La caza. Monteperdido (Miniserie de TV)

Cuando digo españolada, me refiero a la series de clichés que llenan la serie, refiriéndose a una realidad española que en realidad no es mas que un cliché.
El libro no lo he leído. Pero la serie si la he visto.
No se si sera culpa del autor o de la adaptación. Pero el responsable no tiene ni idea de como funciona la vida rural.
Vivo en un pueblo del pirineo de Huesca y jamas he visto la guardia civil limpiando de ramas un rió en plan trabajo vecinal. Ni en perpetuo compadreo con los vecinos.
En el monte no veras casi ninguno guardia sino es del GREIM en un rescate o pocas veces al SEPRONA. Lo que si veras es guarda forestales que son los que te dan los permisos para leñas o acompañan a los cazadores cazando rebecos o como se llaman aquí sarrios.Por lo que son los que nos conocen a los habitantes y los montes de la zona. Y no sale ninguno en la serie
Los cazadores locales están penosamente caracterizados. Y los guías de montaña de chiste malo.

El resto de la trama me parece infumable. No veras ningún pueblo del pirineo a día de hoy, donde la escuela no este en el pueblo. Ni tampoco un cuartel de la G. civil lejos de el.
Los montes aquí no son como en Canada , Rusia etc...aqui están muy humanizados. Seguir un rastro de personas y coches en un bosque con nieve no es tan difícil sino pasa demasiado tiempo o no cae un nevadon. Ya que las pistas de acceso son muy pocas, igual que las casetas o refugios.
La investigación es de chiste, igual que todos los guardias. No se como la guardia civil ha colaborado con la serie pues quedan como una panda de inutiles.
Los actores bastante bien menos el Francis que es infumable. Cuando habla parece que esta leyendo...
Enfin. Que lo único valido de la serie es la fotografía y los paisajes.

La caza. Monteperdido no es una obra maestra, pero sí es una serie que cumple perfectamente con su cometido, que es entretener y electrizar al espectador.
Y cumple con su objetivo porque los capítulos se pasan volando y porque verdaderamente consigue interesar al espectador en la historia de la desaparición de las dos niñas y en un misterio muy Agatha Christie (salvando las distancias), lleno de giros argumentales y donde todos son sospechosos.
Mención aparte para el reparto, coronado por una excelente Megan Montaner, que compone una protagonista fascinante y llena de claroscuros.
Notable y llena de tensión.

Una de las grandes bazas de “MONTEPERDIDO” es el conjunto de localizaciones naturales en las que se ha rodado esta serie, que se beneficia de una fotografía espectacular en la comarca de la Ribagorza, en el Pirineo Aragonés. Las calles de localidades oscenses como Benasque y Cerler dan vida al pueblo ficticio de Monteperdido y sus alrededores son recreados gracias a lugares como Llanos del Hospital, el barranco de Remuñe, la Besurta, los bosques de Benasque, Senarta o el río Ésera... En ese sentido, la serie es una gozada (animo a verla o repasarla en Amazon Prime Video, donde la serie está disponible y la calidad de imagen es espectacular) y hay ocasiones en las que te dan ganas de parar el vídeo y hacer una captura de pantalla para ponértela de fondo de escritorio del ordenador.

Otro de los aciertos de la serie es un secundario perruno de lujo: el samoyedo “Nieve”, la mascota de Victor Gamero, el cabo de la Guardia Civil, precioso can que se gana el corazón de la audiencia nada mas salir en pantalla y al que dan ganas de achucharle hasta dejarlo sin pelo pero que enseguida padece los desequilibrios emocionales de la sargento de la Unidad Central Operativa Sara Campos (pocas veces un personaje principal empieza su relación con el espectador con tan mala pata, literalmente) de la UCO, aunque por fortuna, “Nieve” es un pedazo de pan y no parece guardarle rencor a la sargento (total, pensaría el perro, en este pueblo están todos locos, así que una mas pues ni se nota).

En cuanto a la trama, la parte del “thriller” está bien urdida y de hecho hay dos sonoras sorpresas en forma de detonación de arma de fuego que realmente nadie se espera y que sirven para que la sargento Campos salga de esa suerte de estado de gilipollez permanente en la que vive sumida al principio, se ponga las botas y empiece a actuar como una policía y no como la paciente abobada de un terapeuta. Donde creo que el guión patina mas es en el tema de las relaciones intracomunitarias y los traumas personales que arrastran los vecinos de ese pueblo, sin duda por querer que la adaptación televisiva sea excesivamente fiel a la novela de Agustín Martínez. También creo que deberían haberse trabajado más algunos aspectos d la vida del pueblo de Monteperdido para hacerlo más creíble, por ejemplo, sus fuentes de riqueza y trabajo, pues cuesta creer que semejante nivel de vida se sustente con un pequeño negocio de transportes y unas cuántas excursiones cinegéticas y senderistas.

En cuanto a las dos jóvenes coprotagonistas que encarnan a las adolescentes secuestradas, se las nota mucho la falta de experiencia actoral. Y el personaje de Ana llega a ser realmente plomizo, mas o menos como los otros adolescentes agilipollados que salen en la serie.

En resumen, una serie entretenida enmarcada en el “thriller psicológico” con preciosos paisajes, un perro encantador, un guión con altibajos y unos adolescentes insufribles.

Uno entra a esta prestigiosa página para ver criticas sobre películas o series que quiere ver y no clavarse con un bodrio.
Pero ya son muchas las veces que la mayoría se equivoca o ve mal.
Este es otro ejemplo.
Esta serie es tremenda, es de lo mejor que se vio en muchos años y tiene un nivel de excelencia en todos los órdenes que puede tener un producto.
La trama no es original pero si todo lo que pasa después.
Falto que alguien diga: "Pueblo chico infierno grande".
La cantidad de intrigas, vueltas de tuerca y basura abajo de la alfombra que había en Monteperdido es increíble.
Basta mirar las serie para darse cuenta de que los críticos pifian mal.
Son más de 8 horas y vale cada minuto y te tiene atrapado hasta el ultimo segundo.
Para mí es un 10.

Serie que empieza más o menos bien, dos niñas son secuestradas y años después una aparece. A partir de ahí comienza la investigación y todo se vuelve monótono y repetitivo. Cada capítulo sigue un mismo patrón. Todos en el pueblo tienen alguna miseria que esconder y la policía, encuentra algún indicio que nos hace sospechar de un vecino, le llevan a comisaría, el pueblo se encabrona con el sospechoso, los agentes le interrogan y finalmente deciden que es inocente. Y venga, que pase el siguiente, a por otro vecino de la lista... En fin, que de los 75 minutos que dura cada capítulo, puedes sacar 20 buenos y el resto mediocre. Además el desfile de sospechosos por comisaría hace que el interés decaiga, ya sabes que ese no va a ser el culpable.

Como positivo, decir que aunque me aburrió, aguanté hasta el último capítulo sólo por ver quien era el secuestrador que (...)