La noche de Halloween

Cuando he oído hablar de esta película siempre he escuchado lo mismo, básicamente que es el germen de todos los slasher, sabiendo esto me puse a verla esperando algo mas cercano a jason y compañía, sin embargo esta cinta si por algo destaca es por la sutileza, el respeto por los momentos pausados y la construcción progresiva de la tensión.
Una virtud de esta película que la distingue de las demás en su genero es la de introducir al asesino desde los primeros compases y teniendo numerosas apariciones no sabemos exactamente quien es hasta bien entrada la hora de película, esto deriva en un ritmo que aunque lento me mantuvo pegado a la pantalla impaciente por descubrir mas sobre la historia.
Otro galardón que amerita el film es el de crear a uno de los asesinos mas famosos del cine de terror, Michael Myers, se nos explica vagamente su origen esto deja muchas incógnitas abiertas que piden a gritos una secuela que nos explique un poco mas a cerca del personaje (por ahora solo he visto esta primera entrga, no se como estan llevadas las secuelas).En lo personal la historia de los Myers se me quedo un poco inconclusa por lo que es un pequeño punto negro en un gigante del terror.
Aunque parezca mentira merece la pena pararse un momento ha hablar de los personajes ya que para tratarse de un slasher están bastante bien, no tienen mucha profundidad, pero tampoco llega al extremo de ser adolescentes a los que esperas ver morir tarde o temprano, al menos en mi caso no tenia esa mentalidad. Esto se ve reforzado con Jamie Lee Curtis en el papel protagonico que nunca decepciona en este género.
Todo lo mencionado anteriormente esta acompañado de una banda sonora que le viene como anillo al dedo compuesta por el mismo Carpenter.
En resumen es una de las grandes películas de terror que supo innovar con un presupuesto mas que ajustado y a pesar de ser el inicio del slasher se aleja bastante de lo común, se puede ver en las muertes mucho menos espectaculares que las de sus compañeros de género además de en su ritmo e iluminación, todo muy bien cuidado.
Un imprescindible del terror y del subgénero slasher

Desde siempre se ha investigado sobre la naturaleza del Mal.
Solemos reducirlo a según qué personas vistas en las noticias, a prohibiciones mandadas por la tradición o tal vez a hechos generales en la Historia, demasiado horribles como para definirlos de otra manera.
Pero, cuando toca de cerca, siempre se busca una explicación, una razón de que el Mal suceda: ¿cómo es posible que se nos aparezca, esa cosa que desde el principio hemos sabido de su existencia?
Tal vez porque da mucho miedo pensar en una fuerza motora carente de todo sentido o lógica.

Justo esa dimensión mística y simbólica serpentea sutilmente bajo 'La Noche de Halloween'.
Adolescentes y adultos se preparan para otra noche más, haciendo creer a los niños que nunca ha existido el hombre del saco, mientras miran en la televisión terrores muy lejanos en tiempo y espacio como para tomarlos en serio.
Es el retrato de una sociedad aburguesada que rechaza lo malvado y lo siniestro, que piensa en el Mal como algo que sucede fuera, lejos, pese a que la guerra de Vietnam dejaba mostrar sus secuelas y cualquier extraño puede vigilar desde la acera.

De hecho, en uno de los momentos más discretamente brillantes, una de las amigas de Laurie Strode increpa a un conductor que detiene su coche abruptamente, dejándolo inquietantemente parado mientras la adolescente no para de burlarse a grito pelado: la juventud no reconoce el terror en lo cotidiano, de que a lo mejor puedes pulsar la tecla equivocada de puro inconsciente y toparte cara a cara con esa vileza que solo existe en la pantalla de la tele.
Para regodearse más en esta idea, John Carpenter elige pasar tiempo entre banalidades, atendiendo a lo que harán estas chicas en su noche de canguros, a quién planean llevarse a la cama... y, de fondo, muy al fondo, alguien que está mirando, alguien que solo podría ser otro pelele masculino de tantos en manos de estas muchachas que fuman, beben y manipulan como quieren... ¿verdad?
Solo empezamos a temer otra cosa cuando el Dr. Loomis da pinceladas de esa bestia acechante, imponente en el horizonte, el cual ya hemos visto como niño, pero ahora se nos narra como apenas un hombre: no queda rastro de razón en los ojos de Michael Myers, solo Mal, nunca destilado, nunca tratado.

Tiene algo de perversa conveniencia que el bruto de mirada hueca haya elegido Halloween para "volver a casa" (¿alguna vez la tuvo?), como si fuera un espíritu del subconsciente norteamericano, saliendo de la tumba cuando ha podido.
Pero también es perversa esa manera de filmar, siempre buscando el ángulo torcido, prolongando el plano o evocando una falsa mirada subjetiva a la que no queremos regresar desde el desolador prólogo.
Como si Carpenter dijera: "mira, aquí está la verdad. Los monstruos existen, no se te ocurra decirles a los críos que el hombre del saco no está".

Y por encima de todo, la respiración.
Esa respiración violenta, animal, como si desde las mismas cavernas del infierno se expulsara un aire anormal.
El Dr. Loomis vivió con esa respiración en la nuca durante años, rogando a todos los santos que jamás hubiera inocentes conociendo ese Mal.

Pero, al igual que Halloween es un portal de los muertos a nuestro mundo, esta noche en concreto es un puente de dos generaciones enfrentándose a horrores que se han construido en sus entrañas.
Monstruos malignos, imparables, irreconocibles, tan ajenos a la vida normal ya contemplada que parecen haber salido de otra película solo para matar sin piedad.

Pero existen, seguirán existiendo.
Y haberlos enfrentado una vez los hace eternos.

"La noche de Halloween" o como me gusta llamarla a mí, "Halloween: The night he came home!" La noche que ÉL vino a casa...
Creo que a estas alturas sobra y es hasta vulgar decir quién es ÉL nada más mencionar "Halloween", él es 'la Forma', el mal en estado puro, el hombre del saco, el de los ojos oscuros y sin alma...

A "La noche de Halloween" se la suele comparar con "Psicosis" por alguna razón, y es que comparten varias similitudes.
En "Halloween" conocemos a Myers, que siendo un niño asesina a su hermana mayor (está mal eso que pone en la sinopsis que mata a su familia esa noche), lo internan en un psiquiátrico (Smith's Grove) y quince años más tarde escapa, volviendo a su pueblo natal el día de Halloween, allí sembrará el terror y Laurie Strode (Jamie Lee Curtis), una joven de Haddonfield, estará en su punto de mira.

¿Y en qué se parecen "Halloween" y "Psicosis"? Pues en primer lugar a nivel atmosférico.
En ambas la música es muy importante y clave para describir la intensidad y la carga psicológica de algunas escenas. La música desquiciada, neurótica y de ambiente malsano de "Psicosis" se parece a la siniestra e inquietante música de Carpenter.
En las dos hay nerviosismo y especialmente la sensación de estar siendo vigilados, y subrayo esto.

En "Psicosis" te sientes inseguro y vigilado cuando Marion conduce por carretera y parece que la siguen y cuando alguien se acerca a la casa de Bates, y en "Halloween" la opresión es la misma, aunque mejor mantenida durante toda la película. Ese pueblo lleno de árboles, arbustos y setos, esa escena en la que Laurie está en el coche con Annie y sabes que Michael las está siguiendo...

Es una película incómoda porque Michael propiamente es impredecible, y más aún su forma de actuar. Sabes quiénes van o podrían morir, pero no sabes cómo ni cuando, y las muertes ni las esperas como pasa "Psicosis", con esos asesinatos tan contundentes (aunque solo sean dos en el caso de la película de Hitchcock).

Las referencias a "Psicosis" son además claras. El doctor que Michael Myers en el psiquiátrico se llama Samuel Loomis (Donald Pleasence), igual que el novio de Marion Crane. Además Jamie Lee Curtis, que debuta en esta película con veinte años es hija de Janet Leigh, actriz que interpreta a Marion.

Y aparte de las referencias, de la música, de los planos, de la sensación de inseguridad (que en mi opinión en "Halloween" es una sensación mejor conseguida), destaco también la elegancia.
"Psicosis" es una película que destaca por sus muertes que a pesar de no ser sangrientas y explícitas son impactantes por la música de Herrmann y por cómo esos cambios bruscos de plano (montaje expresivo) se unen a la perfección con la contundencia y la imprevisibilidad del asesinato...."Halloween" también es como "Psicosis" en ese aspecto...Es una película de terror elegante, sin una sola gota de sangre (diría que tiene incluso menos que "Psicosis", a pesar de lo discreta que es esta). Michael Myers acecha mucho a sus víctimas tomándose su tiempo (magníficos todos y cada uno de los planos subjetivos en los que vemos desde los ojos de Michael y esa respiración...), y a diferencia de Bates, Myers no es humano...No sabes muy bien por qué, pero a lo largo de la película te das cuenta de que no es una persona normal con una máscara, hay algo más tenebroso detrás, y ese encanto, esa sensación de estar enfrentándote a alguien que no expresa sus motivaciones, que no habla ni emite una sola palabra y que parece matar porque sí, es lo que convierte a Michael en uno de los asesinos más interesantes de la historia del cine (para mí desde luego que es el más interesante).

Otra de las influencias notables de "Psicosis" sobre "Halloween" es el montaje alterno que en ambas es brillante. En "Psicosis" es conocido el montaje alterno de la secuencia de la hermana de Marion cercándose a la casa de Bates, mostrándonos a la hermana y a la casa cada vez más cerca, y cómo entra y empieza a investigar y en "Halloween" hay una secuencia muy parecida aunque más larga (cuando Laurie se acerca a la casa de Annie para ver si todo va bien).

Lo que más me gusta es que se nota que "Halloween" está muy influenciada por "Psicosis" y es prácticamente una hija de esta, pero no es un calco y tiene personalidad como película. Si fueran solo calcos o sombras de las icónicas escenas y secuencias de "Psicosis", estaría por debajo de su nivel, pero no es así, porque Carpenter pone también de su cosecha y nos regala persecuciones realmente tensas, un enfrentamiento asesino-víctima muy interesante (Laurie Strode vs. Michael Myers, el duelo eterno) y momentos inquietantes en abundancia.

"La noche de Halloween" es una obra maestra, y otro de los hitos del género, otra de esas película explosivas. No inventó el slasher pero influyó notablemente en películas de terror posteriores hasta nuestros días, manteniendo el legado de su maestra "Psicosis".
Me encanta "La noche de Halloween" y es de esas películas que podría ver seis veces seguidas un día cualquiera y no me aburriría...


10/10 (entra en mi top de películas de terror favoritas)

Si bien es cierto que películas sobre asesinos en serie existían antes que ésta. Unos ejemplos son ''Bahía de sangre'',
Navidades negras o aquellas películas italianas del ''giallo''. Realmente la que nos ocupa sentó las bases y debido a su enorme éxito (costó unos 300.000 dólares) se convirtió durante mucho tiempo en el largometraje mas rentable del cine independiente. A partir del estreno se produjeron muchas imitaciones (nombrarlas nos llevaría una eternidad).
El director es un maestro dentro del género de terror y fantástico y con ésta joya llegó a las cotas más elevadas de su carrera.
La película surge de un encargo por parte del productor que pretendía producir un film que contara la historia de un asesino de canguros. El maestro filmó con su elegancia habitual y saber hacer una trama sencilla pero con una atmósfera asfixiante (ese tramo final angustioso).
La música ,cuyo autor es el mismo director,es sensacional y pegadiza.
Michael Myers (nombre que alude al distribuidor europeo de ''Asalto a la comisaria del distrito 13'' como guiño para mostrarle su gratitud). Su reencarnación del mal en su estado más puro,siempre parece como un autómata sin otra obsesión que es matar.
Jamie Lee Curtis se convirtió en una de las reinas del grito pero más adelante demostraría su valía como actriz de comedia.
En definitiva una de las mejores pelis (sino la mejor) de terror de toda la historia.No me canso de verla.
Como dato curioso la máscara utilizada por el psicópata es de color blanca y es el rostro de William Shatner (Star Trek).

Desle luego, no volvería a verla. A día de hoy no me impresiona y, aunque está muy bien rodada, no me invita a una relectura ni a una reflexión, lo cual es síntoma de que la olvidaré pronto.

Antes de escribir esta crítica he leído muchas críticas profesionales y ninguna se atreve a poner el más mínimo pero. Sí, es un cásico de terror y una película de culto, que ha generado interminables secuelas (bastante peores) e icono slasher, pero de ahí a ser una obra maestra hay un trecho.

Lo mejor es la atmósfera que Carpenter sabe crear, opresiva y aterradora, con una magnífica profundidad de campo y el rendimiento que saca a un presupuesto bajo de 325.000 dólares (aunque esto se nota).
El comienzo es indudablemente de una gran maestría, que sorprende por la edad del protagonista, pero el desarrollo posterior es bastante lineal y simple, con unos personajes tan vacíos y simplones como sus diálogos y un guión de lo más previsible.
La alabadísima banda sonora del propio Carpenter me parece buena, pero no para de sonar en momentos que no son de tensión, lo cual me parece un abuso desorbitado por querer mostrar incertidumbre donde no la hay.

Un punto a favor es el debut de Jamie Lee Curtis, lo mejor de la película, hija de la inolvidable Janet Leigh, protagonista de Psicosis (1960), obra maestra absoluta.

Lo del final es casi más de comedia que de terror y hunde definitivamente la película. Lo que parecía encaminarse a una obra maestra se queda en un clásico, sí, pero con bastantes limitaciones.