Las fronteras del crimen

Jane Russel y el productor intimaban mucho y eso se nota mucho en Las fronteras del crimen, lo de intimaban lo dicen por aquí. Casi dos horas de film y más de 1/3 de polvo y paja, 1/3 de grandes diálogos y el 1/3 de intriga. Sumamos los tercios y nos queda una muy agradable y nostálgica velada de una noche de verano. Si el productor y la actriz no se hubieran conocido seguramente que dicho film sería más sugerente y más agradable para muchos. Para el productor debió ser muy sugerente así. El productor manda y todos a callar.

"- El jefe te quiere ver, le debes dinero.
- ¿Yo, por qué?
- Porque apostaste 200 dólares a un cerdo rezagado. Y eso es lo que era".

Irregular film de intriga y aventuras, que tiene dos partes bien diferenciadas en cuanto a entretenimiento se refiere.
La primera está bien por cuanto vamos conociendo a los diversos personajes, pero hay mucho diálogo con, eso sí, réplicas muy conseguidas, pero algo estática, como pareciendo que no se va a ninguna parte.
Sin embargo sus últimos cuarenta y cinco minutos son muy ágiles y espectaculares, con mucha acción e incluso sadismo y gran violencia.
Esta parte es espléndida en cuanto al montaje se refiere, amén de que también hay humor del bueno, como la escena, sencillamente descojonante, de la barca dirigiéndose al barco de los malos. Son momentos excelentes donde el personaje de un divertidísimo Vincent Price toma verdadero protagonismo (al menos en tierra firme).
Soberbia fotografía en blanco y negro y numerosos brillantes característicos.
En suma, algo desigual en su ritmo, pero que al final deja un buen recuerdo.

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Howard Hughes un multimillonario de Texas, compró en 1948 RKO, y se obsesionó con esta película. Una vez acabada, paralizó la producción ya que quería añadir más comedia, más acción y más brutalidad. Fleishcer no estaba de acuerdo, y al final accedió bajo las amenazas de Hughes con archivar la película y que nunca vería la luz.

Hubo 1 h 20 minutos de contenido extra que costó unos 820.000 dólares. Que justamente es el importe que tuvo de pérdidas la película.

Robert Mitchum, en una de las escenas, se dañó, y se comenta que la escena de acción que lucha contra el enemigo es de verdad, ya que después destruyó el set: iluminación, sonido, escenario... ya que habían llevado al máximo la escena de acción y había resultado herido.

Hughes también estaba obsesionado con Vicent Price, que obligaron a que su papel fuera más largo (curiosamente, Price, tuvo una hija lesbiana, que Price se volcó a que el colectivo LGTBI tuviera derechos. En el 2015, su hija comentó que su padre le confesó que tuvo relaciones con hombres cuando ella también le confesó que era lesbiana), no sé yo si Hughes y Price tuvieran alguna relación sentimental.

Eso sí, las nuevas escenas estropearon la película, porque la famosa escena del barco hundiéndose, no encaja en la trama, ya que es demasiado humor para una película de cine negro. Y también el final se me hacía un tanto largo, que me extrañaba, ya que no solían ser así las películas. Hughes machacó tanto la película que al final, la gente no vio el encanto que podría tener.

Chico con muy mala suerte encuentra chica con muy mala suerte. Los dos están encantados de tener tanta mala suerte y encontrarse juntos. Ex chico con muy mala suerte no tenía nada mejor que ver y se tragó por tercera vez Las fronteras del crimen. Tenía que vaciar el disco duro y reponer mercancía con chicos con mejor suerte. México ha sido refugio de grandes clásicos del cine pero la de John Farrow está más cerca de El gran robo que de Retorno al pasado. Las fronteras del crimen no pasará el corte a no ser que vayas de intelectual y fuera de categoría. Palabra de un analfabeto.

Buena película, a veces divertida. Una mezcla de género que le sale muy bien al director, padre de Mia Farrow, esposa del enano al que Frank quería cortar las piernas.
Mitchum es un panoli de poca monta que tiene un parecido extraordinario con un mafioso evadido a Italia. Le pagan por pasar unos días en México, donde, sin saber él qué va a suceder, tiene previsto llegar el mafioso y someterse a una operación de cirugía estética para poder volver a entrar en Estados Unidos.
Allí conoce a la rotundísima Russell que baga por la ciudad, de hotel en hotel siendo la amante de una estrella de cine, Vincent Price. El lío está montado, porque Mitchum obviamente no quiere morir, Russell se enamora de él y con la llegada de la esposa de Vincent Price él comprende que aunque no le de el divorcio va a hacer lo que le da la gana.
En la última media hora Mitchum es conducido a un barco, que es asaltado por Vincent que saliendo de su personaje para ser un héroe real consigue que los huéspedes del hotel, todos americanos, se provean de armas y ataquen el barco. Su película es en este caso real, recibe un disparo y aun así continúa con el juego, con la farsa. Al final todo sale muy bien.
Desde luego es una mezcla rara. Pero muy bonita al final de todo.
Gran película.