La ruta hacia El Dorado

Tulio y Miguel son un dúo muy carismático, eso no cabe la menor duda, he visto mucha gente criticando la película pero jamas nadie que critique a los protagonistas. Lo interesante de la película es la habilidad de los personajes para mantener una película sosa e irregular. No nos engañemos, 'La ruta hacia El Dorado' no es nada del otro mundo, es mas, sí fueran otros los protagonistas, sería de suspendo sin duda, pero que carismáticos son los jodios.

El argumento en sí es sencillo, dos ladrones españoles van El Dorado. El problema es lo poco aprovechado que esta la historia en todos los sentidos, el viaje hacia El Dorado es solucionado en una canción, las situaciones allí son solucionadas en un momento y no vuelven a nombrarse. Las elecciones narrativas son bastante pobres que no malas, pero se podría exprimir la historia mucho mas. Durante un instante se divisa una critica a la fe y a la religión, pero dura nada, una desviación así hubiera sido muy interesante pero no se atrevieron, el principal fallo se divisa en eso, en la falta de riesgo.

El camino fácil es el estandarte de la película. Todos los clichés serán acogidos por este producto, hasta algunos que chocan totalmente con los personajes. La necesidad de un villano malvado, de una chica que cree tensión entre los protagonistas, de canciones (solamente una se sostiene, las demás dan vergüenza) y demás derivados. Esta película podría haber sido muy grande, se arriesgan con unos personajes tan interesantes pero cogen un historia bastante simple, muy mal.

Pero esos personajes... Son maravillosos, no pueden caerte mal. Están perfectamente creados, complementados y tienen una gracia impresionante. Es inexplicable la fuerza en pantalla que tienen, la película es irregular porque en ciertas partes los personajes dejan de lado su química y por ello decae. No puedes suspender un producto con unos personajes así, pero es una pena que no volvieran franquicia unos personajes tan divertidos, ponerlos en diferentes situaciones sería una gran idea, pero esta vez con esfuerzo.

Dreamworks adapta en animación uno de los momentos cumbres de la historia, el cual el tiempo ha mezclado leyenda y realidad. La mítica ciudad de "El dorado" ha sido descrita de infinidad de formas, llegando a crearse un mito.
En esta ocasión nos encontramos ante una película con la que se pasa un rato agradable. Aun estando lejos de otras grandes obras de esta productora, el film distrae y entretiene. Uno disfruta con los dos personajes truhanes que llegan a esta ciudad haciéndose pasar por dioses.
En cierto modo, a veces recuerda un poco a la historia de "El hombre que pudo reinar", pero con una mezcla de "Pocahontas". No me extrañaría que se hubieran inspirado un poco en el guión de la grandiosa película de John Huston.
La estética empleada en el film es llamativa, lleno de colores fuertes y cálidos. Unos colores que hacen uno vea como toda la ciudad brilla con más cosas que por el oro de la que está formada.
No obstante, dentro de toda esta sensación de saber que no está mal la película, uno piensa que podría haberse disfrutado mucho más. Uno se queda en todo momento con ese punto de: "que divertida la escena, que bien los personajes; pero si hubieran dado otra vuelta de tuerca hubiera estado mucho mejor".
En fin, película que entretiene y con la que uno no se aburre, pero que uno intuye que podría haber sido mucho más si se hubiera forzado la historia un poco más. De todos modos, recomendable para grandes y niños. Además, cuenta con alguna canción buena.

Infravalorada por la mayor parte de la crítica, "La Ruta Hacia el Dorado" no es una película prescindible. No forma parte de las historias animadas más maravillosas del cine-a juzgar por el argumento, que es algo flojo-, pero tampoco tiene que ser despreciada. Saca muchas risas de nuestras bocas, los personajes han tenido buenos animadores, la música y las canciones a cargo de Hans Zimmer, John Powell, Tim Rice y Elton John son formidables, y los colores para los ambientes en los que se desarrolla la historia entre dos bribones que buscan la ciudad perdida de oro son más que ideales.

Desde la España de Carlos I, Miguel y Tulio (el rubio que sueña con la aventura y el moreno que siempre tiene un plan) huyen de sus perseguidores, son encerrados por polizones, escapan, viajan por el Atlántico junto a un simpático corcel, y llegan a las costas mexicanas. Gracias a un mapa atraviesan una selva tan hermosa y verde como una esmeralda y encuentran la ciudad de sus sueños. Cuando los nativos los toman por dioses y ven cómo de grande es el botín que planean llevarse, creen que les ha tocado el gordo; sin embargo tendrán que plantar cara a más problemas a causa de la intervención de un hechicero obsesionado con las ofrendas humanas y de Hernán Cortés. ¿Huirán con la riqueza con la que han soñado siempre para lograr la vida que desean o aprenderán que su amistad es lo que de verdad importa?

Lástima que la acogida que recibió el filme impidiera la posibilidad de una secuela o una saga de aventuras. La verdad es que merecía esto o un remake. Estimados lectores y críticos, si algunos de ustedes son aficionados a la literatura y al cine del mismo carácter que "La Ruta Hacia el Dorado", la duda no tiene por qué tener cabida. Escriban una posible continuación, relaten lo que pudo sucederles a los personajes, transmitan por correo electrónico o una página web lo que tenéis y poneos de acuerdo para hacer una buena historia. ¿Quién sabe si se expande más?

Puntos fuertes:

- Miguel y Tulio, los dos mejores personajes jamás paridos por Dreamworks. Es casi imposible quedarse con uno de los dos. Ambos son diferentes pero igualmente geniales, y se complementan a la perfección. Cada uno a su manera, ambos son encantadores y, sobre todo, divertidísimos.

- Chel. Muy alejada de las princesas Disney, es una mujer de armas tomar, seductora y muy inteligente. Un vértice que forma un triángulo perfecto con los dos protagonistas.

- Los escenarios, especialmente El Dorado, perfectamente logrado. En todo momento tienes la sensación de encontrarte en un lugar mágico, sin perder tampoco la esencia de las culturas azteca y maya (creo, no soy ningún experto en el tema) existentes en la época por aquellos lares.

- La banda sonora. A cargo de Elton John en la versión original y de Sergio Dalma en la versión española, tiene canciones muy buenas y, además, muy bien dosificadas. No son más de cinco y aparecen en los momentos adecuados.

- Los gags. Más allá de todo lo mencionado anteriormente, la película se te queda en la memoria por lo divertidísima que es. La escena de las espadas y la posterior huida, los planes de Tulio, la presentación de Chel, las constantes discusiones entre los dos amigos, el gracioso papel de ambos intentando aparentar ser dioses… Momentos inolvidables.

Puntos débiles:

- El resto de personajes. Sin ser completamente sosos, quedan muy muy lejos de la fuerza del trío principal. La dualidad entre el jefe y el hechicero Tzekel-Khan está bien conseguida, hasta el punto de que en ningún momento estás seguro de quién tiene más poder, pero sin embargo por separado no son personajes demasiado interesantes. Tzekel-Khan tampoco acaba de funcionar como villano principal, aunque por momentos da verdadero miedo. El otro villano, Hernán Cortés, aparece muy poco. Quizá los mejores personajes más allá del trío principal sean los animales que los acompañan, el caballo Altivo y el armadillo, que tienen puntos buenos pero tampoco tienen el encanto de tantos y tantos animales de la competencia (Disney).

Conclusión: Un 10. La película es una bestialidad, te entretiene en todo momento, te encariña con los personajes, no te deja parar de reír y técnicamente es una maravilla. Todo el peso cae sobre los tres personajes principales, pero éstos tienen tanta fuerza que pueden con él sin ningún problema. Para mí la mejor película de DreamWorks, a la altura de los mejores clásicos de Disney.

Con un humor desternillante gracias a su originalidad, La ruta hacia el Dorado es, sin duda, de lo mejorcito en animación que existe hoy en día: se aleja de manera brillante de la cursilería Disney y se contagia de la brillantez de la época dorada de Dreamwokrs.
Unas canciones perfectas, una historia entretenidísima, unos personajes perfectos y unos diálogos fantásticos. ¿Qué más se puede pedir a una película?