescente gilipollas están marines que también son estereotipados y extremadamente gilipollas (eso de separarse del grupo cuando los están cazando es una idea increíble) además de pésimos actores.

Si por un momento olvidamos nuestras predicciones de quién va a morir y quien va a vivir guiándonos por las reglas del slasher, nos encontramos ante un guión donde el gore, las muertes y situaciones están metidas con calzador. Hay incoherencias y estupideces inmensas (si no la vieron, ojo al título de la crítica) además de que el final alcanza las cotas más bajas.

Espero que no haya recaudado mucho dinero por que lo último que necesitaríamos es una tercera parte.

Este remake-secuela viene firmado por el director de la fantástica "Grimm Love", es quizá por ello que me ha gustado bastante menos de lo que esperaba, porque si su anterior película innovaba y sacaba poesía de lo macabro con "El retorno de los malditos" no nos ha dado nada que no hayan hecho antes otros cineastas en el cine de terror o gore.
El film tiene un argumento sencillo, un grupo de soldados que se acerca a un campamento científico ubicado donde sucedieron los hechos de la primera parte, allí encuentran destrucción y masacre.
Los mutantes no tardan en aparecer y diezmarles, guardando a las mujeres.
Las muertes son bastante creativas, pero lo personajes no tienen el suficiente carácter como para empatizar con ellos y sufrir con ellos.
Un film entretenido, pasable y bastante mejor que la mayoría de su género, pero que no ha cubierto las expectativas suscitadas.
Enoch

El brillante realizador francés Alexandre Aja puso el listón muy alto con su tremendamente tensa y cargada de estilo revisión de "Las colinas tienen ojos", del infame Wes Craven. Ahora nos llega a las pantallas, aunque bien podría haberlo hecho directamente al videoclub, su hiperviolenta y estúpida secuela, la cual por mucha sangre y muertes brutas que tenga no logra rozar la tensión y el desasosiego que Aja captó en el desafortunado viaje de una familia americana y su abrupto choque con una oculta civilización de infraseres. Y no lo hace sencillamente porque abusa de todos los tópicos y males del género: Subidones de volumen, dirección efectista a más no poder, personajes que van muriendo de uno en uno, muertes ridículas, personajes estúpidos, guión inexistente, inexplicable comportamiento de todos los personajes etc..
En fin lo de siempre, sólo que desperdiciando el buen trabajo que dejó Aja tanto en la creación de los seres de las colinas como en las propiamente dichas inquietantes colinas, trabajo del que aquí no se ve absolutamente nada.

Entretiene a medias, el arranque es lo suficientemente explícito como para resultar insinuante y hay ciertas escenas realmente conseguidas, pero conforme va avanzando la historia y van sucediéndose las gilipolleces la cinta desinteresa y aburre, algo a lo que no ayudan las lamentables actuaciones, hasta el punto que tras más de una hora de película uno está más que inmunizado a la idiotez, te da realmente igual todo lo que pase. Incluso el final, una patraña que supera en penosidad al final de la primera entrega, resulta indiferente, pues no es lo más absurdo de la película, es sólo una de las estupideces que la componen. Como una cagarruta de perro en un mar de heces.

No esperen nada de terror, este es un survival de los de toda la vida sin nada nuevo que contar en la historia ni por supuesto nada que aportar en la efectista dirección. Si lo que quieren es pasar un rato terrorífico entren mejor en la última de mi putero favorito, el galansote de Hugh Grant, y de la cerdita Peggy de carne y hueso, la insoportable Drew Barrymore. Brrrr, que repelús me está entrando sólo de pensar en ella. En esta encima sale al principio, vemos su nacimiento.