Viva

La lupa de algunos críticos desmenuzadores puede que tenga razón cuando observa que VIVA no aporta ningún nuevo enfoque a una historia que ya se ha tratado muchas veces.

Qué necesidad hay de ofertar novedades cuando el producto está tan vivo que deja de ser un producto. Cuando la sensibilidad sin ensimismamiento adopta colores no forzados, baila con ellos y los cuida con naturalidad y sin ningún canto a la esperanza "mandinga", superponiéndose además a un gris siempre enfermizo.

No es nada más ni nada menos que la nobleza en el Amor, que logra saltar los charcos de ese camino grisáceo sabiendo desde un principio que no habrá un florecedor final, ni por arte de magia ni por arte de juicios aleccionadores. Ni siquiera en una película. Ni siquiera en una ficción que no lo parece.


http://enocasionesveovivos.blogspot.com.es/2016/11/viva-la-pelicula.html

Estructurada en torno al personaje protagonista de Jesus, la película gira sobre varias historias pero básicamente en torno a la identidad sexual de dicho personaje, su manera de ganarse la vida y la relación con su padre.
Es dura pero salvo algunas escenas no demasiado, está bien interpretada pero noto que se podía haber hecho mejor film (aunque no está mal), no sé, es como si le faltará un poco mas
De todas formas se trata de una buena película que no en gran profundidad pero muestra la realidad de Cuba aunque tampoco parece que sea su intención.
La estructura narrativa se mantiene bien.
Saludos
efelson

Realización irlandesa con hechura completa y verosímilmente cubana. Vidas frustradas y fracturadas. Identidades profundamente menospreciadas pero construidas a partir de la fidelidad a sí mismos. Explotación de clases permitida por el gobierno que debiera suprimirlas. Sin embargo desde el misterio de la pertenencia y la amistad se construyen vínculos de reconocimiento solidaridad y amor. Se puede llegar a ser quien se quiere ser aunque solo sea en un escenario y el tiempo que dura una canción.

Viva no es, aunque pueda parecerlo, una historia de lucha por un sueño o de la aceptación mutua entre un padre y un hijo. Lo es también, pero ese estereotipo no es más que una excusa para hablar de un país que se hunde y de como sus habitantes salen a flote cada día.
Viva es una crónica de Cuba, de su situación actual, de un presente desolador y de un futuro que nunca llega. Es un retrato de Cuba sin caer en tópicos, sin mencionar al gobierno, al bloqueo o a cualquier otro condicionamiento político. Los personajes de la película no maldicen su situación, la aceptan y buscan la manera de superarla, luchando en el día a día y soñando con una escapada a Miami o a Barcelona que nunca tendrá lugar.
Jorge Perrugorría hace aquí el papel opuesto al que le diera la fama en otra película , Fresa y Chocolate, también Habanera y también con la homosexualidad como leitmotiv, y lo interpreta con igual fuerza al igual que Héctor Medina, que representa a su hijo aunque algunas de las mejores actuaciones vengan de los travestis del local donde trabaja el protagonista (La escena del Ave María en el lavabo es inolvidable).
La historia del padre y el hijo enfrentados que aprenden a respetarse, de la aceptación de la homosexualidad o de la lucha por la vida soñada transcurre por caminos trillados, no hay mucho que contar que no se haya visto ya en tantas otras películas, pero la forma de contarlo es puro cine.
En estos tiempos en los que las películas parecen renegar del cine, en las que prima la acción o se supedita todo a un guión, en Viva se respira cine en cada plano.
Cathal Watters ha realizado un trabajo fabuloso con la fotografía, no hay plano que no parezca una grandiosa fotografía. Y al trabajo de Watters se suma el del director, Paddy Breathnach, cada color, cada sombra o luz, cada posición de un personaje o un elemento del decorado han sido milimétricamente estudiados para disfrute de la vista, para transmitir las sensaciones precisas, para guiar las emociones del espectador del drama a la euforia en un crescendo emocional al son de un bolero.
Viva no es una historia rompedora ni innovadora, es un drama que ya conocemos y que se desarrolla con altibajos, pero es una película hermosa, rodada con mimo, que dosifica sus momentos más intensos para que los vivamos con idéntica intensidad y nos quede la sensación de haber visto cine por encima de todo.

Brillante película irlandesa que nos adentra en una Cuba distinta a la que pisan los turistas. Una película que nos presenta la ciudad de La Habana desde el punto del día a día, y de como detrás de esa fachada de sonrisa se esconde una realidad un poco más dura.
La historia nos presenta a un joven gay que vive solo, y que busca su espacio en el mundo. Él sueña con ser un dragqueen en esa ciudad mágica, y cuando cada noche se convierte en Viva, descubre su verdadero yo, y siente que la vida le sonríe. Un joven que se ha criado solo y que ha sobrevivido peinando a ancianas y pelucas de otros dragqueen. Pero cuando su vida parece que se direcciona hacia donde él siempre ha soñado, aparece su desaparecido padre. Un alcohólico que no puede soportar que su hijo se transforme cada noche, y vaya paseando su verdadera identidad sexual por la calle.
Una fantástica historia que emociona gracias a ese personaje tan noble que únicamente busca ser feliz tal y como es. Que no quiere nada más en la vida. Solo ser él mismo. Pero la gente no se lo pone fácil, y cada noche es más difícil que Viva salga a la luz, y pueda emocionar a un público deseoso de verla en un escenario cantando viejas canciones llenas de emoción.
Brillantes las actuaciones de todos sus protagonistas. Yo no conocía de nada a Héctor Medina, pero es impresionante el trabajo que realiza. Él cuenta con un ángel dentro de sí, que hace que su personaje obtenga una dimensión con el que es inevitable emocionarse y conectar.
Pero junto a él se encuentra un sobresaliente actor llamado Jorge Perugorría. El actor bandera de Cuba da el contrapunto al personaje protagonista dando vida al padre de éste. Increíble su interpretación que es el antagónico del que realizó en "Fresa y chocolate", ya que aquí nos encontramos ante un alcohólico agresivo y desagradable, que no puede soportar que su hijo sea un afeminado.
En fin, "Viva" es una película que emociona desde el minuto uno hasta el último. Imágenes llenas de pasión, y una historia que evoluciona de una manera brillante, hace que uno se quede pegado al asiento. Con este film, uno conoce otra cara de Cuba que retrata el día a día de los habitantes de allí más allá de las típicas zonas como el malecón. Una ciudad que con sus edificios desmejorados y sus calles sin asfaltar, cuenta con un encanto que hipnotiza. Y eso es lo que produce este film. Te hipnotiza de tal manera que te entra en lo más profundo emocionándote con la vida dura que vive su protagonista.