La mancha humana

La mancha humana es un canto al corazón.
Más allá de las diferencias culturales, políticas o raciales, lo que une a las personas son los sentimientos, por encima de todo. Eso es lo que está presente en esta película de Robert Benton. Bien narrada, bien hecha y con momentos muy emotivos, es un notable drama sobre los prejuicios y el poder único del amor.
Lo mejor sin duda es el excelso trabajo de unos vulnerables Anthony Hopkins y Nicole Kidman, que se entregan en cuerpo y alma a una relación que es una tabla de salvación para ambos personajes, y el siempre excelente Ed Harris en un personaje vital para la trama.
Gran película.

Me esperaba algo un poco mejor. Y es que las anteriores pelis que he visto de Robert Benton me habían gustado. "La mancha humana" es muy floja y también aburrida. No interesa lo que se cuenta y resulta poco creible y muy forzado en todo momento.

No me interesa si a Hopkins lo han hechao por un fallo o no. Ni si es blanco o negro (cosa con la que aún sigo alucinando). La historia que se tiene es que es muy mala. Y no ayuda la dirección de Benton muy por debajo de su nivel y que ciertamente no acierta en ningún momento en la película.

Gary Sinise me sobra totalmente de la película. Su personaje se podría haber suprimido perfectamente. Y Ed Harris está desaprovechadísimo en un papel exagerado. Y Nicole Kidman está muy floja. Y Wentworth Miller me parece bastante soso (con lo que se certifica lo de "Prison Break", en que él es de lo más flojo de la serie). Y los demás siguen sus derroteros.

A destacar, por supuesto, al siempre grande Anthony Hopkins. Aún a medio gas, aún haciendo la película para cobrar un checazo de esos bien gordos sin importarle mucho el papel, el tío siempre lo hace bien (la excepción que confirma la regla es su incomprensible papel en "Alejandro Magno"). Menos mal que siempre podemos confiar en tipos como él. Lo otro que se destaca es la fotografía.

Esas dos cosas son el motivo del 4 y no una nota más baja. Aunque con esta película he sido muy generoso en la nota.

Sí, es muy jodido ser de raza negra en Estados Unidos. Y si a eso sumamos ser de etnia judía, entonces apaga y vámonos.
Ninguna novedad acerca del tema del racismo. Benton narra una historia que para mí carece de bastante interés. Anodina. Poco vinculante.
Un profesor de ascendencia afroamericana y judía, pero cuya piel y ojos claros no delatan sus orígenes. Cuando era joven, eligió lo más cómodo: renegar de los suyos. Escogió la opción más cobarde, o la más sensata, según se mire. Para que sus posibles futuras esposas no se asustaran y echaran a correr ante la perspectiva. Para no acabar conformándose con un empleo de camarero porque declarándose negro no podría aspirar a mucho más. Para que los WASP (White Anglo Saxon People) del noreste no lo señalaran con el dedo despectivamente.
No quiso ser etiquetado en un rango inferior. Se negó a marcar la casilla correspondiente a "negro" en los típicos formularios en los que una de las cosas que miran con lupa es tu color.
Huyó de la etiqueta que le correspondía en su comunidad, pero le salió muy caro.
Y ya en su vejez, las ironías de la suerte se ríen de él. Expulsado de su plaza de profesor por una acusación de racismo.
Si es que ya no hay manera de saber quién es más racista que quién, y hasta qué extremo se utiliza ese término.
No sé cómo será la novela de Philip Roth. Tampoco sé si la película le hace justicia o no.
Me interesa poco la biografía a saltos de Coleman Silk. No me estrecha las manos con las del personaje. No me despierta una especial curiosidad hacia él. Ni hacia los problemas de su juventud, ni hacia su afición al boxeo, ni hacia las mujeres de su vida (el amanecer del amor, la compañera fiel, un complicado lío de ocaso), por no mencionar a algún ex-marido cabreado, ni hacia su amigo escritor, que supuestamente relata "la truculenta vida y el triste final de Coleman Silk". Falta profundidad, alma, vísceras. Un argumento más, como tantos que no destacan, porque lo que cuentan quiere llegar lejos pero no remonta. Un argumento más que se pierde en la memoria y que con el transcurrir de los días se diluye sin dejar apenas una leve impronta.
"Los cobardes mueren varias veces antes de expirar."

Ser seguidor del gran Sir Anthony Hopkins, y ser admirador de la belleza de Nicole Kidman, no garantiza, por lo menos a mi, y en esta película, un producto de autentica calidad. De todas formas, he de reconocer, que sólo cuatro actores, son capaces de llevar con solvencia, con honestidad profesional, el desarrollo de todo el film, y también he de reconocer, que los dos secundarios, son a su vez otros grandes de la pantalla: Gary Sinise (al que recuerdo por varias películas, pero sobre todo por la magnífica "Forrest Gump") y Ed Harris (al que siempre tengo presente por su trabajo en "Enemigo a las puertas"). En cuanto a la historia, resulta poco creíble, y digo creíble, no imposible, dado el cruce de cuatro vidas "errantes, con crueles pasados y sin destinos definidos". Todos, en algún momento de nuestras vidas, de una u otra forma, hemos soportado, compartido, apiadado, horrorizado, por lo que el personaje que interpreta Gary, el escritor y narrador de la película, menciona al final, como título de su libro, y título de la película "La mancha humana". Cuando terminé de ver esta película, me encontraba cabreado, pero en ese momento, no sabía el porqué. Ahora entiendo, que es posible, que decidiera verla y obtener más de lo que da, pero el error esta en mi, no en la cinta. También es verdad, que la película explicita demasiado, y ello, quiza merma su labor reflexiva, pero nada más que objetar a un producto diseñado para el consumo, aunque su sabor no sea del todo satisfactorio. Hopkins, sin llegar a la altura de otras interpretaciones, está correcto, Kidman, bella, sensual y aguantando los planos cortos de su rostro para envolvernos con sus diamantinos ojos, Sinise correcto y eficaz como siempre, y Harris, en una caracterización sorprendente, resuelta con eficacia.

Es lo que fué en su día en las salas de cine, quizá debido a ello y al desarrollo de la trama, demasiado lenta, incluso tediosa a veces, hacen que el film no acabe de convencer.
Pienso que esta infravalorada en general, evidentemente el guión es poco creible pero ¿porqué imposible? y aunque así fuera, ya lo he comentado con otros titulos, la ficción "también juega".
Me parece una película un tanto complicada, de ver y entender, pero una buena puesta en escena (fijense lo cuidado de los detalles en la narración del pasado del protagonista) una buena banda sonora, unos dialogos bastante meritorios y unas intérpretaciones moderadamente buenas, tanto de Hopkins como de Kidman (por raro que parezca) hacen que el film sea, cuando menos, interesante.