Nacida ayer

No es de las mejores películas que he visto. Apenas pasa la raya de regular y entretenida. Pero resulta interesante el juego de un hombre adinerado y pendenciero quien cree que con violencia todo lo puede. Y una joven a quien la progresiva educación la alerta de su realidad, de la que comienza a distanciarse.
Una obra actual en una pelicula de más de 60 años

El guión anuncia desde el principio un estilo narrativo contundente, una clara apuesta por la definición psicológica de los personajes y un ritmo de los que no permiten que el espectador se distraiga.
El síndrome Pigmalión adopta una fisonomía interesante y el propio G. Cukor parece que encuentra un motivo de satisfacción personal al dirigir la película.
Distendida y chispeante, la trama discurre como un ejercicio lúdico en el que los tres protagonistas principales -J. Holliday, W. Holden y B. Crawford- brindan sendas actuaciones magníficas en las que el humor y el drama combinan sus mejores caras.
Película afable y ocurrente para disfrutar sin remordimiento.

Si un foráneo en esta página realiza una búsqueda para ver la filmografía de George Cuckor, pensará que su “mejor” película o preferida del público es “La rubia fenómeno”. Algo bastante desolador para el director de “Historias de Filadelfia”, su mejor película (en mi opinión y creo que de bastantes) y que le ha hecho entrar en la historia del séptimo arte. Aunque después de “Testigo de cargo” (reconozco sus errores que no perdonaría a un filme actual pero… ¡le pongo un nueve!) uno no sabe a qué atenerse.

Si las andanzas desfasadas de Gladys Glover en busca de la fama me parecen sobrevaloradísimas en esta página, la historia de Emma "Billie" Dawn en busca del conocimiento va por el mismo camino.
Me puede valer que en su momento premiasen con un Oscar la esforzada interpretación de Judy Holliday (birlándoselo a Bette Davis y Anne Baxter por “Eva al desnudo”) y tuviese el filme otras cuatro nominaciones incluyendo mejor película (olvidando la academia en esa misma categoría a “La jungla de asfalto” y “El tercer hombre”).
Lo que no me vale es que esta misma cinta estrenada en la actualidad (el flojo remake de Luis Mandoki ya sacaba parte de sus fallidas esencias) sería tachaza de americanada, teatral y con moralina vomitiva.

Así pues, “Nacida ayer” me parece una simple y agradable comedia del montón que merece ser menospreciada y subvalorada. Excesivamente teatral (está elaborada desde una obra de teatro) si no fuese por sus exteriores de Washington, aunque no es un lastre en sí ya que otras comedias magníficas de los treinta y cuarenta también desprendían ese tufillo teatral propio de la época. Lo peor reside en su moralina que no debe ni tiene que ser perdonada.
La rubia “tonta” no acude por encargo a revisar la enciclopedia o meterse en una polvorienta biblioteca. ¡Se va a leer la constitución americana! Que aunque sirve de argumento para utilizarlo posteriormente (el filme satiriza a la corrupción) deja ese olor rancio y vomitivo cercano a la tomadura de pelo.

Del vergonzoso final mejor no hablar. Pasable por algunos diálogos, los actores y el gran Cuckor.

Es una buena comedia moralizante, incluyendo extensas citas de la constitución de Estados Unidos y de los Padres fundadores, pero... el final desentona... Ver el spoiler donde oteo el desenlace de la cinta.

El hombre sentimental hecho de hierro viejo es el Pigmalión de My Fair Lady en una Pulp Fiction, he dicho.
El ejemplo perfecto de una comedia tonta bien compuesta, sin ninguna pega. O de cómo en los USA el peligro fascista, qué decir del comunista, fue repelido rechazado vencido gracias a la cultura qué locura y a las rubias estúpidas, queremos suponer, no es mucho, que auténticas, el beneficio de la duda, ese binomio o entente, ese tándem del carajo y de la muerte.
Deliciosamente boba, naíf, candorosa o tan cínica siniestra, nunca bien se sabe, tiéntate la ropa (de marca), simplona, como un manual para la ciudadanía, aprende en diez días a hablar la neolengua democrática, ese idioma ideado por Dios, maná caído del cielo, y depositado muy especialmente en los estados unidos el pueblo elegido, que te abre de par en par todas las puertas, y te librarás de todos los males (de los morales y de todos los otros), conocerás el amor de primera mano, probarás el sabor de la revolución y comprenderás por fin lo que siempre te habías peguntado y todavía nadie te había contestado, qué cojones o diantres hacen los congresistas o senadores, esa buena gente, además de llevárselo crudo muerto, ovejas negras hay en todas partes, le excepción confirma la regla, dios bendiga américa.
Una película de este calibre aquí se echó en falta siempre, de ahí todas nuestras carencias, miserias, mentiras, desgracias, desgana y desencanto, esa indolencia gregaria malsana, esa cobardía consuetudinaria legendaria, qué hay de lo mío que yo te enchufo para toda la vida, cariño mío.