Acción civil

John Travolta se embarca en una lucha sin cuartel en una demanda colectiva por la mala calidad del agua de un pueblo que está dominado por dos compañías poco preocupadas por el medio ambiente y la salud de las personas. En muchas ocasiones no se ha valorado el trabajo de Travolta, pero en esta película creo que lo hace realmente bien. Junto a él hay grandes actores como Tony Shaloub, William H. Macy y sobretodo un fantástico Robert Duvall, al que siempre es un placer ver. Buena cinta de temática legal que nos envuelve desde el primer minuto y que supone la transformación de un abogado superficial y materialista hacia un hombre que lo da todo por sus clientes, sorprendiendo incluso a sus compañeros de buffete.

Acción civil está basada en un caso de los ochenta sobre contaminación hídrica llevada a cabo por dos potentes compañías en la localidad de Woburn. A raíz de ahí una pequeña firma de abogados demandará a las dos empresas, ya que los vertidos tóxicos influyeron directamente en la muerte de varios miembros del pueblo, especialmente niños por cáncer y leucemia.

Me ha gustado en especial el comienzo, donde está la clave. Con esa llamada teléfonica, esa reunión pueblerina y la posterior parada obligada por el agente de tráfico, que le permite a Jan (John Travolta) comprobar in situ que el agua de aquella localidad, no muestra un aspecto ni sano, ni normal. Si el comienzo te engancha, todo a continuación será más fácil. Cuando se tratan temas jurídicos, lo normal es que el espectador no pille toda la información, Steven Zaillian no ha querido pasarse con el tecnicismo jurídico y la verdad que se agradece porque lo disfrutamos todo mucho más. Detrás de las muertes en ésta historia, hay una cortina ética y es real, donde es más importante conocer la verdad y descubrir al responsable, que obtener una cuantía muy favorable y lo veremos perfectamente, en especial en el equipo de Jan.

No me extraña nada la cantidad de nominaciones que obtuvo por este papel el veterano Robert Duvall, ya que su papel a pesar de no contar con los minutos que a más de uno nos gustaría, deja patente la calidad que tiene en cada aparición en pantalla.

La historia funciona, independientemente de su realidad, la química entre actores también y no queda otra que disfrutar de ella.

Lo mismo que una enfermedad huérfana o rara es aquella que afecta unas pocas personas en comparación con la población total, en abogacía un caso huérfano es aquel que ofrece poco atractivo económico por la modestia de los presuntos culpables.
Especialmente para bufetes como el de Jan Schlichtmann (Travolta), un "vampiro persigueambulancias" en el argot del gremio, especializado en demandas a grandes compañías de seguros aprovechando todo tipo de accidentes.
Un soltero de oro con su porsche correspondiente, que se juega su posición y la de sus socios en una arriesga apuesta para defender un caso no tan huérfano de contaminación ambiental con varias muertes presuntas a cuestas.
Más que de juicios la cinta va de abogados y de negociaciones, donde emerge la figura de Jerome Facher (Duvall), una especie de Sir Wilfrid Roberts de "Testigo de cargo" pero en plan cateto tacaño. Un letrado inteligente y socarrón que sabe de sobra que "Un juzgado no es el lugar idóneo para buscar la verdad".
Historia al parecer real pero con un guion bastante convencional que no termina de explicar la "conversión" de Jan.
Magnífico el retrato de Facher, bueno también el de Jan, quedando el resto bastante eclipsado.
Bien las interpretaciones sobre todo la de Duvall.
En lo negativo creemos que sobra moralina ecologista. Empresas químicas contaminantes que matan a niños defendidas por experimentados sabuesos, y abogados sin escrúpulos que saben que "Un demandante muerto es más valioso que uno vivo ..."
Una de abogados para pasar un rato distraído.

Es una película donde se valora más el intento del director y el guión en mostrar un caso, que la película en realidad. Porque la película lleva un ritmo lento, denso, con "buenas" actuaciones, sin querer llegar a ser una obra maestra. No quiere serlo tampoco, ni tampoco lo intenta.

Un elenco que podría haber dejado un buen sabor en nuestras bocas pero que no lo hizo.

Película aburrida donde las haya, ritmo muy lento, y diálogos demasiado extensos. una de las peores películas de juicios-abogados que he visto, muy lejos del nivel de Algunos hombres buenos o El cliente. Excesivamente maniqueísta, como todos los films que tienen carga medioambiental y en definitiva un tostón.
Por cierto para una correcta traducción del título que hacen en muchos años, aunque no haya que romperse la cabeza, resulta que hubiera convenido más otro título; que acción no hay mucha que digamos.