El borracho

Henry Chinaski, alter ego de Henry Charles Bukowski, es un escritor que encuentra inmenso placer en la autodestrucción. Para conseguir sus objetivos bebe todo lo que le permiten sus agujereados bolsillos, y algo más. Es un borracho y está orgulloso de su condición, pero además es una persona con principios y un buen escritor que cambia, si surge la ocasión, poemas por whisky: para él, sus amigos y hasta los que le quieren mal.

La leyenda cuenta que así era Bukowski (muerto en 1994, a los 73 años), aunque resulta difícil imaginar que se puedan cumplir tantos años yendo siempre al límite. El escritor, de origen alemán y asentado la mayor parte de su vida en Los Angeles, gozó de gran popularidad, al menos en España, en las décadas de los ochenta y noventa del pasado siglo; siendo considerado uno de los padres de lo que se dió en llamar realismo sucio; estilo literario que hacía apología del desorden y la "mala" vida, y que daba por hecho que nada mejor puede relizarse en el fugaz paso por este perro mundo.

Barbet Schroeder dirige desde la propia autobiografía, y guión, del poeta, cuentista y novelista. Y, a veces, tienes la impresión de que parte de la realización consistió en pagar copas a Mickey Rourke para que se empapara bien del personaje; ¡y, a fe, que lo consigue!
Aunque si hubiera que destacar a alguien yo lo haría con el contenido papel de triste y digna alcohólica que borda Faye Dunaway.

Para mi Bukowsky fue todo un descubrimiento. Sus libros, digamos que autobiográficos, interesantes por su manera de ver el mundo y contarlo. Como crítica social, excelente.

Ahora bien, como guionista, no parece tener los dones de escritor de libros.
Y tampoco acierta Barbet Schroeder, pues el personaje literario Henry Chinasky es mucho mas que el bufón interpretado por Mikey Rourke.

El mundo que nos cuenta Bukowsky, está lleno de personajes llenos de carácter y no unos fantasmones como los que rodean a Chinaski en la película.

En “El borracho” no son capaces de transmitir la idea de que un perro callejero vive o puede vivir feliz (A diferencia de “Mi tio” de Jacques Tati, que lo hace al pie de la letra)

"Barfly", una semi-autobiografía que trata temas como la verdadera felicidad, la locura, el nihilismo, la independencia vital, la soledad, el dolor y un largo etcétera, pero en un tono más humorístico de lo que nos tenía acostumbrado su guionista: Charles Bukowski, el genial y etílico escritor y poeta.

Con mensajes políticamente incorrectos y a la vez fascinantes, la película está repleta de gamberradas cochambrosas y frases lapidarias, sin duda poesía existencialista de alguien sin ambición, que nos acerca a las entrañas de su protagonista, un Mickey Rourke que sorprende por la manera tan divertida con la que desarrolla su papel.

Recomendada sólo para los bukowskianos menos puristas.

Basada en una novela del escritor borracho y drogadicto Charles Bukowski, El borracho es una película autobiográfica protagonizada por un Mickey Rourke desaliñado y sin afeitar y por una madura Faye Dunaway, cuyo bello rostro estropeó con la cirugía estética quedandosele una cara de alcohólica perdida, muy apropiada por tanto, para el papel. La película la produce Francis Ford Coppola y constituye una obra menor dentro de su filmografía, una producción independiente sin la mayor trascendencia. El guión es del propio Bukowski y es bastante malo. Intenta quedar como un borrachín graciosillo y simpático que cree que dice verdades como puños y suelta paridas presuntamente inteligentes, cuando en realidad no es más que un pobre hombre alcohólico empedernido que produce una mezcla entre pena y asco. En definitiva, otro tonto con mensaje.

La versión doblada le quita toda la gracia. Vedla en V.O., aunque yo no la he encontrado con subtítulos.
Y luego os podeis leer Hollywood de Bukowski, y ya descojonaros del todo.

Tales of ordinary madness de Marco Ferreri es mejor.

Se leen poemas de Buk en el transcurso de la peli y hay alguna escena que vale millones: