La gran nada

Entretenida y simpática comedia negra de enredos forzados que arranca más de una sonrisa con su desmadrado desarrollo.

Con muchos altibajos, pero realmente se pasa un rato palomitero.

“La gran nada” tiene algo. Contiene los elementos suficientes para entretener, crear sorpresa, no resultar aburrida ni previsible y se permite la licencia de cubrir bien el tiempo durante sus casi noventa minutos de duración. Es de esas pequeñas películas que, sin salir jamás de esa dimensión adjudicada, resultan livianamente diferentes y nada empalagosas, con un desarrollo austero, de estética fría, seca y deprimente pero auténtica. Para conseguirlo, el director francés Jean-Baptiste Andrea (“Dead End”, 2003) parece servirse de muchos recursos ya conocidos en el cine para agitar la coctelera y ofrecernos una comedia casi gamberra que no para de dar cosas nuevas a lo largo de su desarrollo. De alguna manera, ciertos desenlaces y escenas parecen inspirados en otras películas (desde la famosa cámara en el interior del maletero a lo Quentin Tarantino, hasta los recursos más disparatados y directos de la saga “Scream” de Wes Craven).

Su conjunto funciona como una entretenida comedia negra que sin resultar desternillante ni poseer el peso necesario para convertirse en una buena película, ofrece lo que parece prometer: nadie se embarca en este tipo de cintas creyendo que vaya a encontrarse una nueva forma de ver cine, sino simplemente de entretenerse y, de ser posible, echar unas risas. La trama, ambientada en una pequeña localidad rural, nos habla de Charlie (David Schwimmer), un escritor en horas más que bajas que decide ponerse a trabajar como telefonista en una gran empresa (de esas en las que el empleado es una simple hormiga entre centenares de mesas, al estilo de lo que tan bien representó Billy Wilder en “El apartamento”, 1960) con la intención de sentirse algo útil en su hogar, pues hasta el momento el único sueldo que entra en la casa es el de su mujer, la detective de la oficina del Sheriff Penélope Wood (Natascha McElhone), quien se encuentra actualmente investigando los crímenes de un asesino en serie. Allí conoce a otro hombre frustrado, Gus (Simon Pegg), quien le invita a dar un cambio a su frustrante vida.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)

¿Por qué me ha gustado la película? Es corta, sólo 1h y 20 min., y además cuando termina da la sensación de ser más corta aún porque es fácil de disfrutar. Es graciosa e hilarante. Continuamente está pasando algo porque el plan se va complicando cada vez más, más y más. No es una obra maestra, pero por favor, nadie que vea estará pensando en El gran dictador, Los caballeros de la mesa cuadrada, o Arma Fatal (también del señor Pegg). Es simpática, con contínuos puntos y giros, y bastante graciosa y entretenida, mucho más de lo que se puede ver actualmente en una peli de este género.

Lo bueno, si breve, dos veces bueno; lo malo, si poco, no tan malo.

Esta es una película en la que otra vez la avaricia forma una parte fundamental.
Y como siempre no tiene un efecto positivo.
Hasta una buena persona puede convertirse en la peor persona del mundo,
tal vez lo muestra desde una manera muy violenta, pero la verdad es que
el mensaje que transmite es para tenerlo muy en cuenta, y es posible que
si los protagonistas hubieran visto esta película antes de actuar, muy probablemente
no lo hubieran hecho de la manera que finalmente lo hicieron.

Qué título tan acertado le han puesto a esta película, porque, efectivamente es una gran nada. Viéndola me he acordado de 'Very bad things', ese peliculón donde unos juerguistas la liaban parda accidentalmente, y luego todo iba de mal en peor. Aquí copian ese estilo, pero la trama resulta demasiado artificiosa. Además los actores convierten a sus papeles en una caricatura de lo que debieran ser. Señor Schwimmer, que ya no está en 'Friends', deje ese papel de inmaduro e inseguro.

Estoy seguro de que esta película tendrá un público que quedará fascinado, por la evolución de la historia y las conexiones entre los personajes. A mí no me termina de convencer, aunque es una película que cumple con su misión de entretener.