De repente, un extraño

Siempre que he visto esta película me ha causado la misma sensación de desesperación e impotencia. La rabia que te surge al ver lo mal hechas que están la leyes, y la impunidad que tiene la gente que se aprovecha de otras personas.
Uno siente rabia al ver a ese inquilino que intenta destrozar la vida de sus caseros simplemente por diversión. Y los dueños de la casa son incapaces de que legalmente puedan echarlo de su propia vivienda. Un apartamento que lo está destrozando y una vida que está arruinando por no realizar ningún pago, y por destruir todos los sueños de sus caseros.
Los tres protagonistas están muy bien en sus papeles. Matthew Modine es un actor que ha pasado siempre un poco desapercibido, pero que a mí siempre me ha convencido en sus papeles. Melanie Griffith se separa un poco de sus interpretaciones de chica ingenua, y salva con éxito el trabajo que realiza. Por último, Michael Keaton da vida a un personaje que odias prácticamente desde el principio. Deseas que sufra y que pague por todo lo que hace.
Creo que la historia conecta bien porque es una cosa que nadie querría sufrir en su vida. Es una situación extrema, en la cual no ves una salida por lo menos legal.
En fin, película que engancha y distrae, a la vez que te incomoda. Creo que aguanta bien el paso de los años, y que hoy en día sigue resultando muy actual, ya que por desgracia estas situaciones siguen produciéndose en cualquier país.

Patty y Drake son una pareja de tortolitos que ha puesto toda su ilusión y dinero en la casa de sus sueños. ¿El problema? Tienen hipotecadas hasta las pestañas, por lo que no tendrán más remedio, con tal de salir adelante, que alquilar piso y apartamento, quedándose ellos con el ático. ¿El huésped del apartamento? Carter Hayes, un inquietante Michael Keaton.

El recital de fullerías aquí brindado es la gran baza del film. Uno presencia desde el primer momento cómo un rutinario alquiler pasa a convertirse en la peor de tus pesadillas. Las maquiavélicas artes de Keaton van in crescendo, adornando su estrategia estafadora con los entresijos más remotos de la ley, presenciando pues como la cara de Matthew Modine va alcanzando, cada vez más, un nivel de mala hostia muy elevado, impregnándose éste, a su vez, en las facciones (todavía no operadas) de Melanie Griffith, quien irá mutando su angelical conducta hacia la perversidad del diablo .

Genial historia la ingeniada por Daniel Pyne, materializada de un modo fabuloso por John Schlesinger, cineasta más que notable, que conseguía darle a su narrativa el tono inquietante y frenético que requería la cinta. Ambos se divierten de lo lindo con el juego establecido entre sus peónes, logrando así crear una atmósfera veraz, pues palpamos, en cada plano, el agobio y la asfixia que va apoderándose, poco a poco, de nuestros dos tortolitos, hasta alcanzar un punto de desesperación tal que acabas perdiéndote en la suciedad y miseria del tramposo. En fin, si tienes pensado alquilar tu propiedad, ni se te ocurra someter tu coco a tan macabra historia. De no ser así, disfruta del recital.

Antes de visionar la peli, me dispuse a ver algunas críticas del film aquí por FA, y viendo su aceptable puntuación, su título y su cartel oscuro, intrigante, pensé que estaría bien echarle un vistazo.
La verdad es que el punto de partida no es que sea lo mejor del mundo: apenas parece tratarse de otra de estas cintas que nos medio tortura los fines de semana por la tarde, si bien es cierto que la temática me interesa por el simple hecho de que el argumento gira sobre "matrimonio feliz que se muda de casa hasta que alguien o algo se interpone en su vida".
Viendo el panorama, la cosa no pinta bien, sin embargo, y pasando por alto alguna incongruencias de guión (veasé, por citar un ejemplo sino la actuación tan "desaprovechada y sumisa" con respecto al asesino que tiene la poli) , la peli está bastante bien.
Además de tener algún momento ocasional para la comedia, como ya se ha citado (humor negro en determinadas ocasiones sobretodo al principio), es sin duda la intriga y el suspense los que mejor se desenvuelven en el film, mejorando este a medida que pasan los minutos y pegando al espectador en la butaca en una cinta que maneja los resortes del mejor suspense de la época.
Las actuaciones están para mí en lineas generales bien. El trío protagonista responde a las circunstancias de manera correcta, como es el caso de Michael Keaton, cuyo personaje le llegamos a coger cierto desprecio. Melanie Grifith se luce en pantalla interpretando a una mujer en principio relativamente confiada ante la situación para posteriormente presentarse en pieza clave para llegar al desenlace. Bajo mi punto de vista, el actor que está más desaprovechado, o mejor dicho, que no realiza una tan buena actuación es Matthew Modine, al que se le podría exigir un poco más, aun así tampoco desentona.
Ya en guión cabe decirse que sin duda está muy trabajado porque en la peli no se comenten fallos de incoherencia, pese a mostrarse alguna incongruencia ya comentada. De hecho, la película está muy bien planteada en el terreno de como los personajes se hacen con la vivienda o como funciona la justicia, y en cierto modo eso le hace ganar puntos.
Definitivamente es un film que me ha dejado una pequeña sorpresa ya que muestra un suspense interesante, unas actuaciones que no defraudan y una se me olvidaba compenetración de géneros. De repente, un extraño es una intriga medianamente coherente y un entretenimiento asegurado.

Efectivamente, si lo que buscaba el director es poner al espectador de mala leche, lo ha logrado... esta es una muestra de las películas que no me gusta volver a ver porque acabo totalmente cabreado tanto por el morro que le echa Keaton al asunto como por lo pardillo que es el pobre Matthew Modine... de collejas te daba yo pa´que espabiles!

Película un tanto original, ya que he visto muy pocas con una trama como esta. Como de la nada, se instala un inquilino en el piso de los dueños y empieza hacerles la vida imposible. Hasta donde puede llegar la gente...
Gran interpretación de Michael Keaton que borda su papel. Mi nota, 6,2