Haz click aquí para copiar la URL

12 años de esclavitud

Drama Basada en un hecho real ocurrido en 1850, narra la historia de Solomon Northup, un culto músico negro que vivía con su familia en Nueva York. Tras tomar una copa con dos hombres, Solomon descubre que ha sido drogado y secuestrado para ser vendido como esclavo en una plantación de Louisiana. Solomon contempla cómo todos a su alrededor sucumben a la violencia y a la desesperación. Pero él decide no rendirse y esperar a que llegue el ... [+]
<< 1 2 3 4 10 62 >>
Críticas 310
Críticas ordenadas por utilidad
14 de diciembre de 2013
51 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de Steve McQueen siempre ha tratado sobre la esclavitud en sus múltiples vertientes. En "Hunger" (2008), el prisionero Bobby Sands dentro los mueros de la prisión, privado de la libertad y esclavo de su cuerpo, al que fustigaba a razón de una huelga de hambre. En "Shame" (2011), la esclavitud se abordaba como un estado anímico, o más bien como una enfermedad que impedía a Brandon la conexión emocional en pos del aislamiento, conectando con el sexo de forma dolorosa. En su tercer largometraje el tema se literaliza, siguiendo la vida de Solomon Northup, un hombre libre que tras ser engañado termina por convertirse en esclavo durante doce años de su vida. Los tres protagonistas de McQueen se deben a un amo, a algo que los domina. Son personajes heridos, sufrientes. Y el realizador los acompaña con una cámara fantasmagórica, sobrevolando sus cuerpos sin interferir, sin posicionarse, dejando ver con plena claridad.

No obstante "12 años de esclavitud" (2013) involucra a un segundo esclavo, en cierta medida, y es el propio realizador cayendo presa de la (durísima) temática que aborda, haciendo algunas concesiones que en sus obras previas no existían. Que la película esté ganando premios y suene para los Oscar no es así ninguna sorpresa hablando en términos absolutos, cuando desde la academia se ignoró el brillante papel de Fassbender en "Shame" por ir totalmente contra las reglas -no escritas- de lo 'correcto'. Las pequeñas concesiones de las que hablo son, no obstante, insignificantes; en absoluto tan flagrantes como para ensombrecer un trabajo magnífico, emocional, de una dureza arrolladora, que -como el cine previo de McQueen- sólo puede ser emparentado estilísticamente a titantes de la talla de Paul Thomas Anderson o Terrence Malick. Menciones que no obstante sólo sirven como etiquetas, pues con tres largometrajes ya ha demostrado tener una personalidad más que forjada, propia e intransferible.

McQueen cuenta asi su historia sin limitarse, alternando los tiempos para mostrarnos cómo se llega a la situación presente y que perrerías le han sucecido a su personaje principal, sin hundirlo en la miseria más allá de lo que estipula la propia historia (basada en hechos reales). No es por tanto una película fácil de ver desde un punto de vista emocional y, si bien tampoco llega a la (extrema) dureza de "Hunger", hay un par de escenas en las que es difícil no apartar la mirada. Si a nivel estilístico es un trabajo más que notable (tremendos primeros planos[1], tracking shots bien insertados, los bellísimos momentos puramente naturalistas), y musicalmente tampoco hay muchas pegas posibles[2] (a veces ni se nota que sea Hans Zimmer, para bien o para mal), donde por supuesto se sustenta todo es en el trabajo de su reparto: Ejiofor, Dano, Paulson, un brillante Fassbender, la revelación Lupita Nyong’o (con un privilegiado rostro para transmitir emociones)... todos están a un nivel altísimo. Lo único que me chirría, no por su interpretación sino por el papel que se reserva, es Brad Pitt. Sólo tiene dos apariciones, pero que sean precisamente esas y que además produzca la película... no son en absoluto una casualidad.

"12 años de esclavitud" es, en resumen, una película magnífica. Incluso pese a ser la menos redonda de un director que nos ha malacostumbrado, con tan sólo dos trabajos, a entregar cosas cercanas a obras maestras, sigue siendo un film obligado de ver. Y a ser posible en versión original, porque en la doblada hay alguna cosas que claman al cielo[3]. Como se está diciendo, es una de las grandes películas del año: comprometida, inteligente, sin caer en los lugares comunes de este tipo de cine ni ahondar en el academicismo acartonado. Pocas veces el cine ofrece un diálogo tan enriquecedor como el del tercer largometraje de McQueen, no ya una promesa sino uno de los mejores realizadores del panorama cinematográfico actual. Y es que se pasa un rato duro viéndola, pero también se aprende.

**** NOTAS **** [sin spoilers]
[1] El primer plano de Solomon cantando, más corto pero igual de intenso que el de Carey Mulligan en "Shame" entonando New York, New York.
[2] La música a veces si que se usa para remarcar algo de forma forzada. Es una de las concesiones de las que hablo en la crítica.
[3] El momento en el que Patsey le pide cierto favor a Solomon.
Caith_Sith
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de diciembre de 2013
38 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay muchísimas películas y series que han tratado el tema de la esclavitud desde diferentes puntos de vista, desde el drama más puro en la serie Raíces (TV) hasta el reciente western trarantiniano 'Django desencadenado', pero nunca he visto una producción que muestre de manera tan explícita y real, el horror de la esclavitud. Verla es un sufrimiento, verla es darse cuenta de lo cruel que fue, de todas esas miles de vidas que se llevó por delante, de todas esas personas que fueron tratadas como objetos y sometidas a las más terribles torturas durante toda su vida. No exagero cuando digo que hay que estar preparado para adentrarse en esta historia, no es la típica película que vas a ver al cine para pasártelo bien. Así que si decides entrar en la sala de cine, debes ir concienciado de lo que te espera.
Todo ese dolor, ese sufrimiento y esa injusticia, están representadas en la película de la forma más visceral posible, de una manera en la que no puedes escapar. Steve McQueen te quiere mostrar todo lo que sucedió por aquel entonces de la forma más realista que he visto nunca.
12 años de esclavitud es brillante en todos sus apartados. La banda sonora es perfecta, y está brillantemente utilizada, de forma en la que no hay ningún tipo de manipulación emocional. La fotografía es magnífica, y los planos son preciosos, algunos auténticas fotografias, verdaderos retratos del horror, y especialmente impactantes los primeros planos.
Por otro lado, en el apartado interpretativo la película no puede ser mejor. Paul Giamatti, Paul Dano, Benedith Cumberbatch, Sarah Paulson y Brad Pitt en pequeños papeles, y todos están fantásticos. En uno de los roles de villano más despreciable que uno recuerda, está un magistral Michael Fassbender, que pone los pelos de punta cada vez que aparece en pantalla. Como su esclava favorita se encuentra Patsy, interpretada por una novata llamada Lupita Nyong'o, cuya actuación es sencillamente desgarradora, y que espero que esta mujer haga muchísimas más películas, porque tiene un gran talento. Y finalmente Chiwetel Ejiofor, que realiza una interpretación inolvidable, un hombre libre que es privado de su libertad y es sometido a trabajar en una plantación de algodón y a recibir latigazos a la mínima de cambio. El actor te mira directamente a los ojos (parece que no hay una pantalla que te separa de él), y te cuenta a través de su mirada el horror y la vergüenza de la esclavitud. Impresionante.
No tengo nada que reprocharle a esta película. Son dos horas largas de buen cine, de ese que se te queda en la memoria, y del que no puedes dejar de pensar en él durante varias horas después de abandonar la sala. Grandiosa.
Ferhood
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
25 de enero de 2014
46 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay una larga y bastante piropeada secuencia de «12 años de esclavitud» en la que cierto personaje se balancea ahorcado de un árbol. A mi me dio por pensar que el árbol era extremadamente bonito, y luego caí en la cuenta de que si en una escena dramática de ese calibre nos fijamos en lo accesorio es que algo va mal.

Steve McQueen parte de una obviedad que desarrolla de la manera más obvia hasta llegar a un desenlace igual de obvio. Para contarnos que la esclavitud es un régimen intolerable, no se necesitan dos horas y media vacías de toda representación inteligente y coherente del Sur, ni una hora de latigazos, ni personajes psicópatas a la vuelta de la esquina. ¿Así se pretende ser «realista»? Bueno, no sé qué se pretende, porque tal parece que la única idea de la película es mostrar los distintos tipos de castigos corporales que un esclavo podía padecer, y además fruto del «placer» que eso les daba a sus dueños. Así, el director se explaya en crueldades, deseos morbosos, lágrimas negras y blancos que se mueven entre la completa maldad y la hipócrita complacencia... a no ser que seas canadiense, que entonces eres un ángel del cielo. Obsérvese también, y esto no es nuevo, que otra vez pintan a las mujeres sureñas como figuras malignas y sin escrúpulos, tanto o peor que sus señores esposos. Ahí queda ese «pronto los olvidarás» que demuestra la mayor de las insensibilidades.

Michael Fassbender es el amo de la función, Chiwetel Ejiofor recurre por norma al ceño fruncido y a Lupita Nyong’o, pese a su trágico personaje, la encuentro pésima. Dicen que Hans Zimmer compone una buena banda sonora, pero yo no la he escuchado. Además, la dirección de McQueen, que no sabe si ser rompedora o clásica, termina siendo lenta, monótona y por momentos descabellada, por ejemplo cuando altera arbitrariamente la línea temporal o quiere emocionarnos con un silencioso rostro compungido en primer plano. Eso no va así, señor McQueen. De hecho, la retrospección interior que se espera del protagonista Solomon es inexistente. Parece que doce años no son nada, y él mantiene la misma personalidad y equilibro psicológico durante más de una década sin que llegue a implicarse con el corazón y la piel en el mundo esclavizado de sus otros hermanos. Solomon está ahí, pero ni vive ni sobrevive.

El guión es marcadamente simplista y las tendencias sádicas son meras provocaciones fáciles y obvias a una tragedia que debería servir para reflexionar sobre la condición del ser humano, la Libertad como concepto filosófico o, siendo más prácticos, sobre el hecho de que en una democracia asentada como los Estado Unidos subsistiera un régimen esclavista.

Al menos, reflexiones nosotros sobre ello.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de diciembre de 2013
30 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de lanzarnos a valorar 12 años de esclavitud conviene aclarar el siguiente punto: una película que trata sobre un suceso vergonzante para la historia de la humanidad no se convierte automáticamente en un producto artístico de calidad. Una película sobre el Holocausto en la que se muestren de forma hiperrealista las torturas y asesinatos de judíos puede funcionar como documento histórico, pero es posible que no sea una buena película. Aunque luego gane 12 millones de Oscars.

(...)

Y si tan solo nos atenemos al guión, 12 años de esclavitud no pasa de ser una cinta convencional, de desarrollo lineal, con flashbacks made in Hollywood, y con algunos diálogos intrascendentes y poco verosímiles. Por suerte, este proyecto recayó en manos de McQueen, si esto lo hace un heredero de la manera spielbergiana, por poner un ejemplo, la cinta hubiese sido un nuevo fiasco moralizante.

McQueen suple las carencias y la falta de osadía del guión ofreciendo una película formalmente notable, con picos magistrales. Solomon se nos presenta como un músico respetado que vive en el estado de Nueva York junto a su familia. Su vida da un giro brusco al ser secuestrado por unos negreros. Y viaja al “infierno” del Sur. (¿Qué opinarán los sureños de estas películas…?).

A pesar de que ya conocemos al dedillo la historia que nos van a contar, McQueen logra alterar el “cómo”, ya que el “qué” es, obviamente, inalterable. El viaje de Salomon en el barco de vapor o la venta ante su primer amo logran desperezarnos y darnos cuenta de que estamos ante algo más que otra historia sobre la esclavitud en el siglo XIX norteamericano. McQueen opta por aplicar grandes dosis de frialdad y realismo a la historia.

Mientras Salomon llega a la mansión de Benedict Cumbertbatch empezamos a contener el aliento. Y la canción que entona el siempre subyugante Paul Dano (Pozos de Ambición, Prisoners) nos inquieta. 12 años de esclavitud va en serio. Pero nuevamente, aparecen algunas lagunas en el guión. La progresión dramática sufre algunos desplomes, tal vez por los innecesarios flashbacks o por algunas escenas intrascendentes.

Por suerte, el personaje de Michael Fassbender aparece en escena. Y no todo el mérito es el de gran actor alemán, sino de lo bien dibujado que está, esta vez sí, gracias al guión de John Ridley. Edwin Epps es el personaje más verosímil y complejo de la cinta, un tipo consumido por el alcohol, su altiva mujer y, sobre todo, su deseo hacia una de sus esclavas.

Epps es el personaje que nos permite reflexionar y llegar a la conclusión de que la esclavitud nunca ha sido una historia de blancos, negros o indios, de buenos y malos, sino de poderosos y parias. O como diría el otro: “hay dos clases de hombres, los que tienen la pistola cargada y los que cavan“. (Pero la pistola y la pala, puntualizamos, cambia muchas veces de mano a lo largo de la historia).Y si alguien al salir del cine piensa en lo mal que estábamos antes y lo avanzadísimos socialmente que estamos ahora conviene recordar que la esclavitud sigue y seguirá presente en la sociedad humana, pero con otros procedimientos más sutiles.

Dos momentos destacan en esta película por encima de todos: el ahorcamiento y el canto de los negros tras la muerte de un compañero. El primero nos recuerda a los mejores momentos de Hunger, y el segundo logra, sin una palabra, emocionarnos ante la toma de conciencia del protagonista, ante la toma de conciencia de toda una raza frente al opresor. Eso es cine.

¿La mejor película del año? Para responder a esa pregunta habría que haber visto todas y cada una de las cintas que se han estrenado en 2013, incluso las facturadas en Mongolia o Guinea-Conacry. Pero más allá de eslóganes pre-Oscars, 12 años de esclavitud es una buena película.

Lo Mejor: la música, el aspecto formal, el personaje de Fassbender y las dos escenas mencionadas.

Lo Peor: Buena parte de los diálogos, la historia pierde fuelle en algunos momentos.

[crítica extraída de alucine.es]
david
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
18 de diciembre de 2013
53 de 86 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me equivoqué.
Cuando vi el trailer de esta película, sin haber leído nada sobre ella, ni saber nada sobre ella: me equivoqué. Pensé que estábamos ante una de las grandes películas del año, pero me equivoqué.
Lo triste es que antes de verla, he leído cientos de críticas: que si "magnífica", que si "ha nacido un clásico", que si "la película definitiva sobre la esclavitud"...NADA: ni magnífica, ni clásico, ni definitiva,...apenas me atrevería a llamarla buena.
Una más, tal vez.
Dispersa; definitivamente.
Irregular: mucho.
Original: no
Diferente: tampoco.
Desgarradora: ni de lejos

Y ahora, como siempre, me explico.
A su director, Steve Mcqueen II, le ha pasado un poco lo que a otros "aclamados" directores procedentes del cine "independiente" al pasar a las majors (que al final es lo que todos quieren): sus carencias se hacen mucho más evidentes, los proyectos les suelen venir grandes, y las presiones de los estudios, con quien no están acostumbrados a lidiar, acaban mermando el resultado de sus obras.

Lo que yo he presenciado, en una constante y creciente decepción. Es una procesión de personajes sin definir y situaciones sin aprovechar:
pocos son los personajes que consiguen sacarse provecho y justificar su función. Hay muchas ideas que apenas se plantean y se abandonan en el limbo, muchas subtramas que desaparecen sin acabar de aparecer. Interrelaciones que ni se explican, ni se intuyen, dejando a la historia huérfana de las aportaciones que podrían haber hecho en muchos momentos y caminos que se podrían haber tomado. Casi nada contribuye al desarrollo del guión. Todo fluye de manera lineal y con estructura episódica, por mucha elipsis que quieran meter con calzador, y por mucha apariencia de "coralidad" que quieran darle al conjunto.

Y aquí entra el reparto. A priori muy, pero que muy atractivo. A posteriori no tanto. Destacar muy por encima del conjunto a la rebelde Lupita Nyong’o, quizás la única que realmente sobresale en un papel no demasiado bien escrito y que salva ella sola.
Chiwetel Ejiofor, el protagonista indiscutible de la historia, cumple sin grandes aspavientos , aunque nos muestra siempre un personaje hundido y rendido. Si era esa su intención , lo ha conseguido: si quería trasmitir algo más, entonces no.
Y como siempre mi "adorado" Michael Fassbender hace gala de su repertorio de muecas, mocos y poses estudiadas y artificiales para aparentar "naturalidad" y acaba construyendo otro de esos personajes que no me creo en ningún momento. Muy por encima suyo el comedido Benedict Cumberbatch y la que es el personaje más huérfano y desaprovechado de toda la película, la perversa Sarah Paulson que nos da un par de escenas memorables y una presencia contundente, pero que no brilla lo todo lo que debiera por culpa de la torpeza del guión.
Ni hablar de Brad Pitt, productor de la cinta, que se reserva un papel clave en la historia, que representa con absoluta desgana, y metiendo con calzador el discurso peor llevado, más propagandístico y vergonzante e inoportuno que he presenciado en mucho tiempo.

Tiene buenos momentos, por supuesto. A destacar dos secuencias:
1-el castigo/ahorcamiento del protagonista: un casi plano secuencia magistral que funciona a la perfección como metáfora de la pasividad de los esclavos ante su propia situación, contribuyendo a los abusos a que eran sometidos...Un plano que me hace cobrar esperanzas de que la cinta va a ser algo genial. Pero incluso este valiente toque de brillantez lo castra con una inoportuna intervención de un personaje que rompe todo el encanto y rompe de paso el plano secuencia en sí mismo.

2-El brutal azotamiento de la esclava Patsey , ahorrándonos litros de sangre innecesarios, en otro casi plano secuencia, en que Lupita Nyong’o nos conmueve hasta lo más hondo, mientras Michael Fassbender se enfuerza en destrozar la secuencia (cosa que no consigue).

A destacar también la genial partitura de Hans Zimmer, combinada con largos y útiles silencios, aunque se queda un poco escasa y se echa en falta en muchos momentos.
Es tan irregular, que no acaba de decidirse entre una película intimista y una más comercial. No acaba de decidirse entre contarnos la historia de Solomon o contarnos algo más. No acaba de decidirse entre conmovernos u horrorizarnos. Entre meternos en la historia, o alejarnos de ella. Entre aburrirnos mortalmente o distraernos sin más. Entre el personalismo o el lenguaje más académico. Entre ir al grano o distraernos con planos vacíos. Podría haber hecho todo ello y combinarlo en una obra singular y notable, pero no lo ha hecho


Insisto. No va a ser un clásico, ni de lejos. Al tiempo.

Conseguirá algún que otro premio de toda esa avalancha de nominaciones injustificadas que tiene (más por el tema que trata que por otra cosa). No será un éxito de taquilla por mucho que la crítica haga piña junto a ella(y veremos como muchos de esos críticos se empiezan a desdecir en breve, como suelen), porque el "boca oreja" funcionará en su contra. Y un par de meses tras los oscars, nadie se acordará de ella.

De hecho podría recordar así, sin pensar, muchísimas películas mucho mejores que he visto este año y no optan a ningún premio (y muchas que sí).
Pero esto es también lo que ocurre cuando directores de aura independiente ensalzados por un sector de la crítica pasan a las majors: que esa misma crítica, que muchas veces no distingue el cine más allá de esos horizontes, se crece con ellos, y luego es el público y quienes vamos por libre quien tenemos que tomarnos el desagradable trabajo de ponerlos en su sitio.
Ojalá hubiera hecho algo mucho más más personal, más oscuro, más independiente, más original, más difícil de ver, más valiente, incluso más aburrido...pero se ha quedado a mitad de camino.
piensaencines
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 62 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow