Megamind

Efectivamente, “Megamind” llega muy tarde: Pixar estrenó “Los increíbles” en 2004. Pero pese a todo la producción de Dreamworks tiene fuerza, garra y energía desde su mismo inicio, que casi al modo de “Up” nos resume la vida de los dos protagonistas de la historia, con guiños a Superman y otros iconos del género, en un prólogo soberbio que culmina con el presente. La genialidad se alarga: escape de la cárcel, plan para destruir a su némesis, el héroe Metroman, y victoria. ¿Victoria?. Lo que sigue a partir de ahí no lo diré para evitar incurrir en spoilers pero adelanto: forma parte de lo más divertido e imaginativo que ha salido de la productora de Spielberg.

De la misma forma que “Shrek” funcionó como sátira/homenaje de los cuentos populares y “Kung Fu Panda” lo hizo con el cine de artes marciales, “Megamind” hace lo propio con el mundo de los superhéroes y sale victoriosa: las ideas se subvierten, el ingenio se pone por encima y todo funciona casi a la perfección en una comedia tan disparatada como bien ejecutada, algo irregular en según qué tramos, pero muy superior a otra producción animada del año pasado que jugaba a lo mismo: “Gru, mi villano favorito”. Aquí además acompaña un delicioso diseño de personajes con marcados caracteres y personalidades, una animación de órdago y algunos giros argumentales que no por previsibles dejan de ser ingeniosos. Está muy lejos de la película de Pixar pero la mismo tiempo se convierte en una de las producciones de Dreamworks menos ambiciosas pero más satisfactorias. Merece la pena, sin duda.

“Megamind” tiene todo lo que se espera de una película de animación: calidad técnica, historia entretenida, humor y acción. Por la parte técnica voy a pasar de puntillas, sinceramente no distingo las películas con 800 megapíxles por frame de las que tienenn 900 nanorenders por segundo, por simplificar creo que estaremos todos de acuerdo en que, en los apartados gráficos y visuales hay películas de primera, de segunda y de última fila… y un par de minutos de película bastan para corroborar que las imágenes son lo que los equipos de diseño quisieron que fueran. Y no es que “Megamind” sea precisamente simple (no es lo mismo renderizar “Memorias de África” que “La venganza de los Sith”), al contrario: abundan los bichos, las máquinas con miles de detalles, las explosiones y los escenarios con cientos de elementos en movimento simultáneo.

Aunque los personajes carecen de la profundidad psicológica de los “héroes de Pixar” o de su complejidad narrativa drama-comedia, les sobra carisma para identificarnos con Megamind, encariñarnos con Esbirro y querer que acaben consiguiendo a la chica. Además, al contrario que en la versión original, el doblaje se ha dejado en manos de artistas profesionales del doblaje lo que nos ahorra el sonrojo de que Paquirrín, Messi o Jesús Vázquez pongan voces por motivos comerciales. La historia tiene todo lo que se espera de una obra de este estilo (acción, amor y moraleja) con un equilibrio en todas sus facetas pocas veces visto: hay humor para todos los gustos y edades (guiños adultos, humor de trompazos para niños, gags simples, sketches elaborados…) y acción para todas las edades y gustos.

Realmente, un acierto de Dreamworks. A la altura del primer “Shreck”

Pues eso, la película esta muy bien pero no deja de ser un intento desesperado de Dreamworks por seguir la estela de pixar, siempre a rebufo de los éxitos de esta compañía y aprovechando el espectacular tiron que tienen los superhéroes en los últimos años y en la actualidad. Tiene todos los ingredientes para la formula del éxito pero algo falla, tal vez solo pixar sepa el ingrediente definitivo que haga pasar una película de buena a memorable, un ingrediente como la coca-cola que nadie sabe descifrar por mucho que lo intenten y todos disfrutamos.

La cosa comienza muy bien parodiando los numerosos cliches de películas de superhéroes, dándole una divertida vuelta de tuerca a la ancestral lucha del bien y el mal desde el punto de vista de nuestro protagonista, esta vez un simpático y torpe villano con una infancia difícil, destinado y resignado a perder siempre contra el aclamado héroe local. Hasta aquí muy bien, pero luego la historia tristemente empieza a cansar y a perder interés, gran culpa de esto tiene la historia romántica de manual que hace ya bastante que cansa. Otro problema es la falta de riesgo de un guión previsible hasta la medula en el que no cabe una sola sorpresa de la mitad del metraje para adelante, una parte final aburrida y mas previsible todavía en la que todo termina felizmente.

Intentar agradar a todos los públicos es difícil y si encima sigues unas pautas comerciales en las que no arriesgas un ápice para poder hacer rentable una película, te queda una obra que se olvida muy fácilmente ya que no destaca en absoluto sobre las demás, le falta personalidad. Por esto nuca "Megamind" podrá tener el estatus que tienen por ejemplo Ratatouille, Monstruos S.A, Wall-e, Up, "Los increíbles" así como tantas otras. Y hay que decir que lo tenia todo, una buena historia, un diseño visual fantástico, buenos gags, música excelente, personajes con carisma, pero al final queda una sensación de haber asistido a un fallido intento por emular con éxito el estilo pixar, tanto nadar para morir en la orilla.

Buena película con buena música, buenos "gags y muy buenos personajes.

Puede que la película parezca para niños pero yo la recomiendo para cualquier persona que quiera pasar una hora y media de risas y quedarse con un buen sabor de boca. Los personajes son mas gestuales que cualquier actor de pacotilla de carne y hueso. Tiene unos efectos especiales que habrán dejado a los colaboradores de 2012 ''ojipláticos'', no tiene nada que envidiar a ninguna otra película de ciencia ficción. La música es espectacular: AC/DC, Guns n roses ...

En resumen una divertida película recomendada para todos los públicos.

Dreamworks ha vuelto a cautivar al público con esta belleza de supervillano. La historia es muy original y tiene muy buenos puntos graciosos. La banda sonora de AC/DC es más que pegadiza para esta película. El personaje de Megamind es bastante original y la forma tierna con que trata a la chica es espectacular, a lo largo de la película se va caldeando el ambiente y haciéndose más madura, eso es lo que la caracteriza de una gran película que opino que debería tener por lo menos un 7. A pesar de no ser la mejor de Dreamworks ni estar entre las mejores, es otra joya de una factoría que se ha hecho cada vez más grande.
Nota: 7'4.