Grito de terror

Buen debut del cineasta Robert Parrish en un clásico producto de cine negro de la RKO, con todos los elementos de una más que correcta cinta de género, en un relato ágil, interesante y conciso, que cuenta con la baza de la destacada fotografía de Joseph F. Biroc -muchos años después conseguiría un Oscar por “El coloso en llamas” (1974)- y un puñado de buenos diálogos para contarnos la historia de Rocky Mulow, un antiguo ladrón que acaba de salir de la cárcel por un robo que no cometió y trata de esclarecerlo, papel interpretado con elegante distanciamiento por Dick Powell –del que las malas lenguas cuentan que fue el verdadero director de la película-, acompañado por el contrapunto humorístico de Richard Erdman como su alcohólico compañero y la bella Rhonda Fleming. Por su parte, William Conrad insiste en su papel de malvado matón. Buena cinta, sin más pretensiones, de las que Hollywood producía con generosa facilidad en aquellos gloriosos años.

Grito de terror es el que yo suelto cada vez que me encuentro con estas cintas de serie B tan magníficas, enterradas en la medianía de las notas de esta página, a las que los usuarios no les prestan ninguna atención, ocupados como están en inflar estúpidamente el ego de directores pomposos que se carcajean en nuestras narices.
Grito de terror es el que yo suelto cuando castigamos de esta manera la falta de pretensiones con la que " la fábrica de sueños" alimentaba nuestras fantasías para premiar con indudable masoquismo las aspiraciones y vanidades con la que nos tortura " la fábrica de pesadillas" actual.
Y grito de terror es el que yo suelto, al comprobar cómo nuestros abotargados cerebros se dejan agujerear por la nada, asesinando nuestra imaginación y personalidad a cambio de hacernos creer que las pesadillas valen más que los sueños.
Porque este Grito de terror es una estupenda película noir que contiene, claro que sí, muchos de los clichés del género ( no tiene muchas pretensiones, gracias a Dios), pero a la que no le falta personalidad propia, escenas muy interesantes y originales, esa fotografía propia del género, exteriores curiosos, interpretaciones muy sólidas, diálogos fantásticos ( da gusto oírlos), un guion muy bien atado e interesante...! Vamos !, que es un peliculón se mire por donde se mire y que, además, resulta mucho más meritoria por lo ajustado de su presupuesto. Cada vez que pienso lo que Hollywood era capaz de hacer, no con las películas de primera línea, que también por supuesto, sino con todas estas películas más pequeñas pero llenas de enorme talento y me pongo a compararlas con las de ahora, no puedo evitar gritar de terror. ! AAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH!

Una historia muy conocida. Clásica y, hasta cierto punto, previsible. Miedos, venganza, presos que obtienen la libertad, dinero escondido. Un poco lo de siempre. Con el formato de cine negro ortodoxo, un guión decente, música ambiental, sombreros, trajes, sudor y whiskey.
Es claramente un producto de Serie B, y podría estar firmada por cualquier otro director de 'estudio', Phil Karlson por ejemplo. Tiene pulso y firmeza, y aguanta bien el metraje. Quizá más larga se hubiera indigestado.
Dick Powell y Rhonda Fleming es la pareja protagonista. Dirigida por un artesano del cine, un hombre con oficio y sabiduría. Es su primera película dirigida, aunque es cierto que trabajó mucho con Ford y con otros grandes directores.
Se puede ver. Sin más. Le falta el punch de otras de Fleischer, de Karlson, de Wise, de Rossen, incluso de las primeras de Mann.