El factor Pilgrim

Como un chiste malo, horriblemente penoso y terriblemente largo que te produce una profunda vergüenza ajena, tanto que hasta te hace daño físicamente; te taladra el cráneo, te ulcera la piel, te oxida los huesos y se te come vivos el corazón y los higadillos.
Pues ni eso.
Es aburrimiento en bruto, idiota, sin desbastar, a lo burro.
La premisa sería aproximadamente tal que así: somos jóvenes y somos guays. Y en Londres molamos si cabe mucho más. Y las tres cosas juntas, juventud, ciudad cool y y mira cómo nos jartamos de reír con nuestras sonadas/sagradas ocurrencias, esa mezcla debe ser la leche y la repanocha, la hostia puta, y la vamos a rodar a no mucho tardar y la gente se va a partir de la risa y la felicidad que va a provocar sin poderla parar jamás. Hay que ver lo ingeniosos que somos cuando nos ponemos a ello y cómo las ideas las cabronas se nos caen o nos las quitan de las manos, qué barbaridad lo que nos sale del majín.
Erasmus y Trainspotting. Podría ser la fórmula. Un inglés, un sueco, un español y un italiano. Ya dije que era un chiste.
Es la idiocia satisfecha de sí misma, sin control ni medida, a bocajarro y a quemarropa, encantada de haberse conocido, sin filtros ni barreras.
Un engendro soporífero y abominablemente tonto. Banal, chorra, como un eructo sin ganas, afectado, displicente, condescendiente. Imposible de aguantar en pie o con alguna lucidez.
Me leo y no me lo creo, veo que mucho exagero. No hay o hubo ni mucho menos para tanto, fue más llevadero, un accidente sin gran dolo. Todos fuimos jóvenes, aunque no tan demasiado. Pero digo la verdad. Lo juro. Da igual.

Otra peli más de jóvenes modernillos que intenta acercarse al estilo narrativo de Guy Ritchie, pero con un presupuesto muchísimo más limitado. Otra vez la voz en off del prota narrándonos una historia estrambótica (esta vez la un tal Pilgrim cuya leyenda dice que fué él quien compuso las canciones de los Beatles), en la que se vió liado junto a unos compañeros a cual más zumbado. Nada de originalidad para una cinta que no aburre demasiado, y que para pasar un rato aún cuela.

Esta película te gustará si te gustan los Beatles.

Para iniciados en la Beatlemania. Si no es así, puede que te aburra, porque tampoco es nada de otro mundo