Haz click aquí para copiar la URL

Spring Breakers

Thriller. Drama Cuatro jóvenes estudiantes con ganas de mucha juerga acaban en la cárcel, tras ser sorprendidas en una casa llena de drogas durante sus locas vacaciones escolares de primavera (spring break). Pronto salen bajo fianza gracias a un joven traficante de armas y de drogas (James Franco) que ve en las chicas a unas potenciales delincuentes que podrían serle útiles. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 10 30 >>
Críticas 149
Críticas ordenadas por utilidad
3 de enero de 2014
45 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
«Lo único que se necesita para hacer una película es una chica y una pistola».

Jean-Luc Godard

Fusilada a discreción por gran parte de público y pese a que pueda dar la impresión de ser un mero pretexto banal hilvanado en la sala de montaje, el guión de la controvertida película de Harmony Korine consta de 89 páginas. Nada es gratuito partiendo la cita de Godard y “Spring Breakers” se ciñe a clip musical como código pero acaba por traspasar la superficialidad, pese a recurrir a elementos recurrentes como si fueran ‘samples’ de montaje, para conferir al conjunto un alma trascendente e inmortal. Podríamos señalar que Harmony Korine ejerce como DJ cinematográfico más que director de cine, mezclando imágenes, pinchando encuadres y reproduciendo fotogramas propios y ajenos, incitando a un paralelismo de trasgredir las reglas iniciado por “Al final de la escapada” valiéndose de su misma y escueta premisa.

No hay tanta provocación como sí marketing y Korine trata de profundizar dentro los límites fútiles sobre el personaje de Selena Gomez y el halo de inocencia que queda corrompido bajo los resortes de la fama y los falsos ideales del sueño americano. Como si anduviera equilibrando la balanza, entre un desfase onírico tras ver 24 horas seguidas sin dormir un especial de verano de la MTV, la narrativa es musical y la senda es apartarse de la trascendencia para revelar que la intrascendencia en nuestra actualidad se ha convertido en la única consecuencia relevante sobre nuestras vidas. Hay malicia sobre la mutación del entretenimiento de los jóvenes en nuestra sociedad y una inteligente finalidad de dejar en manos del espectador el juicio, a modo de espejo inverso, sobre el resultado final de tan atrevida y escueta y burlesca bacanal post-moderna y su anodina vacuidad. Todos los clichés se dan cita en “Spring Breakers”: el atraco, la road-movie, el personaje seductor y peligroso, el tercer acto con el clímax con la violencia por bandera…

El resultado es una nueva canción sobre retazos de otras obras, un cover discutible y premeditado, tan reprochable como carismático, tan olvidable como eterno. Se acabaron los freaks, los vagabundos, las imitaciones del misticismo y el dogma. Bienvenidos al mundo de Disney pasado por la droga, el antifaz y el bikini, por James Franco lil-wayneizado y el fanatismo adolescente enfundando en las carnes de Selena Gomez y Vanessa Hudgens. Bienvenidos a un mundo amoral, corrupto y hedonista dispuesto a hincar el diente a aquello que considere virginal y apetecible. Bienvenidos a un mundo sin sentido basado en el dinero y en el que el underground es capaz de burlarse sobre el mainstream utilizando sus resortes y armas para ensuciarlo con una sonrisa que esconde afilados y resplandecientes dientes, idóneos para practicar una felación hasta a un arma de fuego cargada.

Bienvenidos a ese cine de estética y pose que no cuenta nada… pese a que “Spring Breakers” nos cuente todo sin decirnos nada; a ese eterno devenir de la intrascendencia disfrazado de transcendencia. No malgastes tu saliva y balas y, simplemente, ríndete a las bitches del cine contemporáneo.
Maldito Bastardo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de marzo de 2013
64 de 101 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay muchas razones para aplaudir a Spring Breakers, pero si una se alza por encima de las demás es su capacidad de vivir al filo del rídiculo. Harmony Korine traza una línea, un fino alambre que hace del metraje un auténtico ejercicio de funambulismo sin red, de poética de lo kitsch, lo hortera, lo degradante. Es fácil ver a Spring Breakers como un mero artificio, como un lago de tonterías molonas producto del delirio lisérgico de un hypster descerebrado. Nada más lejos de la realidad , Spring Breakers no es un film vacío, es un film sobre el vacío, sobre la nada que se configura como ideología imperante, como un carpe diem nihilista, sin moral, sin mensaje.

Que no nos confundan las luces de colores y la aparente comercialidad de la propuesta, Harmony Koryne sigue rebuscando en los márgenes más oscuros del american dream, en la subcultura trash. Sin embargo, Korine, ya no busca una deliberada estética feista a lo Trash Humpers (techo y fondo simultaneo de su estilo visual). De alguna manera Spring Breakers se convierte en la sublimación,en al fusión de ambos elementos. El sueño americano no tiene una cara oscura, se ha convertido en una pesadilla en si misma y por ello lo brillante no tapa lo oscuro sino que lo saca a la luz de igual manera que los pasamontañas rosas no tapan identidades sino que revelan el alma de las protagonistas.

Que Britney Spears sea Leiv motiv, no es un capricho, ni una muestra de hiperreferencialidad gratuïta, de hecho pocos símbolos pueden ser más acertados para reflejar esta ceremonia de alegre autodestrucción personal. En este sentido Britney podría, de haberse rodado antes, ser una de las protagonistas de esta película. No hay irreverencia en “pervertir” a estas princesas disney, de hecho su rol impostado parece precisamente el ejercido hasta la fecha. Spring Breakers vendría a revelar su faceta auténtica, su verdadera naturaleza, como si más que una película esta fuera una meta vital a cumplir.

Articulándose en el constante juego de dobles espejos (universidad contra fiesta, voz en off espiritual e imagenes de desenfreno salvaje) la película sigue una cierta tónica Korinana al asumir una cadencia de goma elàstica, que alarga los tiempos muertos hasta hacer estallar las situaciones en pequeños climax de progresión ascendente. Es en la reiteración del discurso, del enfoque, donde se asume que las sucesos no tienen perspectivas distintas sino inevitabilidades pospuestas, recurso este que provoca una sensación de expectación exasperante, de lentitud buscada precisamente por la importancia de la meta a alcanzar. (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
LennyNero
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
16 de marzo de 2013
59 de 95 usuarios han encontrado esta crítica útil
Enfrentarse al cine de uno de los mayores «enfants terribles» que la cinematografía norteamericana haya dado en mucho tiempo sin haber visto ni un solo trabajo anterior suyo parecía todo un reto, más teniendo en cuenta que el cineasta que empezó como guionista de Larry Clark parece tener un universo propio y personal cuyo espacio se define únicamente viendo imágenes de films como Gummo. Añadamos a todo ello que los retratos sobre la adolescencia, que era hacía donde parecía apuntar esta Spring Breakers, han ocupado el largo y ancho de un panorama que, incluso en el cine independiente (rama donde encajaría perfectamente Korine), ha llevado a cineastas como Terry Zwigoff (Ghost World), Michael Cuesta (El fin de la inocencia), el propio Larry Clark o Gregg Araki (The Doom Generation) a explorar un mundo que ha encontrado todo tipo de propuestas para definir algo que se puede percibir desde tan distintas ópticas, obteniendo de ese modo réplicas que nos llevan desde el agitador estilo de Clark, hasta la radicalidad formal de Araki.

Pero Korine no sólo llegaba con Spring Breakers para volver, tras trabajos tan polémicos como la ya citada Gummo o su penúltima obra, Trash Humpers, a una temática tan manida y conformarse con salpicar de nuevo algo que ya se podría tildar como un subgénero, Korine volvía para azuzarlo y demostrar que la expresión «dar una vuelta de tuerca» queda reducida a la nada por un cine que te deja clavado en la butaca, un cine ante el que saber como reaccionar una vez terminada su proyección ya sería un logro por parte de un espectador que se ve ensimismado por una propuesta tan libérrima como única que ni siquiera necesita ser subversiva o rompedora: le basta con acogerse a códigos visuales conocidos y explotados para describir un universo en el que la inclusión de actrices como Selena Gomez o Vanessa Hudgens no es precisamente casual. Ambas, que saltaron a la fama debido a su participación en diversos proyectos de la factoría Disney, son el elemento catalizador necesario para definir el viaje psicotrópico que propone Korine no sin antes concretar —en cierto modo, claro está, puesto que hablar acerca de límites o barreras en Spring Breakers no sería más que un error— el linde de una propuesta que terminará alcanzando cotas inimaginables.

Para encontrar esa definición, nada mejor que una buena selección de imágenes de «rave» playera acompañadas por una banda sonora en la que predominará el house de Skrillex, e incluso la distorsión de esas imágenes anticipando la desaparición de una crónica adolescente que, en algún lugar del camino, se transformará en un arrebatado viaje hacía las últimas consecuencias de un universo en el que los más débiles no tienen lugar, que tan pronto se muestra extremo como particularmente alucinógeno gracias, en especial, a un marco que no deja lugar a dudas: el trayecto es tan intenso como extenuante, o se acepta o se abandona. Esa misma condición sirve tanto para sus protagonistas, como para el propio público de una función que transgrede cuantas directrices se encuentren a su alrededor y coloca todo tipo de ¿anti?-heroínas pop (no sólo las protagonistas, también la aparición de varios temas de Britney Spears incluso adulterados para la ocasión —ese «Hit me baby one more time» es bastante esclarecedor—) ante una pantalla rebosante de color que genera disyunitvas entorno a ese icono que, en realidad, quizá tampoco se aleje tanto de una generación que pide a gritos un lugar donde encontrarse a uno mismo para así sentirse dentro de ese salvaje ecosistema que ellos mismos han construido.

La reiteración de ese discurso en forma de voz en off baila constantemente en la cabeza de nuestras cuatro heroínas que, incluso tras toparse con un nuevo personaje que termina definiendo su viaje hacía una espiral incontrolada de auténticos tintes nihilistas e, incluso, patente gratuidad, continúan siendo presas de una palabrería que ni siquiera funciona como reflejo de sus propias inquietudes, pero no porque no las posean, sino porque el vacío de ese discurso choca frontalmente con lo que en realidad encontrarán al conocer a un mafioso de medio pelo llamado Alien: sexo, violencia y todo tipo de drogas ensalzadas como un espejo de vacuidad por un James Franco que enardece el panorama alzándose como la pieza más bizarra dentro del tono de un film que, por si con lo visto hasta ese momento fuera poco, alcanza nuevas cotas con la jerigonza de un gángster que realiza una auténtica proclama acerca de lo material y termina disparando a las protagonistas contra una vía en la que ya no hay retroceso posible; incluso ellas, intentando atenuar mediante llamadas telefónicas a sus padres las consecuencias de una decisión que se suma al exceso trazado por Korine, saben que ya no hay vuelta atrás, que una vez iniciado el camino, el fortuito golpe será inevitable.


(Termina en Spoiler, sin desvelar detalles de la trama)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Grandine
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de enero de 2014
37 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
'Nice sprites and scary monsters', de Skrillex, como telonera. La fiesta inicial bascula entre lo magnético y lo repulsivo; agrede y atrae.

O, dicho de otro modo, las encantadoras hadas y los espantosos monstruos ya empiezan a disputarse el señorío de la función.

...

'Spring breakers' plantea la adolescencia casi como crepúsculo. La infancia y la pubertad son bocetos; luego queda realizar el retrato final. Y una de las trazas más comunes en el adolescente promedio es que suele creer que el mundo está donde la música suene más fuerte. Permanecer quieto es pudrirse. Los eslóganes que se repiten son 'vacaciones para siempre', 'estar de fiesta es como transportarse al puto espacio' o 'bikinis y traseros enormes, de eso trata la vida'. ¿Ciencia ficción, exageración? Enciendan la televisión, dense un paseo por los bares, charlen con tres o cuatro estudiantes de instituto.

Ir a clase, exámenes, catequesis, vida familiar... cadenas, cadenas y más cadenas. El ojo está puesto en lo siguiente: para el fin de semana faltan sólo unos días; para las vacaciones de primavera, sólo unos meses.

'Spring breakers' entiende el nihilismo como la destrucción del individuo cuando pasa a formar parte de la masa festiva: informe, hiperactiva y hedonista. Luego, vienen los lamentos y el reivindicarse a uno mismo, "se suponía que aquí íbamos a encontrar nuestra identidad". Imposible; en esa desenfrenada cabalgata sólo eres un fantasma que baila y consume alcohol y drogas. Haces lo que hacen todos, entonces ¿qué esperas que te pueda distinguir?

Me es imposible no enamorarme de Faith, el personaje que interpreta Selena Gómez. Ella adivina el final del camino, empieza a ver sólo monstruos y a olvidar las hadas; y opta por zanjar sus vacaciones antes que las demás. Faith vio que había más verdad en la chica que asiste a reuniones parroquiales, reza y llama a casa a menudo, que en ese bikini amarillo manchado de vodka.

...

Encorsetado por las responsabilidades de cualquier buen ciudadano decente...

O abandonado al desfile lisérgico de carrozas repletas de bestias, donde estás con todos sin estar con nadie...

Tomes el camino que tomes, muy probablemente acabarás persiguiendo 'el sueño americano'; y corres el riesgo de dejar de saber quién eres recorriendo cualquiera de las sendas.

...

Personalmente, Harmony Korine me parece un director hipnótico. 'Spring breakers' justifica su visionado sólo por el vigor de sus imágenes.

Creo que su utilización de la música y la imagen es fantástica porque exprime al máximo esa sensación de embriaguez festiva, de juventud y verano, de deseo; de recuerdos desperdigados, de aturdimiento y cierta irrealidad.

Todo queda representado más o menos como un mal sueño, en el cual los monstruos devoraban a todas las hadas, y que se ha antojado peligrosamente real.

Gracias.
Nuño
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
22 de febrero de 2013
33 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
No tenía las expectativas muy altas con esta película teniendo en cuenta su comercial pero a la vez pésimo reparto además del tema que trata que precisamente no parece uno de los mejores guiones que existen. Doy gracias a Dios que la he visto gratis sino hubiese ido a las taquillas a reclamar mi dinero. Harmony Korine antes de proyectar su película nos avisó que había ido mas allá, que veríamos cosas que nunca hemos visto (sospechaba acerca de cierta parte del cuerpo de Selena Gomez por decir algo) y nos la vendía como una película completamente original y diferente. Pues señor, yo no sé donde está esa originalidad y diferencia con las demás, ah sí, que no es cine erótico pero nos meten escenas muy subiditas de tono para el deleite del pajillero, que es cine de mafias pero mas bien nos muestran los ingredientes de las drogas y a 4 chicas que no tienen dinero (ojo, pero para fumar si tienen dinero) que se dedican a cometer maldades divertidas aparentemente que luego traen sus consecuencias y una estética espectacular que nos enseñan culos y tetas como si de un video de reggaeton sin censura se tratase y a cámara lenta.
Respecto al guión, no tiene otra cosa, tras media hora de película, mi amigo y yo concretamos en que no sabíamos lo que estábamos viendo no por diferente en el ámbito cinematográfico sino por la basura interpretativa de las actrices y del tito MC James Franco que en vez de atemorizar al personal se dedica a chupar pistolas como si fuese una porno, que nos enseñan cosas incoherentes y estúpidas como las tonterías que hacen por los pasillos, tetas de todos los tamaños y en todo tipo de usos ya sea para drogarse como para beber alcohol. Y lo curioso de la película es, ¿las chicas no tienen familiares que se preocupen por ellas?. Vale que perderían el móvil cuando las detuvieron los policías, pero no llamó ningún familiar, ¿no llamaron ellas? ¿A que son venía el personaje de Selena Gómez si apenas aporta algo interesante a la cinta? Bueno, directamente, ¿la película era necesaria? Cada situación da vergüenza ajena y sino fijesen en la escena de "Britney Spears song" que para deleite de las fans que lloraban con High School Musical nos ponen a la Vanessa Hudgens no solo desnuda en cierta parte de la película sino cantando. La banda sonora es tan rallante y estúpida como su prescindible guión que no lleva a ninguna parte sin mostrarnos moraleja alguna que algunos apoyan esa virtud que yo la veo mas un defecto ya que la película no termina como debería terminar y encima incompletamente y con fantasmadas de por medio.
No tengo mas que aportar y decir que es una de las peores películas que he visto en mi vida, por no decir la peor que he visto en una sala de cine hasta el momento y en una premiere. Solo destaca que entretiene pero es lógico que entretenga, si no te entretienen mil tetas, violencia y fiestas, apaga y vámonos, pero mas que un entretenimiento es un estudio morboso y una perversión que nos enseñan lo peor de lo peor de unas fiestas. Bravo por las chicas Disney porque ya han perdido su virginidad cinematográfica.
PD: Había gente que se iba de la sala antes de terminar la proyección y no estoy hablando de 3 personas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
StarNine27
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 30 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow