La novia cadáver

En realidad “vi” este film hace años, seguramente poco después de su estreno. Tengo que admitir que por aquel entonces mi visión del séptimo arte era muy diferente a la de ahora.

El cine es mucho más que un entretenimiento. Es un trabajo, es cultura, es arte, y esta película no hace más que reforzar esa idea.

Hay que tener en cuenta que hablamos de una animación stop-motion. Esto quiere decir que se crea fotograma a fotograma cambiando manualmente la posición de las marionetas (para un parpadeo eran necesarias hasta 28 fotografías) . Fueron en total 52 semanas de rodaje y 109.440 fotogramas capturados.

Los planos son perfectos, cuidados y parece que estén calculados casi al milímetro. Toda la fotografía es exquisita, el film transcurre con fluidez y con una suavidad en los movimientos de sus personajes que nos hace pensar en la animación por ordenador. Ese ambiente, que sólo lo puede crear el director, encaja perfectamente con la caracterización de los elementos que aparecen y en general todo encaja a la perfección.

La magia que envuelve los cortos 75 minutos de film te invade y te hace pensar en lo efímero que es el mundo y las cosas tal como las conocemos. Aparece ante nosotros la fina linea que separa la vida de la muerte. Unas “pequeñas” marionetas nos hacen ver que todo lo que tienes puede esfumarse en un segundo, y que la recuperación puede convertirse en algo complicado.

Con una facilidad pasmosa, en ese contexto tratado “a la manera Burton”, el director mezcla el mundo de los vivos con el de los muertos y transforma el miedo que esto pueda traer en sonrisas y simpatía hacia los que ya no están. Una de las escenas finales es la capaz de reunir todos estos sentimientos en fotogramas.

Para mi, Corpse Bride es una de las mejores obras de Burton y a la vez una de las más subvaloradas de la época de los 2000. Es cine de animación en estado puro, es trabajo artesanal, es cariño por el detalle, por el resultado, es paciencia hecha película. Parece que hoy por hoy eso pasa cada vez más a segundo plano y el público opta por otro tipo de obras.

Sin ninguna duda, tengo claro que este sí es el cine que debe seguir existiendo mientras artistas como los que trabajaron en esta película tengan el mismo entusiasmo por seguir sorprendiendo.

Terrorífica, siniestra, lúgubre y maravillosa historia de amor gótico basada en un cuento popular ruso. La peculiaridad de Tim Burton consiste en crear personajes raquíticos y esqueléticos arropados con una ambientación oscura y tenebrosa. A todo ello hay que sumar un laborioso e impresionante trabajo de animación tradicional con la técnica del stop motion, misma técnica utilizada en ‘Pesadilla antes de navidad’.

El guión podría ser acusado de ser un tanto vulgar, con un joven a punto de casarse, el cual despertará el espíritu de una novia asesinada poco después de llegar al altar. Pronto se creará un fuerte contraste entre el grisáceo mundo de los vivos frente al colorista y alegre mundo de los muertos. Burton y su codirector Mike Johnson plasman vitalidad en cada momento de la película y sensibilidad para describir a los personajes. Una ágil narración es acompañada de unos números musicales perfectamente planificados, ambientados musicalmente con las canciones compuestas por Danny Elfman, compositor fetiche del director, que sin llegar a brillar demasiado, la música cumple a la perfección el crear atmósfera con algunos temas bellos y elegantes. Sin duda estamos ante una de esas películas que merecen ser visualizadas en versión original, para percibir el encanto de los temas musicales.

Lo mejor: su minuciosa técnica.

Lo peor: su horrorosa comparación con ‘Pesadilla antes de navidad’.

Parece casi mágica, la facilidad con que a menudo, suele invertir Tim Burton el orden de las cosas.
En una sociedad en la que todo parece estar ya repleto de prejuicios; en una sociedad repleta también de una amplia plebe que está bien de acuerdo en asentir una y otra vez como borregos los cánones literarios, culturales y morales establecidos por nuestra civilización, aparece otra vez, y sin hacer demasiado ruido, el incomprendido de Tim Burton. Aparece para enseñarnos que la vida puede ser triste, aburrida, oscura, incomprensible, predestinada sin remedio alguno al peor de los fatales: ''casarse por conveniencia''. Todo eso lo invierte, y nos muestra un sub mundo de muertos guays empapados de alegría, coloridos, con una viuda negra super maja, una novia la mar de atractiva, y un sin fin de extraños seres del inframundo que tienen una guasa que no veas.
Ya lo hizo nuestro amigo Tim en su, para mí, gran obra maestra, Pesadilla antes de Navidad, haciéndonos ver ante nuestros ojos un mundo navideño cursi y codicioso, con otro mundo macabro y diabólico de Halloween.
En resumidas cuentas, pondré la guinda al pastel diciendo sencillamente que Burton es un genio fusionando polos opuestos. Es el mejor artista haciendo que la muerte y la vida se nutran mutuamente, así como la navidad y el halloween. Gracias a él nos demuestra que el blanco y el negro puede hacer un precioso color gris.
En cuanto a otros matices de la película, he de decir que la trama es muy original y divertida. Tiene puntos de emoción, gracia y reflexión. Choca ver cómo en sólo 75 minutos podemos ver tantas cosas. El diseño gráfico, basado en Pesadilla antes de Navidad, está mucho más perfeccionado, con colores más vivos y con efectos más trabajados (como el movimiento del vestido de la novia).
Le pongo un 8 a esta buena producción de Burton, que también hay que añadir la genial labor de Johnson.
Puntos en contra, muy pocos. Si a caso la poca duración de la película, que nos priva de más momentos divertidos y emocionantes. También algún fallo obvio en el desenlace de la película, que deja abierta, sin motivo, una pregunta.

Definitivamente es una película con una calidad artística incuestionable, eso se ve;además cuenta la historia de una novia muerta que anhela tener un marido.La trama tiene puntos en los que te das cuenta del drama de Emily ( la novia cadáver) y sientes pena por ella, por lo cual hay un trasfondo apto sólo para adultos desde mi punto de vista.

Por otro lado,la película se deja ver bien sin más pretensiones que contarte este cuento ruso.

Todo un clásico para los que seguimos a Burton. Me gusta este director, pero cierto es que empecé a ver la película de manera plana porque hacía poco vi una de sus archiconocidas obras y no me gustó tanto como esperé ni como la etiquetaba. En cambio con esta me enganché en la historia. El personaje de Emily da algo lástima, la eterna colgada, incomprendida, la eterna novia no correspondida y de repente, a causa de una inoportuna broma, conoce a Víctor.

No entiendo que muchos crean lo inverosímil que es esta película o lo absurdo del final. ¿Perdón? A ver, es una película de animación y fantasía, ¿o acaso Madagascar, Happy Feet o Ice Age son creíbles? Son pelis para entretener, que lo hagan bien y sean aptas para toda la familia. Además, el final ha sido estupendo, hasta casi el mismo final no me aventuraba a pronosticar lo que ocurriría (*).

Ya quisieran muchas películas de animación ser tan geniales como las que salen de la cabeza de Burton, quien, maquillándolas con su toque lúgubre, oscuro, algo siniestro -cosa que me encanta-, nos ofrece obras admirables, laboriosas y divertidas.