Haz click aquí para copiar la URL

The Deuce (Serie de TV)

Serie de TV. Drama Serie de TV (2017-2019). 3 temporadas. 25 episodios. 'The Deuce' sigue la historia de la legalización y consolidación de la industria del porno en Times Square desde los inicios de los años 70 hasta mediados de los 80, explorando un turbulento mundo donde la aparición del SIDA, la expansión de la cocaína y el emergente mercado inmobiliario sacudieron a la ciudad entera. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 5 8 >>
Críticas 37
Críticas ordenadas por utilidad
23 de noviembre de 2017
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vista la primera temporada, desde un punto de vista técnico es excelente, en cuanto a fotografía, ambientación o guion. Las historias son duras, si bien dota de un positivismo a los personajes que las hacen más naturales o llevaderas, y un mundo que a una persona con una vida más normal le puede parecer un infierno, no lo es tanto.
El único pero que le pongo a esta gran serie es la interpretación de James Franco. No sé, me parece que fuerza los personajes para diferenciarlos, pero Candy(Maggie Gyllenhaal) está fascinante, extraordinaria.

Una gran serie, para disfrutarla sin complejos. No pone velos para mostrar el mundo de la prostitución o la industria del cine pornográfico.
Rog3r
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
22 de diciembre de 2017
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Haciendo de su capa un sayo —muy propio de ella, por otra parte—, HBO se ha atrevido a reivindicar los setenta, antítesis crudísima de los pueriles ochenta hoy en el candelero. Los despreocupados años post-Woodstock, anteriores al rearme neocon del eje Thatcher-Reagan y, sobre todo, a la aterradora irrupción del SIDA, tienen poco que ver, más bien nada, con las blancas aventuras de pre-púberes típicas de la década siguiente.
La valentía de la controvertida cadena de televisión raya en la temeridad, habida cuenta de que “Vinyl” (ídem, 2016), su primera tentativa a ese respecto, hubo de ser cancelada tras una sola temporada. Igual le sucedió a “The Get Down” (ídem, 2016), aproximación de Netflix al surgimiento del Hip Hop que casi la lleva a la ruina. Claro que, teniendo a Baz Luhrman en la sala de máquinas, no cabía augurarle un futuro especialmente halagüeño.
En cuanto a “Vinyl”, con ser una serie excelente a la que la historia hará más justicia que la audiencia, quizá incurrió en el pecado del exceso. Me explico: su argumento no sólo se prestaba a la hipérbole, sino que de hecho la demandaba; pero es posible que su barroquismo y sudorosa fisicidad fueran demasiado para el espectador actual, pese a los avances promovidos por la propia HBO en el campo de la explicitud. A la explosiva serie creada al alimón por Jagger y Scorsese —¿Alguien esperaba mesura alguna de pareja semejante de benditos megalómanos?— le sucedía también que, en muchos aspectos, era deudora de “Mad Men” (ídem, 2007-2015), cuyo hermosísimo cadáver no se había acabado de enfriar cuando “Vinyl” quiso heredar el trono que, con permiso —valga la redundancia— de “Game of Thrones” (Juego de tronos, 2011-Actualidad), había venido ocupando aquélla.
Aprendida la lección, “The Deuce” presenta una acusada personalidad propia, que funda en la humanidad, honda y doliente, dimanada por sus personajes. Tiene el tremendo mérito añadido de que logra hacer brotar su aliento poético de entre el fétido piélago en que se pudría una Nueva York muy alejada del parque temático que es hoy. La sordidez, marca de la casa, se mantiene indeleble; extraño retrato del mundo del porno hubiera sido uno que no resultase grotesco. Sin embargo, es la atención al detalle, a la delicadeza de una mirada, una sonrisa o incluso un silencio lo que insufla a esta serie una vida que no le cabe en el pecho. Como si de una encarnación bizarra de la fenomenología hegeliana se tratase, “The Deuce” evoluciona en base a la síntesis de contrarios. Con perdón del tosco oxímoron, la frágil fortaleza de las prostitutas —desnudará su cuerpo por exigencias del guión, pero Maggie Gyllenhaal nos desvela principalmente su alma en carne viva— frente a la progresiva intrascendencia de los chulos, mal disimulada bajo aparatosos oropeles de virilidad. O la calidez y la ternura de la intimidad sincera frente a la brutalidad del sexo transaccional. Una maravillosa Dominique Fishback en la piel canela de Darlene, deslumbradora revelación de la serie, constituye el corolario de todos los matices y sutilezas que hacen volar a “The Deuce” muy por encima de lo que cualquiera hubiera imaginado de una producción con James Franco de protagonista, y por partida doble. Sin menoscabo de la indiscutible simpatía que desprende, cuesta tomárselo en serio, como actor al menos. Pues bien, posiblemente contagiado del tantísimo talento que lo rodea, hasta él mismo, en sus dos papeles, entrega un trabajo competente.
Todo lo cual debe agradecérsele a David Simon, responsable de, entre otras, la casi unánimemente aclamada “The Wire” (ídem, 2002-2008), y a George Pelecanos, su guionista de cabecera. No suelo ser partidario de que las series se alarguen “ad nauseam”, pero ésta, igual que “Vinyl” en su día, sí se ha ganado con creces su renovación por una segunda temporada. Esperemos que, a diferencia de su predecesora, le acompañe la suerte, aunque sea sólo por sus propiedades como antídoto contra el “revival” ochentero.
Carorpar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9 de agosto de 2020
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablar de David Simon es hablar de una auténtica leyenda dentro de la televisión, creador de en mi opinión, de la mejor serie de la historia (The Wire). Haber alcanzado el cenit en una carrera tan pronto, supondría (y ha supuesto) para muchos otros autores, cargar con una losa de la que muy pocos pueden desprenderse. Pues bien, en 2020 se puede afirmar categóricamente, que David Simon lo ha logrado.
Y es que, no hay ningún otro creador actual que sepa mostrar con tanto sentimiento y realismo, las luces y las sombras de las ciudades de su vida. Si en The Wire nos trasladó a Baltimore, y en Treme vivimos durante 4 temporadas en Nueva Orleans, en The Deuce se ha propuesto el nada desdeñable objetivo de mostrarnos los cimientos del actual Times Square.
Con el espíritu tenebroso de Taxi Driver y el amor a la ciudad de Woody Allen, nos adentramos a lo largo de 25 episodios en la vida cotidiana de la prostitución, en el auge de la industria del porno, en la corrupción policial, la fiebre inmobiliaria, la vida noctura de NY o el devastador efecto del sida a mediados de los 80, todo ello, contando con un elenco de viejos conocidos de Simon, así como actuaciones muy remarcables de James Franco y Maggie Gyllenhaal en papeles principales.
En definitiva, una serie más que recomendable. Habrá que seguir de cerca los siguientes proyectos de Simon para ver donde decide llevarnos esta vez...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
CaesarRex
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
19 de agosto de 2020
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy la terminé. Quedé conmocionado por ese estupendo final, y aunque ya venía golpeado por los episodios anteriores, debo reconocer que no esperaba esos últimos veinte minutos; me dejaron una sensación de vacío terrible que me costó mucho quitarme de encima. Y uno podría decirse "es una serie, es ficción", pero el tema está justamente ahí... es ficción, pero nos representa, de una u otra manera.
Ahí está el truco, ahí la gran pegada en el estómago del director.

"The Deuce" es una serie impresionante, porque abarca muchos de los problemas a los que nos tenemos que enfrentar en la vida, siendo un producto absolutamente actual, a pesar de tratar asuntos de los años setenta y ochenta.

¿De qué nos habla "the Deuce"? Abarcando varias décadas, nos introduce en el mundo de la prostitución, de los proxenetas, de las mafias y de la corrupción policial, de las noches, con todo su esplendor y sus miserias, de las drogas y del alcohol, de los inicios del cine porno, de los principios del feminismo y del paulatino cambio de la aceptación de la diversidad sexual, de la explosión del HIV y de sus terribles consecuencias; también de las relaciones humanas, tan difíciles ayer, hoy y siempre, de la incomunicación, del laberinto en el que están encerrados muchos seres humanos, presos de sus inseguridades y ajenos a sus posibles cualidades; en definitiva, de todo el cóctel de pasiones, sufrimientos, felicidades y desilusiones que todos experimentamos a lo largo de nuestras vidas.

New York, "The big apple", Los Ángeles, ambas con su brillo propio. Y ese brillo, esa radiación cegadora genera sus sombras, sus claroscuros. Las personas somos como esa luz que fluctúa, que cambia, que se transforma... Nosotros también tenemos rincones calentados por la luz y recovecos sumidos en las sombras.
Y vemos las bulliciosas avenidas principales de New York, iluminadas y atestadas de gente... Vemos las aceras cubiertas de bolsas de basura, los carteles luminosos de los bares y los cabarets que derraman sus radiaciones multicolores sobre las prostitutas, los clientes, los gigolós y toda la fauna curiosa que pasea en busca de placeres y diversiones.

"The Deuce" reflexiona permanentemente sobre el tiempo, y, en función de él, sobre la validez y vigencia de nuestros actos; en concreto, sobre su verdadera importancia.
Existe una mirada melancólica hacia el pasado, hacia los caminos no elegidos y sus inevitables injerencias en el futuro.

Y la vida es como un río, como ese que vio Heráclito; esas aguas que corren presurosas, ¿hacia dónde? ¿para qué? Y tal vez la respuesta esté en que la mera existencia ya es de por sí un argumento, un propósito suficiente para considerarla válida y disfrutarla mientras podamos... Que así sea, entonces.
Black Floyd
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de noviembre de 2017
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un aire de retro no esta mal para tanta tecnología, volver a los 70^s nunca esta de mas y mucho menos cuando se trata de un producción con tan alta manufactura donde con detalles visuales le confiere un realismo autentico.
No debemos dejar por fuera a los protagonistas (y productores) quienes inician desarrollando sus personajes acertados fruto de una amplia experiencia indiscutible le aportan mucho pero mucho a un proyecto que a primera vista suena complicado por la temática a tratar.
Dentro de las series de esa época han fracasado algunas las cuales esperábamos mas pero que desafortunadamente no calaron entre el publico y los productores como Pan Am o Vinyl ojala esta no siga ese camino pues pinta muy bien.
cinemateco
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 8 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow