Pompoko

Espléndido delirio pro-naturaleza. Partiendo de un planteamiento que supera toda lógica, el film circula por una puesta en escena desbordante, llena de una brillante y seductora imaginación que flirtea con la saturación. La descripción de los personajes resulta sorprendentemente matizada, profunda, contradictoria e irreverente. Los mutantes mapaches protagonistas se antojan entrañables pero no infantiloides.

Todo rezuma un espíritu libertario, lúdico, sano, que empapa coherentemente un mensaje pro-naturaleza comprensible y cien por cien veraz.

El diseño visual es apabullantemente rico y seductor. De igual manera, el tono y la narración son tan diferentes a lo que estamos habituados, tan libres y poco predecibles, que te atrapan en una suerte de hipnosis que te retrotae a esa primera fascinación párvula que sentimos antaño ante la mágica pantalla en una de nuestras primeras visitas al cine.

Un film bastante maltratado por los fans de la animación japonesa, sus peores enemigos, otras creaciones, muchas del mismo estudio. Pero Pompoko qué es?
Es un viaje psicotrópico? Una película protesta-ecologista? Una película para niños? Un compendio de la manida lucha entre el viejo japón y el nuevo?

Quizás en occidente esta película no se vislumbre en su totalidad debido a las distancias culturales que hay entre Japón y otros países. Pasa también con otras de Takahata, muy japonesas. Pero sin duda algo nos remueve cuando vemos esta película, fuera de toda la mitología, canciones tradicionales y demás, el drama velado que nos muestra esta película es de sobra conocido por los países desarrollados que han visto mermar su flora y su fauna y la han convertido en autovías, residenciales y desiertos de cemento. >
Es una película 100% recomendad a niños, pero también a adultos, como suele ser habitual en la animación japonesa...de calidad. Una película donde aprenden niños y adultos, con un lenguaje ecologista y nostálgico propio de este estudio de animación.
Terminaremos la película, que fue publicada en 1994 y nos daremos cuenta de que hoy día lo que denuncia sigue siendo una realidad cotidiana, seguimos en la era Pompoko.

Cuando te hablan de una película sobre unos mapaches que se pueden trasformar en humanos y les gusta asustarlos, y sobretodo cuando ves los mapaches en sí que pueden resultar "monos", no te esperas que la película sea así. Y por mucho que digan que Ghibli es un estudio de animación para niños diría que es más para adolescentes y adultos. Que sí, que Ponyo, Mi vecino Totoro, Arietty y Haru en el Reino de los gatos son más bien infantiles, pero la mayoría van tirando más a un público de unos doce años en adelante, en mi opinión. La Princesa Mononoke no me parece una película apta para niños mayores de siete años, sino de unos doce. El viaje de Chihiro resulta aterradora para muchos niños, además de que incluye un par de escenas con sangre incluyendo sonido bastante real. Para niños de diez años en adelante.

Me podría pasar cincuenta hojas hablando sobre el tema de que si las películas de Ghibli son para niños o no, pero en este caso no es así. Por muy inocente que parezca ésta comedia fantástica (a simple vista), el tema es realmente adulto. Incluye escenas como personas asesinadas, con referencias al sexo, mapaches heridos y moribundos (incluso muertos), criaturas y fantasmas con aspecto aterrador, una historia real y oscura detrás de la comedia y la fantasía sobre el hombre contra la naturaleza y la naturaleza contra el hombre, y muchas cosas más que hacen que ésta película no sea para niños. Pero en fin, eso es responsabilidad de los padres o tutores.

De todos modos, eso no quiere decir que sea mala, ni mucho menos. La comedia, la fantasía y el drama combinan a la perfección, siendo la mayor parte para intentar hacerte reír o al menos pasarlo bien. Y lo hace. Pero en el fondo tenemos el oscuro tema cómo los mapaches quieren matar a los humanos, ya que les están destruyendo las montañas donde viven. Si apartamos la fantasía se podría considerar una comedia dramática. Y es que aparte tenemos una buena animación, una historia ciertamente original, banda sonora decente, escenas que nos sacarán una sonrisa, escenas que nos harán pensar, otras puede que a alguno incluso llorar, e incluso alguna que nos pueda perturbar. También se cuela alguna escena que sea un gusto para la vista.

En fin, una película que te hará pensar, que si te gusta te encanta y si no te gusta la odias, pero que incluye muchos valores que a veces ni siquiera les damos importancia. Divertida, sincera, curiosa, algo perturbadora y ciertamente ética. Eso sí, yo no se lo pondría a un niño, ya que puede asustarse con algunas escenas. Sigo en el spoiler.

Entretenida cinta de animación del estudio ghibli en la cual se mezcla fantasía y comedia con la denuncia medioambiental y las tradiciones culturales del viejo Japón contra la modernidad. Todo ello reflejado a través de la lucha de unos mapaches metamorfos por conservar el lugar en el que habitan frente al avance urbanístico.

Y como dice el folclore japonés, estos animalitos son picaros, traviesos y maestros de los disfraces. Y de esto se sirve el guion para mostrarnos todo tipo de situaciones rebosante de imaginación dentro de esta comunidad. La cual se divierte, baila, pelea, debate y también lucha por mantener su lugar en el mundo.

La película funciona a varios niveles, siendo esta lucha el eje que mueve la historia, con un mensaje pro naturaleza. Desde el punto de vista de los animales critica el comportamiento humano frente a la flora y fauna, siendo el ser humano un devorador de ecosistemas. Y las podres criaturas quedando a merced de esta constante, siendo la única salida el adaptarse y sobrevivir. Por ello ese final cala tan hondo.

Dirigida para un público adolecente/adulto. Ya que los más chicos podrán disfrutar con la cantidad de escenas divertidas y llenas de imaginación, pero a lo mejor algún infante se asuste con algunas situaciones un poco impresionables, como la de los cuerpos sin rostros o el desfile en el pueblo. La mayor parte de la cinta tiene un tono cómico, pero también hay lugar para el drama mostrando muertes en ambos bandos, tanto humanos como mapaches.

Rebosante de imaginación y fluidez en el apartado visual, al nivel de otras joyas del estudio ghibli. Es un grato entretenimiento que desprende un humor despreocupado y también toca temas como la tragedia dentro de los conflictos sociales políticos que acarrean las guerras por un territorio.

Creo que la distancia cultural respecto a Japón es lo que define más la valoración general de "Pompoko" que no la calidad real de la película. Podría ser una obra maestra de Studio Ghibli pero no, la historia de los mapaches que se metamorfosean contribuye con una simbología cultural del folklore nipón que la hace demasiado especial, muchas cosas nos resultarán demasiado ajenas desde nuestro punto de vista occidental o caribeño (sea cual sea el caso) de manera que aunque sea una película amena es imposible alcanzar a entenderla adecuadamente. Mapaches o zorros que se convierten a su antojo en lo que les viene en gana, ya ves, tiene gracia, pero ciertamente no tanto cuando de lo que se trata es de luchar por su supervivencia y la de los bosques.

No entraremos en valorar los conceptos ecologistas, no importa, todos podemos tener los mismos problemas de conciencia desde la certeza de pertenecer a la especie humana, que arrasa con lo que haga falta porque el planeta parece ser nuestra propiedad. Yo quisiera ser civilizado como los animales. Pero ellos matan también, a quien conduce un camión por ejemplo y se despeña, algo que parece quedar lamentablemente justificado. No, eso no. Acabar con el hábitat de tantos y tantos seres vivos es una gran locura, son las cosas del progreso, y Japón de eso sabe bastante. Sin embargo los mapaches siempre tienen espacio para la fiesta y el desenfado, son realistas pero juguetones y simpáticos.

Es una historia triste de verdad, imprescindible para los seguidores del género de animación, no tanto para los seguidores del cine japonés en general (tal es mi caso) y diría que prescindible para el resto...