Batman: El regreso del Caballero Oscuro, Parte 1

No he leído el cómic así que sólo puedo argumentar desde lo que he visto en la pantalla, una historia muy interesante con un Bruce Wayne/Batman envejecido y un poco traumatizado por la muerte de su camarada Robín (no se explica como murió), la ciudad de Gotham está hecha un desastre con los mayores índices de criminalidad desde que el Joker hizo de las suyas, este aumento del caos se debe principalmente a los mutantes, una banda muy violenta, encabezada por un líder de dientes afilados que es el peor.
Batman ante éstas circunstancias volverá a coger su capa y a impartir su propia justicia, que no todo el mundo aceptará, entre tanto volverá a aparecer "dos caras" o un nuevo Robín, entre otros.
La película muestra una ambientación oscura, con violencia y crujido de huesos rotos, con un Batman envejecido, más maduro y atormentado que nunca, la verdad que es muy interesante.
Artísticamente no está nada mal, es entretenida y te deja con ganas de más.
Muy recomendable e imprescindible para los fans del murciélago.

Excelente producción animada, siempre quedara la duda ante este tipo de productos de cuanto de lo visto es merito de la cinta o más bien se lo debe al material original que adapta. Sea como sea una adaptación tan buena que consigue remitirte de tal manera al comic que no se puede hacer nada más que aplaudir.
Si bien funciona perfectamente para ver por separado, ya que tiene un clímax para ello, se recomienda su visionado conjunto con su secuela. Ambas duran nada más que hora y quince minutos, así la historia completa llega a las dos horas y media. He visto películas mas largas y que cuentan mucho menos.

Curiosa la eleccion de Peter Weller como la voz de batman, no en pocos momentos la pelicula recuerda a "Robocop".

Al igual que sucediera en otras ocasiones como en ‘Justice League: The New Frontier’, ‘Superman/Batman: Enemigos públicos’ y ‘Batman: Año uno’, Warner decidió recrear lo más fielmente posible el diseño original del popular y aclamado cómic de Frank Miller. Además sabían que este cómic es sumamente venerado, por lo que debían tener especial cuidado a la hora de adaptarlo. Por ello, optaron por dividir la película en dos y así tener una historia/película completa de 152 minutos. Algo antes jamás visto.

Gracias a ‘El regreso del caballero oscuro’ es que Batman es como todos lo conocemos ahora. Así es que se convierte en un personaje temible, oscuro, serio y agresivo. La historia del film está muy bien la verdad. No me sorprende nada que haya causado el impacto que causó. Te engancha desde el primer momento y ya no puedes parar. Tanto que, entonces, el tener que esperar por terminarla se me hizo larga la espera porque te sumerges en este universo por el guión y la calidad de las actuaciones, y lo mejor de todo es que aún siendo una historia partida a la mitad no se siente bajo ningún concepto así ni tan siquiera se queda en el aire.

En definitiva: Gran primera parte de esta historia. Una vez la has visto quedarás enganchado y deseando ver cómo termina.

-Lo mejor: La historia. Fiel adaptación. Diseño. Fuerte contenido. Perfectamente dividida.

-Lo peor: No le encuentro nada tan sumamente malo como para ponerlo aquí.

-Más en: www.cineycine.com

Hay una escena en esta adaptación animada que no aparece en su contrapartida comiquera: Bruce Wayne llevando al límite su coche de carreras, dibujando una figura muy conocida en sus bandazos, sin miedo a morir y casi con ganas de hacerlo.
Es un momento pequeño pero poderoso, que deja clara la alargada sombra del murciélago en el alma de la cáscara humana que habita, como si la mera existencia de una identidad civil fuera una ofensa a la cruzada que hace años se prometió.
Bruce Wayne es la anomalía, y nunca podrá detener a Batman surgiendo de entre todos sus poros.

'El Regreso del Caballero Oscuro: Parte 1' es la historia de una ciudad sin esperanza.
Una sociedad embargada por cadenas de televisión locales que hablan sin freno, en chorreo constante, de las atrocidades que se comenten en las calles, y acto seguido programan el entretenimiento de las cinco. No hay ley, no hay orden y tampoco respeto.
Para Batman, sin embargo, lo que no hay es miedo: esa sensación que hacía temer a los criminales, y que presagiaba tormenta para ellos manteniendo a salvo la integridad de una ciudad propensa al crimen. Será él quién deba desenterrar el miedo, una vez más, de dónde lo sacó, pues es lo único que no le ha abandonado a lo largo de estos años.

Frank Miller concibió un Batman de nuevo poderoso, primario, aterrador, y para eso tuvo que acrecentar las sombras de Gotham, arrastrando al cruzado enmascarado en su camino.
Se repite la sensación de que este retorno no es tanto por acallar un llamado de conciencia como un orden natural: el hombre murciélago debe volar entre tejados y callejones, inspirando el miedo a aquellos que creen dominarlo, porque cualquier otra situación sería certificar la inutilidad del millonario Wayne, o del hombre corriente.
Como tal, esta primera parte está basada en la confirmación de corrupción de su ciudad y en la posibilidad de cambio futuro, sin dejar de hacer notar que la batalla no está tanto en las calles como en los corazones de los oprimidos, acorralados en su temor por los rastreros maleantes llamados Los Mutantes (excepto vibrantes excepciones como Carrie Kelley, la nueva Robin).

La confirmación de corrupción vendrá por parte de Harey Dent, el antiguo fiscal de distrito, figura adorada por todos, que tras años de terapia consigue salir del Asilo Arkham para buscar la redención de sus pecados.
Lo que antes eran Dos Caras horrorosas ahora es una sola, y daría la sensación de que el problema acaba ahí, pero nada más lejos de la realidad: la vileza anida en el hombre ya podrido, privándolo de la honradez primigenia, solo para dejar un bonito cadáver andante de lo que antes era una persona.
Dent hace mucho que murió, pero nadie lo sabe, porque los años le han restado facha repulsiva, no maldad inherente: esa sigue ahí, por una vez tomando el control completo. Perfecta metáfora de una ciudad que es todo buenas intenciones de alcalde, pero podrido corazón de pandilla criminal por lo bajo.

El líder de los Mutantes causa la peor herida a Batman, la que está causada por el desgaste de los años, pero él nunca llevaría orejas puntiagudas si el espíritu se dañara con tanta facilidad.
Su desafío al líder es una prueba de resistencia para ver si la edad no ha hecho mella en él, pero también la búsqueda una revelación propia, basada en el hecho de que el criminal todavía puede sentir miedo cuando cree tenerlo todo controlado, a base de puños e inteligencia. Y el elemento necesario para eso, desgraciadamente para ellos, es algo que la Batcueva siempre ha mantenido guardado.
Morando en sus oscuridades, vigilando al viejo Wayne mientras llegaba el momento, sabiendo que su liberación llegaría. Es el miedo infantil que llama de nuevo, y da las fuerzas a un viejo cansado para impulsar un motor de cambio.

Esta primera parte acaba con ese motor rugiendo en las calles, mientras las pinturas de guerra cambian el discurso de una juventud seguidora del único hombre que ha marcado el camino a seguir.
Pero los problemas no parecen haberse terminado, según permite averiguar una conocida sonrisa tenebrosa bajo un pelo verdoso.

Sobria y elegante adaptación de uno de los mejores cómics que se han hecho sobre Batman. Una de las obras maestras de Frank Miller es trasladada a la animación con un estilo realista, eficaz y realmente convincente. Jay Oliva, con amplia experiencia en el universo DC, toma la adecuada decisión de dividir en dos partes esta saga, algo que se agradece para no agobiar con el metraje.

Con tono noire y más violencia de la acostumbrada en este futuro cercano, el estudio sigue con una fidelidad numantina todo el recorrido de decisiones que lleva a un envejecido Bruce Wayne a volver a convertirse en un Cruzado enmascarado. Todo en una Gotham plagada de mutantes, desorden ciudadano y el carismático comisario Jim Gordon viéndose forzado a la jubilación por edad.

Solamente hay una pega en esta recreación que tan bien capta el estilo narrativo de Miller (por ejemplo, el uso de los noticieros): los bocadillos de pensamiento. La compleja relación de Harvey Dent con Bruce Wayne bebe mucho en las viñetas originales de los pensamientos del segundo, es algo que aquí no se puede hacer y el argumento no encuentra la manera de mostrarnos esa realidad con la emotividad que demandaríamos.

De no estar "basada en", podríamos hablar de una de las mejores cintas de animación jamás hechas sobre el Caballero Oscuro.

Es realmente complicado ver esta entrega y no seguir por la segunda con los ganchos que nos echa, incluyendo una versión del mito de Robin realmente singular.