La ley del silencio

En su día se quiso cambiar el tema de los sindicatos corruptos, por comunistas. Kazan se negó. Se negó hacer una película pro-americana y por toda la lucha que tuvo por hacer una película más fiel a lo que está basado (en artículos de prensa, que narran la corrupción), le mantengo esos 7 puntos, ya que la película en sí, no me ha apasionado tanto.

El 19 de julio de 2012, la vi por primera vez, y 1 de 4 usuarios les pareció útil la crítica que escribí en su día: "Como hacen callar. Buena película, pero para mí, no lo suficiente. Las luchas, el poder, la corrupción... vaya, lo que nunca caduca y hoy en día estamos viviendo. También hay un líder, y también se ve que la unión hace la fuerza. Tal como hoy en día. Hay varias cosas muy interesantes. Pero la caracterización de Marlon no me ha gustado, parecía muy gay. Eso sí, las interpretación, geniales."

Vista de nuevo, cambio mi opinión sobre Marlon, ya que no sale gay, él es así, y tiene una presencia en pantalla que lo hace muy natural, que a la vez, muy neutral.

Una película que estuvo nominada a muchos Oscars, y ganó muchos también incluido a la mejor película.

Supongo que porque es muy valiente, a denunciar ciertas cosas, y que américa realmente no es el país de las oportunidades.

Gran película. Un joven estibador con poco futuro se ve envuelto en medio de la mafia de los muelles de la que vive entre otros su formado hermano, esta mafia que reparte trabajo y sobornos se va quitando del medio a algunos molestos subversivos, nuestro hombre se mantiene al margen de los problemas pero la influencia de una bella mujer y un comprometido sacerdote le hacen plantearse hablar con las autoridades, aún a riesgo de su propia vida.

Enorme Brando, enorme Eva Marie Sant, enorme Elia Kazan. Quisiera destacar la elegancia y belleza con la que se plasma el inicio de la relación entre ambos personajes. Esa mutua conquista, esa complicidad entre ambos. En películas de hace décadas este tipo de situaciones huelen a antiguo y dan un poco de grima para el espectador actual. No es el caso de estas primeras citas encantadoras entre ambos.

¿Qué Elia Kazan filmó esta película para justificarse por sus chivatazos en la caza de brujas? Como espectador no me afecta lo más mínimo para reconocer que estamos ante un peliculón, tenga o no intenciones políticas detrás. Grandes actuaciones, buena historia, y excelente ambiente cinematográfico, te sientes dentro de esos muelles y barrios populares portuarios, de rudos estibadores y miembros del "sindicato". Imprescindible.

Procurare no mencionar las palabras: Caza de brujas, soplón y McCarthy.
Cuando la indiferencia no cabe a lugar en el espectador, hablamos de La ley del silencio. Un film rebelde, en el que Marlon Brando se convierte en el cabecilla de un trepidante “cara a cara” entre unos obreros extorsionados del puerto de Nueva York y unos jefes sindicales, un tanto corruptos.
No conformándose con la trama de corrupción y extorsión en el puerto, Elia Kazan sumergirá al espectador en un hilarante romance entre Marlon Brando y Eva Marie Saint, otorgándole a la película una pareja enmarcada para la posteridad.
Un Elia Kazan, comprometido consigo mismo, hace de La ley del silencio, un reflejo de sus sentimientos, y en definitiva de un mensaje a modo de justificación por sus acciones pasadas.

El pobre Elia Kazan sólo quería justificar su famoso chivatazo y se acabó llevando 8 Oscars.
Las actuaciones son magníficas, un atractivo Marlon Brando se consolida como el típico macho americano y una guapísima Eva Marie Saint se lleva un merecidísimo Oscar a la mejor actriz de reparto.
La trama es tensa pero hermosa, Kazan utiliza la experiencia propia para crear una obra maestra que no sería la misma sin Marlon Brando.
-Lo mejor: La dirección, Marlon Brando, Eva Marie Saint y el guión, que es soberbio.
-Lo peor: Nada, nada de nada.

La palabra inglesa que designa a aquellos operarios que se resisten a las transformaciones laborales que acarrea el uso de máquina, entre ellas menor mano de obra y menos empleo, es "ludits", y de hecho, al español ha pasado como luditas para referirse a un enfoque particular contra la máquina.
Este filme de Elia Kazan narra cómo se va transformando la sociedad norteamericana de cuenta de los trabajos que se realizan en los puertos: cada vez hay menos empleo, y el que hay está dado por una mafia con el nombre de sindicato que cumple sus normas bajo cláusulas de amenazas y silencio. La muerte rodea a quienes se le enfrenten.
Es una buena película, tanto por lo que la ambienta como por el desarrollo, y guarda la esperanza de ser, como suele ser en Kazan, una denuncia sobre la sociedad actual, la familia, la amistad y las políticas de la economía que nos tocó.